Omega a sueldo. [YugKook, omegaverse]

❝Capítulo quince.❞

YuGyeom no se iba a esperar que después de aquella pequeña escena hecha por el omega dos noches atrás éste también haría la ley de hielo con él.  

Pero así fue, JungKook no le hablaba, sabía que estaba dolido y que por mucho que le hablara éste le ignoraría, incluso si fuera algo importante.

Aunque podría estar vengándose simplemente. Sin embargo, YuGyeom estaba completamente de acuerdo con lo primero, seguramente el omega estaba enfadado y dolido con él.

Ahora entendía como se había sentido JungKook ese día, siendo completamente ignorado cuando él se esforzaba por mantener la amistad que habían creado durante esos casi cuatro meses que llevaba el omega allí. ¿La estaba jodiendo? Probablemente, ¿qué iba a hacer ahora?

Suspiró volviendo al presente, donde DongKyung estaba apoyado en su brazo izquierdo mientras veían una película infantil. JeongYun aplaudía cada vez que pasaba algo romántico y es que el niño era tan receptivo al amor y tan cariñoso que a la mínima cosa de afecto el niño se emocionaba y aplaudía, no sólo pasaba con las películas, si no que también se exaltaba cuando veía a sus abuelos y a ChangKyun y JooHeon.

HyeongJi miraba la película con un aspecto aburrido por el contrario, su hermano gemelo la miraba con sus mejillas rosas que después de su presentación eran bastante más visibles y más brillantes.

—¿Cuánto queda de película?-preguntó la cachorra jugando con sus manos por el aburrimiento, sus dos hermanos hicieron un siseo al unisono para que se callara. YuGyeom sonrió y se acercó a su hija para susurrarle al oído que quedaba media hora y que si se quería ir que lo hiciera, que no estaba obligada a verla.

La niña se encogió de hombros y se fue, chocando con JungKook que justamente entraba por la puerta del salón, buscando el libro que le había prestado a DongKyung de astronomía infantil.

—Perdón, Hye-sonrió cuando la niña negó con la cabeza restándole importancia y yéndose por donde había entrado el chico.

YuGyeom giró la cabeza al escuchar la voz de JungKook y oler su aroma, se estremeció cuando sus ojos conectaron, ignorando eso, volvió a girarse para atender a la película. Sintiendo un pequeño dolor en el pecho que pasó por alto.

Sintió como JungKook se acercaba a ellos a paso lento, sin hacer mucho ruido. YuGyeom intentaba desentenderse de las acciones del azabache, pero era imposible, teniéndolo ahí, casi a su lado, arrodillado mirando al niño que estaba apoyado en su brazo.

—DongKyung, cielo, ¿Dónde está el libro que te presté?-le escuchó preguntar al niño, éste se removió en su lugar cansado y se acercó al omega para susurrarle y así no molestar a su hermano que miraba la película concentrado.

—Está en mi habitación, lo dejé encima de la cama.-le informó el niño y JungKook se limitó a asentir, levantarse y remover los cabellos castaños del pequeño niño.

Y sin más, se fue de ahí, YuGyeom pudo comprobar como el chico de verdad lo estaba ignorando, el omega le había dado una breve mirada y después se había ido con el mentón en alto, pasaba de él rotundamente, estaba enfadado y demasiado. Suspiró, debería pedirle perdón, hablar las cosas con el chico y quizás volver a empezar, no es que se arrepintiese del beso, de verdad que lo disfrutó. Estaba harto de pensar siempre lo mismo. No volvería a dejar a su conciencia hablar por él, por mucho que le costara admitirlo, su conciencia y su confusión habían conseguido que el alfa utilizara la ley de hielo y ahora el omega se la había devuelto.

Lo importante ahora, ¿cómo le iba a pedir perdón si el omega le ignoraba? Suspiró frustrado, debería estar atento a la película, sus niños habían pedido noche de película y él debería estar ahí, atento a ella. Pero no, estaba pensando en cómo pedirle perdón a un omega que le ignoraba porque él era un idiota.