Capítulo 3

19 2 0
                                    

-su tiempo es de... 20 segundos- dijo la entrenadora y todos excepto Miriam sonreían incluyéndome- Bueno chicas, la nueva capitana de él grupo de patinaje es: Gabriela Anderson, felicidades señorita Anderson- dijo la profesora con una sonrisa.

Yo por otra parte no sabía cómo reaccionar, ¿asustada?, ¿nerviosa?, no lo sé. Salí de la pista y me dirigí hacía en donde estaba mi hermano y sus amigos.

- estuviste excelente - dijo mi hermano mientras me abrazaba y me daba una vuelta en el aire.

-Gracias, pegajoso- dije sonriendo

- creo que estuviste excelente- dijo Lucas sonriendo

- No, Lucas- dijo mi hermano algo muy celoso

-gracias, supongo- dije sonrojada

-Gaby, nena, él es Daniel- dijo mientras lo señalaba - va en el equipo de fútbol.

- Hola, no necesitamos la presentación ya nos conocemos o ¿no?- dijo retador- creo que tú chocaste conmigo- dijo y yo sentí como mis cachetes iban a estallar de lo roja que estaba.

-Sí, creo que fui yo – dije

-ah... ¿ok?- vamos nena, a casa - dijo mi hermano

-vale- dije; mi hermano es el único que me dice nena, y me hace sentir muy especial.

Nos acercamos al parqueadero, y nos dirigimos a el vehículo de mi querido hermano Alex, al llegar allí nos dimos cuenta de que su carro se encontraba pinchado y no nos pondríamos ir sin despincharlo, así que mi hermano dijo algo muy raro.

-nena, deberías irte a casa, pero no sola, creo que deberías irte con Daniel - dijo mirando me preocupado- ¿podrías llevarla Daniel?, sé que no nos conocemos mucho pero, necesito que alguien lleve a Gaby y Lucas me va a ayudar, pero eso sí, la tocas y te MATO- dijo mi hermano algo sobreprotector

- No te preocupes Alex, la llevaré a casa sana y salva- dijo Daniel con una gran sonrisa.

NO NO NO, esto no puede estar pasando, cómo mi hermano puede confiar en alguien que apenas conoce.

-Tranquilo, me iré patinando- dije, intentando ponerme los audífonos para irme, pero una mano muy firme me agarró del brazo

-NO, como se te ocurre algo tan descabellado, te vas conmigo -dijo Daniel, pero que le ocurre a este idiota diciéndome que hacer

-¡¿QUÉ?! Y tú ¿quién carajos te crees para darme ordenes?- dije exaltada

-TE VAS CON ÉL-dijo esta vez mi hermano y a pesar de que sea mi hermano yo siempre le hago caso.

-está bien - gruñí derrotada

No sé porque me puse a lo que mi hermano estaba diciendo, a, ya sé por qué, es un idiota que acabamos de conocer ¡es un completo desconocido ¡ Sabes que muy dentro de ti quieres irte con él aunque sea un completo desconocido. Hablo mi bella conciencia (sarcasmo).

Me senté en la acera a quitarme mis patines ya que como me voy con Daniel no necesito mis patines. Me los quité y me puse mis tenis. Mire a Daniel quien estaba recostado sobre una moto, me quede mirándolo como una estúpida. Su cabello desarreglado, sus músculos marcados, esos ojos color miel que matan a cualquiera, esa nariz perfilada, y esos labios que... QUE ESTOY PENSANDO, sacudí mi cabeza y me paré. Mi hermano me dijo que dejara los patines dentro de su camioneta, yo como buena hermana hice caso. Me acerque a Daniel, me miraba con una sonrisa de Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Dios! Ayuda.

-¿vamos?- dijo sacándome de mi trance

-no tengo de otra- dije con una cara de pocos amigos- ¿Cuál es tu carro?

-jaja no tengo carro porque pienso que ocupan mucho espacio y cuando hay alguna emergencia con el carro se pierde tiempo, así que...yo tengo moto- dijo y yo quede con cara de "¿qué coño? Yo no me subiré en esa vaina".

-toma ponte este casco para que no tengamos un accidente- dijo y me daba el casco, él se puso el suyo y encendió la motocicleta

-súbete- dijo seguro, yo no sabía qué hacer, me subí con nervios.

-abrázame- dijo y yo quedé con una cara de "qué mierda"- no pongas esa cara, es para que no te caigas- y con nervios e inseguridad, rodee su pecho con mis delgados brazos – confía en mi- dijo por último y siguió camino a mi casa, pero paro de repente en una esquina.

-¿dónde queda tu casa?- me pregunto mirándome por el espejo de la moto

-¿sabes dónde queda la heladería "Sweet"?- dije y el asintió – 5 casas más abajo- el volvió a asentir y emprendió camino

Mi casa quedaba como a 10 minutos en moto creo. En el trayecto no me sentía incomoda, estaba a gusto y no supe porque. Paso el tiempo súper rápido y en un abrir y cerrar de ojos estaba enfrente de mi casa. Me baje de la moto y me dirigía a mi casa sin despedirme.

-¿no te piensas despedir?- dijo mientras agarraba mi muñeca izquierda.

- adiós Daniel ¿contento? –dije sin ganas

- está bien pequeña- dijo, beso mi mejilla y se fue. Me quede mirando atónita y me di cuenta que se detuvo justo en la casa de al lado y lo vi entrar, puse cara de "mierda, él es el nuevo ".

Entre a mi casa extraña, mi mamá no estaba, me dirigí a mi habitación, escuche una voces y abrí mi balcón.


OH NO

Solo túWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu