Capítulo 24

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Sasha



Semanas más tarde, estaba llevándome bien con los gemelos... no había tenido ningún tipo de discusión contra ellos. Sólo cuando querían pasarse de listos. Ya no tenía la venda en mi cabeza y mi cabello había crecido lo suficiente como para poder hacer mis rizos cuando quería.

Pero, mi muñeca era de recuperación lenta y no sabía el porqué era que me pasaba eso. Debía de escabullirme en la biblioteca y buscar el libro que Mathew me había dicho. Estar de vacaciones es lo mejor que me ha pasado en toda mi vida, podía dormir y sólo dormir... ¿La mejor parte? Es que como soy un lisiado, podía pedir todo lo que quiera y cuando o quiera.

Dejé salir un largo suspiro cuando Enzo se movió detrás de mí y subió una de sus piernas, hasta llegar al cuerpo de su hermano y poner su rostro sobre mi nuca. Genial, ahora estoy atrapado entre éste ser humano y el ser vivo que tenía su mejilla en mi pecho.

Maravillosa jugada.

— Necesito darme un baño e ir a buscar algo — silencio — Necesito respirar — un poco más de silencio — En verdad tengo que ir al baño, no pueden hacerme esto todas las mañanas — mucho más silencio — Esto es más estúpido.

Los empujé a ambos lejos de mi alcance y bajé corriendo de la cama, quitándome la venda para no mojarla. Aseguré bien la puerta, y luego me llevé una mano a la cabeza cuando uno de los fuertes dolores de cabeza se sitió en el mismo lugar de siempre. Esto es un asco.

Me di una leve ducha y me puse el mismo pantalón de chándal, abrí la puerta suavemente y de esa misma manera salí de la habitación. Todo estaba en silencio, que buena persona era al levantarme a las diez de la mañana un domingo familiar.

Entré a la biblioteca no sin antes asegurarme de que todo estuviese en su lugar y que nadie me haya seguido. Hice memoria en donde Mathew me dijo que Frederick había puesto el libro, lo encontré encima de la mesa, justamente en donde me dijo que lo había dejado... y que no le dijo a Frederick por si éste se enojaba.

Ni siquiera tenía índice. Vaya, habían betas y gammas en el mundo. Interesante. Después de más de una hora, según yo, llegué a la parte en donde mencionaba todo lo que quería saber... Esos desgraciados, es el momento de vengarme. Ahora entendía porque no me había llegado el celo y porque ninguno de los dos me había marcado.

Con razón mis heridas no cerraban.

Un lobo guerrero, por así decirlo. Es el rango más común, al que ascienden los Gamma tras haber finalizado su aprendizaje. Su deber es luchar por la manada, hasta la muerte.

Así que los gammas se pueden convertir en lo que ellos deseen... les tengo envidia a los gammas, ellos pueden cambiar de olor y también pueden bloquear cualquier lazo con su alma gemela si lo desean. Debo de aprender eso.

— Ni siquiera puedo estar a solas media hora — dije, sin levantar la mirada del libro — ¿Qué se les perdió esta vez?

— Tú — respondieron ambos.

— Pregunté que no quien — apoyé mi mejilla en mi mano — Estoy leyendo...

— El libro de la vida de los lobos — le di un golpe a Enzo cuando quiso quitarme el libro — No tienes que ser agresivo.

— Están invadiendo mi espacio personal — les respondí, jovialmente.

— Ya hemos estado más de lo que crees en tu espacio personal — arrugué la nariz — Creo que ya te llegó el celo.

Perfectamente Nuestro {Gay}Where stories live. Discover now