Epílogo

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Sasha



— ¿Quiénes son ellos? — preguntó Jay, sosteniendo a su muñeco.

— ¿Qué hacen levantados a esta hora? — Dejé el vaso sobre la mesita — Creí que estaban durmiendo.

— Dejaste la puerta abierta — respondió Raid, también apretando su muñeco — Lo sentimos.

— No lo sientan — me agaché a la altura de ellos — No saldrán de aquí hasta nuevo aviso y eso quiere decir, hasta dentro de unas semanas.

— Pero...

— Pero nada — suspiré — Esos dos idiotas de aquí atrás, son sus padres. No sé de quienes son hijos, pero estoy seguro que de ambos, porque siempre terminan haciendo de las suyas como si fueran la última Coca-Cola del desierto.

— ¿Ellos son los señores de las películas? — Preguntó Raid, y asentí — No los quiero.

— ¿Qué?

— Ellos se besan con otras personas — siguió Jay — Que se vayan — tuve que morderme el labio para que la risa estúpida no saliera — Fuera de mi casa.

— Ellos no sabían que tenían dos hermosos hijos — dije — No hay razón para que se pongan de esa manera con ellos, traten de llevarse bien...

— ¿Ellos son nuestros hijos? — Preguntó Enzo, acercándose — ¿Por qué no nos dijiste sobre ellos?

— Porque no quise — dije, obvio — Ustedes tienen su vida y yo tengo la mía.

— Nos ocultaste algo importante en nuestra vida — dijo Parker, lo que me faltaba.

— Lo que sea — me puse de pie — A dormir, dúo dinámico.

— Pero, papi...

— Ahora — les di un empujoncito — Mañana deben de ir a la escuela temprano y siguen despiertos.

Ambos gemelos se dieron la vuelta y caminaron conmigo siguiendo sus pasos hacia su habitación. Los ayudé a subirse en la cama, cada uno en su lado. Siempre compartían la cama, incluso hasta la cuna. Aseguré la puerta esta vez y caminé hacia la sala en donde mis invitados no invitados, estaban sentados esperándome.

— No los invité — me crucé de brazos — No pueden tomar atribuciones en mi casa.

— ¿Cuántos años tienen? — preguntó Parker.

— Tienen cuatro — respondí — Se que les dolió el parto, eso fue lo mejor de todo y más con los malestares — me llevé una mano al pecho — Aiden me mostró el video que les hizo el mismo día que nacieron, sus caras son épicas.

— ¿Nuestra madre lo sabía?

— Todos lo sabían — lo corregí — Ustedes dos — los señalé — Son tan estúpidos que no se dieron cuenta de que estaba en cinta...

— Tú te fuiste, corriste lejos de nosotros...

— Porque ustedes me mintieron — interrumpí a Parker.

— ¿En qué te mentimos?

— Sabían lo de la marca — la tensión se sentía en el aire — No me dijeron que era yo, quien debía de marcarlos. Ahora andan con un papel que el inútil de Seth firmó porque yo era la persona con documentos. Esa marca es poco para lo que ustedes se merecen.

— ¿Por qué eres tan cruel? — Preguntó Enzo, colocándose de pie — Nosotros tratamos de que nada malo te pasara. Incluso...

— Nada, nada sucedió entre nosotros — pasé saliva — Ustedes le decían a Seth que sólo me veían como un hermano, ¿Al menos pensaron en cómo me sentiría con esas palabras? — Puse mis manos sobre mis caderas — Tuvieron sexo con Seth, y aun así sabían que éramos la misma persona.

Perfectamente Nuestro {Gay}Where stories live. Discover now