Atracción por la muerte.

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Siempre me he sentido atraída por la muerte.

No lo veo como trágico  y deprimente  que una vida fuera tomada.

Mas bien la tomaba como  una reconciliación con el más allá.

De pequeña escapaba de casa y me iba al cementerio para poder observar a las familias de un recién fallecido

Daba mis pésame como si en realidad sabía de quien trataba.

Los consolaba   mientras ellos lloraban al ver como el ataúd iba cubriéndose de tierra, yo sentía una excitación casi orgásmica al ver el féretro cubierto de arena.

Cuando terminé el bachillerato, estudié medicina y era la primera  voluntaria que siempre se ofrecía para las disecciones de cadáveres .

El suave tacto del bisturí cortando piel y músculos, me dejaba fascinada.

Extraer las vísceras del fallecido y abrirlas  provocaba en mi cuerpo escalofríos de placer.

Pronto me harté de aquello y aprovechando mi plaza de interna en un gran hospital, pedí turno para ocupar la  noche en el depósito de cadáveres.

Esa noche compartía turno con el pedante de Mike , un oportunista que se creía el más guapo del mundo y en sus tiempos libres intentaba ligar con todo lo que poseía senos, bueno en realidad también en momentos de trabajo a quien voy a engañar.

Aprovechando mis encantos naturales, no me costó nada embaucarle y entrar en el cuarto de  lavandería. Una vez allí, mientras soportaba sus manos tocando mi pecho, clavé una jeringa con un fuerte narcótico en su cuello.

Al despertar estaba fuertemente amordazado y atado sobre la mesa de disección y sus ojos se abrieron con una expresión de terror al ver el afiladísimo bisturí en la palma de mi mano.

-¡No te preocupes, te dolerá un poquito!-dije mientras abría su pecho.

Un fuerte alarido se ahogó en su amordazada boca mientras rajaba su cuerpo.

Su corazón latía desbocado fuera del cuerpo hasta que con un corte perfecto en la aorta, éste cesó su ritmo a uno casi inhumano.

Tome  su cuerpo, aún tibio  en una de las grandes bolsas negras que utilizábamos y arrastré su cuerpo hacia la parte posterior dónde tenía aparcado mi automóvil (cortesía de mi padre ya difunto).

Con las manos ensangrentadas lo coloque en la parte de atrás y tranquila arranqué.

 Dirigiéndome  rumbo al cementerio que tantas veces visitaba de pequeña y todavía lo hacía .

Dónde tenía un antiguo panteón que utilizaba como para éste tipo de cosas, casi nadie rodeaba por aquel lugar.

Semanas antes ya había dejando todo ordenado  y preparado para cuando llegara mi gran y  delicioso momento  .Todo estaba impoluto y en orden, como tanto amaba  que estuviera.

Me duché, cambié de ropa por una mas cómoda para la ocasión  y me preparé.

El lugar  tenía un espacio que si no estabas serca no se notaría  que lo utilice para  convertir  en alacena y donde también  se encontraban demasiados tarros que contenían formol.

Tras varias horas de pesado  trabajo todo ya estaba listo, cada bote con un órgano, preparado para su posterior disección.

Mi mente días después no dejaba de marcar ideas en mi cabeza para que lo repetirá.

Momentos De Sangre Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang