SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌

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Mientras tanto fuera de la ciudad...

Los constantes jadeos de Jaemin y Jaeno eran una evidencia clara del cansacio que ambos sentían. Ya llevaban casi media hora corriendo por toda la base de Jackal, mientras que el menor no paraba de amenazar al contrario de que siguiera guiandolo hasta la salida.

Por el contrario, Jaeno sentía que si seguía de esa forma se iba a quedar sin oxígeno en cualquier momento. No podía creer que el fogoso chico que había capturado su corazón, podía llegar a ser tan intenso y revoltoso.

--¿Po-Podemos detenernos un minuto?-- preguntó el mayor, mientras suspiraba en repetidas ocasiones.

--¡NO!. Ahora camina-- ordenó Jaemin, de forma severa.

--Tranquilo amigo, ya estamos cerca de la salida de todas formas-- se quejó el chico gélido, mientras que su pecho subía y bajaba lentamente.

--No puedo darme el lujo de esperarte. Tengo que volver a la Federación de Héroes para hablar con esos imbéciles, así ellos podrán hacer algo respecto a éste tema-- se quejó Jaemin; zozobrado.

--Igual ustedes perderán, ¿sabes?. No tienen la cabida ni el coeficiente intelectual como para detener los planes de Jackal. Ni el mismísimo Mirrow Boy, podrá hacer algo respecto-- soltó Jaeno, entre fuertes risotadas.

--Cállate y empieza a caminar trozo de m*erda-- chirrió Jaemin; para luego tomarlo del brazo y obligarlo así a caminar.

Repentinamente, un sonido, o más bien un llamado interrumpió el apresurado andar de ambos superhumanos.

--Y vosotros, ¿a dónde creéis que van?-- habló Renjun, quién aún permanecía con esa extraña actitud.

--Vamos al infierno; ¡TRAICIONERO!-- gritó Jaemin, para luego lanzarle una enorme llamarada al contrario, quién simplemente la apagó con un muro de agua que había creado.

Por consiguiente, Renjun empezó a lanzar potentes chorros de agua que al final terminaron congeladas, debido a que Jaeno se había interpuesto entre la pelea de los otros dos presentes.

La acción del villano de hielo, dejó increíblemente sorprendido al de menor edad quién no podía creer lo que el mayor estaba haciéndo.

--¡NO TE QUEDES AHÍ PARADO, CORRE POR LA DIRECCIÓN QUE TE DI LUEGO TE ALCANZO!-- gritó el chico gélido, para luego crear dos espadas de hielo y empezar a luchar contra Renjun.

Mientras tanto, Jaemin obedeció y empezó a dirigirse hacía la salida con pasos apresurados, aún sin poder creer todo lo que estaba sucediendo.

¿Porqué ese chico vil y despiadado lo estaba ayudando?, ¿acaso se había olvidado de qué eran rivales?. ¿Y porqué demonios sentía una corazonada que le decía que ese villano era un conocido de su pasado?. Aquella lluvia de preguntas irrumpieron en su mente, y la inundaron con una velocidad increíble causando que el dibujo que tenía consigo como una reliquia llegara a su mente, trayendo como resultado una sola idea: Ese cruel villano era Jaeno, su primer y único amor.

Repentinamente, la alarma de la base se encendió causando que el superhumano se pusiera aún más nervioso. Necesitaba salir de ése lugar, pero con el criminal que lo había ayudado, pero el trabajo no lo tendría tan fácil como creía, ya que de modo sorpresivo cientos de soldados que servían para Jackal llegaron e interrumpieron su camino.

Sin detener el paso, el chico haciéndo uso de sus poderes de fuego acabó con cada uno de los soldados de la manera más rápida posible, hasta haber acabado con todos y cada uno de ellos.

--Ineptos...-- susurró el chico, mientras contemplaba por unos escasos segundos a los cientos de cuerpos sin vida, completamente rostizados.

Finalmente, el chico continuó su camino hasta que logró llegar a la salida del lugar. Pero por desgracia, una sorpresa no muy agradable le esperaba: