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Los cuatro jóvenes empezaron a salir de la costa cuando la oscuridad de la noche empezó a acaecer lentamente, cubriendo todo en la más profunda penumbra. Como si fuera poco, una inesperada tormenta volvió hizo su reaparición y comenzó a empapar todo a su paso por lo que el escuadrón de chicos decidieron irse a casa.

Kyungsoo contó por todo lo que había pasado, además de sus servicios prestados a Jackal junto a su séquito de mutados, sin mencionar a los otros cientos de reos que engañó y raptó a la fuerza de la Fortaleza de Hierro.

Y ahora aquel hombre ambicioso que resultó siendo el padre del amigo de su pareja, estaba pagando el precio de sus crueles acciones y todo por su obsesión hacía los superhumanos. Técnicamente Kim Jaejoong había matado a su madre al haber experimentado con ella y causado la aparición de sus poderes las cuales terminaron asesinandola como un cáncer irreversible en su última fase.

También era culpable de los años de agonía por los que pasó la humanidad, ya que varios de los primeros mutados escaparon de las instalaciones de experimentación y se aprovecharon de sus poderes para causar destrozos y hacer del mundo un completo desconcierto durante largos años. Por suerte el desenlace de esa historia ya conocida fue positiva y ahora tenía la esperanza de que la situación en la que vivían también tuviera un buen desenlace para todos.

Estaba consciente de lo que ése monstruo era capaz. Se enteró de lo ocurrido en la casa de la señora Lee (Madre de Taeyong), y aquello lo dejó sumamente perplejo y aterrado. Seguramente volvería con más poder que nunca y con el deseo de ocasionar más destrucción, desesperación y terror.

Pero sobre todo, de infestar las calles de Metrópolis de muerte. Sería una masacre nunca antes vista, una carnicería que nunca tendría fin... No hasta que alguien lo detuviera.

Suspiró entonces y cerró los ojos mientras el agua del imponente diluvio humedecía su rostro y telas que revestían su cuerpo moreno. El de tez bronceada y ojos dorados se sentía confíado por alguna razón aunque no sabía cual era.

Quizás solamente quería ver todo con buenos ojos y pensar que la catástrofe que se acercaba era reversible y podría traer la paz al mundo una vez más. No obstante, estaba consciente también de que aquel monstruo no se rendiría hasta matarlo ( Aunque técnicamente ya lo intentó una vez ) y hacer del mundo un verdadero caos.

Pero tenía el presentimiento de que aquella criatura estaba deseosa de algo tan grande que va mucho más allá de la comprensión humana. ¿Pero qué era ése algo? Era un enigma cuya respuesta no podía hallar.

Miró instantáneamente a Kim sin pensar. Seguramente él debía saber algo importante y no se lo estaba contando, cosa que en realidad no le extrañaría de su persona ya que él había estado ocultando la verdad de lo que realmente pasaba durante mucho tiempo, con el pretexto de que no podría hacerlo o de lo contrario la línea de tiempo se alteraría.

—Y en efecto, eso ha pasado— habló Jungwoo con su expresión calmada, ocasionando la extrañeza por parte de Donghyuck.

—¿¡De qué hablas ahora!?

—De lo que dijiste en tu cabeza sobre la línea de tiempo. Se ha alterado y ahora todo será peor que antes como consecuencia de que te llevé al futuro.

Al escuchar sus palabras, Haechan se detuvo inopinadamente y observó al encapuchado con asombro.

—¿¡Acaso puedes leer mentes!? ¿Por qué no me dijiste que tenías esa clase de poderes?

—Para empezar, no soy telépata. Sé lo que tú y otras personas piensan porque tengo una conexión con el tiempo y por lo tanto sé lo que pasa en tu mente, además de las acciones que tomaras en el momento exacto—.

SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌 Where stories live. Discover now