24 Maratón 1/3

4K 257 7
                                    

Capitulo 24 - Maratón 1/3


La oscuridad me rodeaba como una fuerza incapaz de dejarme avanzar, moverme o siquiera hablar.

Solo podía sentir.

El miedo me había tragado en su espesura amargándome dejándome sola como acababa de sentirme con esa llamada en cuanto las palabras se filtraron por mis oídos y llegaron a mi cerebro al instante adquiriendo sentido y dejándome paralizada y hundida en un dolor fuerte en todo mi ser.

Sus ojos aparecieron en mitad de la oscuridad, luego su sonrisa iluminó la oscuridad que me había tragado. Sus rasgos perfectos y atractivos se fueron dibujando hasta forma su cuerpo entero que tanto amo. Estaba a unos metros de mi sonriéndome como solo el hace derritiendo mi corazón y oprimiéndolo a la vez porque por mucho que luchara por acercarme a el era imposible.

Movió los labios lentamente pronunciando mi nombre en un susurro tan lejano que apenas era perceptible. No podía moverme y sentía un fuerte nudo en la garganta que no me dejaba gritar, de lo único que fui capaz fue empezar a llorar y llorar sin parar y cada vez mas fuerte.

La figura de Evan comenzó a desaparecer y quise gritar con todas mis fuerzas.

—¡Evan! —grité con todas mis fuerzas despertando de golpe desorientada, nerviosa con el corazón latiendo desbocado y respirando tan rápido que me maree.

Me encontré sentada en la parte trasera del coche y mis ojos se fijaron en el conductor donde se encontraba Jamie conduciendo. Paró en el semáforo y se giró a mirarme.

—Amber -dijo con alivio a la vez sorprendido—, ¿estas bien?

—¿Donde esta Evan? —pregunté casi sin darle tiempo a terminar la frase.

Jamie apartó la mirada un segundo de mi y se mordisqueó el labio:-Vamos de camino al hospital, pero tienes que calmarte.

Seguí respirando como si me fuera la vida en ello incapaz de calmarme. El nudo en mi corazón se apretaba con mas fuerza con cada segundo que pasaba y presentía que me desmallaría otra vez en cualquier momento, las lagrimas mojaban toda mi cara y seguían cayendo hacia mi ropa.

Jamie arrancó a velocidad mas rápida y me puse el cinturón con manos temblorosas y esperé lo que pareció un camino infinito hasta llegar al hospital y salí disparada del coche incluso antes de que Jamie pudiera aparcar correctamente.

—Amber, espera —gritó detrás de mi.

Atravesé las puertas del hospital y corrí por el pasillo como una loca psicópata llorando limpiándome las lagrimas de forma brusca para poder enfocar las dos chicas que se encontraban detrás de un mostrador.

—Evan Michaelson —casi grité con la respiración acelerada, entre cortada de correr y llorar al mismo tiempo.

Una de las mujeres rebuscó entre los papeles de encima de su mesa y tenía ganas de arrancarle las carpetas de la mano y buscar yo misma. Aparentaba unos cuarenta y tantos, con el pelo castaño recogido en un moño bien peinado, unas grandes ojeras, la piel áspera sin una gota de maquillaje, es bajita y algo gordita con el uniforma blanco del hospital.

—Si, se encuentra aquí —afirma leyendo la hoja con la información de Evan—. ¿Quien es usted?

—Amber Michaelson, su mujer —afirme en tono casi mordaz porque me esta haciendo perder el tiempo.

La mujer frunció el ceño levantando la vista de los papeles hacia mi:—Aquí no consta que este casado.

—Me importa una mierda lo que ponga ahí —gruñí de malas maneras—. En que habitación se encuentra.

Atracción fatal ✔️ (Atracción #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora