Capítulo 32

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...

-Pero que carajo- hablo mi mejor amiga, estábamos en un rincón del salón, al lado de las escaleras que guiaban al segundo piso. Abrí mis ojos de par en par y me quedé pasmada en mi sitio. Miguel llamó la atención de todos a través del micrófono y yo rogaba al cielo que aún no me hubiera visto- ¿Y ese quién es?- preguntó ella.

-Buenas noches a todos los presentes. Os pido una grandes disculpas si los incómodo, pero por hoy el servicio ha terminado. Agradezco que se retiren los antes posible- habló él. Todos los clientes se miraron entre sí- ¡AHORA!- exclamó, en un movimiento casi maquinal todos empezaron a levantarse y caminar a la salida. Lo acompañantes de Karina se levantaron y empezaron a caminar a la salida, su padre el señor Bairon se dirigió a su hija

- Papá vete tú, yo me iré con Annia- negué frenéticamente.

-No- contesté- Vete con tu padre, Kary nos veremos ahora- le dije, mi manos temblaban y mi tono no sonaba muy convincente, ella frunció el entrecejo- Por favor, vete- le suplique.

-Annia, ¿En qué te metiste?- me preguntó, la miré suplicando que se fuera y entonces, ella negó- No me iré- abrí mi boca ligeramente- En la buenas y en las malas, ¿Recuerdas?.

-Karina... Por favor, vete. Te lo contaré todo, pero será en el apartamento. Ahora te lo pido, te lo suplico, vete- estaba a punto de llorar y ella lo noto- no soportaría perderte, por favor- esto bastó para hacerla cambiar de opinión, asintió, me dio un beso en la frente y empezó a caminar junto a su padre. Miré a la pequeña tarima, él ya no estaba. Me dio un escalofrío en la columna vertebral.

mis manos empezaron a temblar violentamente. Mire hacia la barra que era donde había dejado a Lucifer y Aradia pero ya no estaban, eso me hizo temer aún más. La gente seguía saliendo del bar. Sentí una manos que se posaron en mis hombros, por impulso di unos pasos muy torpes hacia adelante para liberarme de su agarre, gire en mis talones para mirar de quién se trataba. Era Lucifer, cerré mis ojos un segundo, tenía que calmarme, estaba muy nerviosa. Miguel me había sentenciado a muerte, había dicho que se desharía de mi a como diera lugar y que hoy se apareciera en el bar me daba a entender que las cosas entre los dos habían terminado muy mal. Lo mire, me dije a mi misma que con él no me pasaría nada, no lo permitiría ¿o sí?. Aradia, bajaba las escaleras de forma apresurada, el bar ya estaba vacío completamente, solo nos encontrábamos nosotros tres. Lucifer me tomó del antebrazo de forma suave y empezó a caminar conmigo hasta la salida, su hermana venía detrás de nosotros, con cada paso que daba el miedo incrementaba, sentía que las rodillas me fallarían en cualquier momento, no podría llegar a describir toda la oleada de emociones que sentía y me abromaban, tanto que la cabeza me dolía y empezaba a marearme. El camino de las escaleras a la salida era realmente largo, o esa fue mi impresión, todo era silencio y eso me hacía poner los pelos de punta. Mi corazón no me dejaba concentrar palpitaba desenfrenado, tanto, que ensordecían mis oídos y el aire me faltaba. Nos detuvimos en seco, fue tan imprevisto que choque contra el cuerpo de él  y sin embargo, no se movió un centímetro, levante mi vista y me di cuenta que al frente de nosotros, bloqueando la entrada se encontraba Samshiel y todos los recuerdos en mi cabeza encajaron como una pieza de puzzle, por eso me había aventado del puente y me había dicho todo lo que me dijo, a eso se refería cuando dijo que su hermano ya me había salvado dos veces y que una tercera no podría. Él bloqueaba nuestras salida, "Mierda" susurro Aradia y yo me aferré aún más al brazo de Lucifer. Dimos media vuelta, pero como en las típicas escenas cliché, nos tenían acorralados. Miguel, nos miraba con una sonrisa de superioridad, la hermana de Lucifer estaba al frente de nosotros. Empecé a dirigir mi mirada hacia todos lados, tratando de encontrar una salida, no había ninguna, a excepción de la puerta que guiaban al callejón, pero estaba al otro lado del lugar. Miguel me miró a los ojos y ladeó un poco su cabeza.

Lucifer (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora