Capítulo 7

6 0 0
                                    

Hicimos un redondete en el piso; Dylan, Camilo y Alex se fueron para la cocina a traer el trago; los muchachos habían traído en vasos Vodka; empezamos con preguntas tontas, tales como: Yo nunca nunca me he emborrachado, y cosas por ese estilo pero una pregunta hizo que se tornará algo candente la cosa
-yo nunca nunca he sentido atracción por alguien de este círculo—dijo mi hermano y ahí empezó un juego se miradas entre todos; todos tomamos, me sorprendió que mi hermano tomará pero no le puse atención; jugamos durante casi una hora, los muchachos estaban un poco borrachos; los que no habían empezado a jugar cuando decidimos jugar se nos fueron uniendo al paso del tiempo, conforme pasaba el tiempo se acababa el trago, tomaron cerveza, vodka, vino y todas las bebidas alcohólicas que encontraron, digo encontraron por qué como a mi casi no me gusta tomar, ósea yo me tomo una copa o una cerveza y ya, pero ellos estaban excediendo; todo el equipo de fútbol estaban tomados, decían incoherencias, bailaban, cantaban, gritaban y hacían un montón de cosas locas.
En un momento yo decidí cuidarlos que no se salieran, que no se desnudaran, porque sí, Dylan que al parecer es el más tomado, estaba corriendo en bóxer junto a Kevin; mi hermano estaba sin camisa tirado en el piso cantando como loco junto a Kelvin, Camilo, Lucas y Juan. Yo por otro lado estaba a costando a los muchachos en la sala, había recurrido a hacer una "cama" gigante en la sala y así acostar los a todos; logré que se acostaran 6 pero me faltaban otros 6 y ya no tenía espacio en la cama así que opté por poner a Kelvin, Lucas y Juan en la habitación de Alex; con demasiado esfuerzo logré que estos 3 borrachos subieran y se acostaran, cabe aclarar que es una cama doble eso quiere decir que los tres durmieron muy juntitos en la cama.
Baje a buscar a los faltantes, haciendo cuentas solo me faltaba mi hermano y Daniel, me encontré a mi hermano sentado en las escaleras llorando ¡Genial! tengo un llorón!
-vamos Alex a dormir—le dije mientras lo levantaba y colocaba uno de sus brazos en mis hombros
-Gaby... Te amo, que no se te olvide—me decía Alex entre llanto y con un asqueroso aliento a licor
-tranquilo Alex nunca lo olvidaré, yo también te amo- dije, logré llegar a mi habitación, lo tumbé en mi cama y le quité sus zapatos, él se acomodó y como si lo hubiese desconectado se quedó dormido.
Me faltaba uno y no tenía la menor idea de donde estaba.
Revisé en la sala, en la cocina, fuera, la habitación de mi mamá, pero no lo encontraba, resignada bajé a la cocina, puse en el mesón pastillas para la resaca y me serví un vaso de agua; un ruido extraño evitó que yo me tomará el agua, asustada me asomé y me di cuenta que el faltan te estaba sentado en el piano; pasé como 5 veces y él no estaba ahí; me acerque cautelosa para saber que estaba haciendo, solo se sentó y se encorvó y se quedó quieto, sin emitir movimiento o palabra.
-Daniel... Vamos a dormir—le dije acercándome con miedo a que me hiciera algo, no sabía él como se con portaba estando borracho.
-Gabyyyyyy... ¿me quieres? – Me dijo, se levantó y se tambaleó de lo borracho que estaba
-Ehhh... Vamos a dormir—dije haciéndole un ademan para que subiera las escaleras
-NO- gritó y yo automáticamente me asusté – respóndeme ¿me quieres?
-Sí, te quiero Daniel—dije con miedo
-yo también te quiero enana- se acercó y me abrazó, me tensé por un momento pero luego le correspondía.
Subimos a mi habitación lo recosté en la cama, yo me dirigí a mi closet saqué una pijama que consistía en una bata de manga tres cuartos que me llegaba un poco más arriba de mis rodilla de color azul oscuro, era lo más cómodo que tenía, entré a mi baño me aseé y salí, en mi cama me encontré con un Daniel sin camisa recostado en un lado a de la cama y a mi hermano en el otro costado, mi plan inicial era irme a la habitación de mi mamá y allí dormir, pero cuando abrí la puerta para retirarme una mano me tomó de mi antebrazo y me atrajo a la cama.
-Duerme aquí- me dijo un somnoliento Daniel
-No hay espacio—le dije, Daniel me dio la espalda y se acostó en la orilla de la cama
-ven aquí – dijo palmeando entre mi hermano y él, yo no muy convencida me acosté, estaba muy cansada y quería descansar
-Buenas noches pequeña—me dijo Daniel tomándome por las caderas haciendo que mi espalda diera a su pecho y su brazo se posó sobre mi costado haciendo que su mano reposar a en mi vientre; al sentir ese calor que emanaba tan cómodo decidí quedarme ahí.

Solo túWhere stories live. Discover now