Capítulo 1

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Hola, soy Gabriela Anderson, pero, me dicen Gaby, tengo 17 años, este año es el último en la escuela me siento ¿feliz?, no lo sé. Soy bajita a comparación de las personas ahora, mido 160 cm, soy blanca como la leche, tengo los ojos azules y mi cabello es mono y soy churca o crespa, amo profundamente leer, cantar, tocar el piano, y patinar. Vivo con mi mamá y mi hermano mayor mellizo.

No tengo papá, él murió. Pero no me acuerdo de él porque yo estaba muy pequeña.

Así que sin más que decir... esta soy yo

Maldición, ¿por qué tengo que ir a estudiar?, pienso mientras apago la molesta alarma de mi celular. Salgo de mi cama con más pereza que nunca, hoy es mi primer día de mi último año de escuela.

Entro a bañarme y antes de bañarme pongo música, específicamente mi banda favorita: Morat. Después de 20 minutos salgo de mi habitación arreglada, decidí ponerme un jean tiro alto color negro, una camisa blanca con la palabra "Smile" en el centro, unas botas en cuero altas, mi chaqueta en jean, mi mochila con mis cuadernos y mi celular con mis audífonos.

Bajé a desayunar y me encontré con mi bella madre y mi bello hermano (nótese el sarcasmo cuando me refiero a mi hermano):

-Buenos días- digo sentándome al lado de mi hermano

-Buenos días hija, ¿cómo amaneces?, ¿lista para tu primer día? – dice mi madre mientras me sirve mi desayuno favorito que es: waffles con nutella, fresas y leche. Mi hermano a diferencia de mi mamá me mira y sigue comiendo.

-Gracias má; amanecí cansada y con ganas de seguir durmiendo, y no quiero ir al colegio, pero sé que toca- digo empezando a desayunar.

Después de 15 minutos salimos de casa, me monto a la moto de mi hermano, ya que mi mamá lo obliga a llevarme.

Llegamos al colegio y diviso a mi mejor amiga Mafe, quien me está esperando en la puerta; mi hermano me deja en la entrada y se va a parquear la moto.

-Hola pendeja- dije

-Hola –dijo mientras entrabamos a la escuela y nos diríamos al salón que como todos los años nos tocaban todas las materias juntas.

Llegamos al salón y el maestro no había llegado hoy era iniciación así que no hacíamos prácticamente nada. Entró el maestro, se sentó en el escritorio y en la pizarra escribió su nombre, no supe cuál era su nombre ya que me senté en el último escritorio con Mafe y no tengo mis gafas. Yo tengo que usar gafas y no las tengo por qué hasta la otra semana me las entregan.

-Buenos días estudiantes como saben o lo leyeron en la pizarra me llamo Javier Hernández y soy maestro de literatura; como yo ya me presenté ustedes también lo van a hacer – dijo con una sonrisa

El profesor terminó de hablar y sonó la puerta, el profesor abrió la puerta y entró un chico que se notaba que era nuevo ya que tenía cara de perdido. El chico era alto de unos 180 cm, de cabello un poco largo y mono y despeinado, se nota que hace ejercicio ya que tiene sus brazos marcados. El profesor le indicó que se sentara y el único puesto que estaba libre era el que quedaba al lado de nosotras.

La dinámica siguió y llegó mi turno, me levanto de la silla y comienzo

-Hola, soy Gabriela Anderson, me dicen Gaby, tengo 17 años, me encanta leer, patinar, tocar el piano y además canto- digo y me siento otra vez

Mi mejor amiga hace lo mismo y después va él

-Hola me llamo Daniel Brooks, tengo 18 años y me gusta jugar futbol y escuchar música- dice mientras repite la misma acción de todos.

El profesor nos da ciertas indicaciones como nuestro horario los diferentes espacios que tiene nuestro colegio para desarrollar nuestros talentos; me llama la atención de un club que iniciaron este año y era sobre un equipo de patinaje en el colegio. Al escuchar eso Mafe se voltea y me mira con una gran sonrisa a lo que yo respondo con otro más grande.

Salimos del salón y nos dirigimos a la cafetería, compro un sándwich y un jugo, nos sentamos en una mesa apartada de los típicos grupos sociales de un colegio. Por un lado, están las animadoras que se sientan junto a los miembros del equipo de futbol en el cual está mi hermano, por otro lado, están los nerds, y por otro lado estamos los invisibles.

Estando allí sentada con Mafe nos pusimos a hablar de todo a todo, y escuchamos una voz un tanto peculiar

-Hola- dice mi hermano

-Hola pejelagarto- digo con una sonrisa

-Nena no te podré llevar a casa ya que tengo inicio de futbol ¿ok? - me dice mientras me da un beso en la mejilla

-ok- digo sin más

Se termina el break y nos vamos a educación física, donde nos cambiamos y nos ponemos ropa deportiva. Mi ropa deportiva consta de una licra de tiro alto y un top a juego. (Multimedia)

Mientras salgo de los vestidores me choco con alguien y me hace caer.

-imbécil, auch- digo mientras me sobo un brazo

-lo siento- dije ayudándome a levantar y me cruzo con unos ojos que hipnotizan a cualquiera y nos quedamos muy cerca tanto que la gente diría que nos estamos besando, pero no es así

-tú...- digo 

Solo túWhere stories live. Discover now