❝Capítulo diecisiete.❞

3.8K 394 48
                                    

-'·Boy in luv.·'-

Pasada esa semana en la que Hoseok y TaeHyung tendrían que esperar para poder irse de la manada para solucionar aquello que involucraba la demografía de la manada, la cuenta atrás había finalizado, por la mañana del día siguiente se irían temprano, dejando todo al mando de HyeSoo, ChangKyun y YuGyeom, aunque el último sólo realizaría acciones si algo grave llegara a suceder en la manada, cosa que era realmente poco probable.

TaeHyung últimamente estaba demasiado pensativo y distraído, Hoseok lo había notado pero aún así no había dicho nada pues él mismo también estaba algo distraído, ambos miraban ahora mismo como el omega más joven jugaba con las manitas de JeongYun sonriendo con las mejillas un tanto rojas por el calor de la calefacción. 

—Vamos, JeongYun, tómate la leche y después jugamos-regañó el omega mirando como el niño asentía mirando el tazón de leche con forma de patito en frente suyo.

—¡Pero después jugamos con los peluches!-gritó el niño emocionado. JungKook asintió y le acarició el cabello, sintiéndose observado se giró, la pareja líder le miraba con diferentes muecas respectivamente, TaeHyung le miraba preocupado y el alfa más bien curioso.

—¿Pasa algo?-preguntó el omega, mirándoles con el ceño fruncido.

Hoseok negó con la cabeza lentamente y volvió a mirar el periódico que tenía apoyado en la mesa.

—¿Estás bien, JungKook?-preguntó Tae, juntando las manos por sobre la mesa. JungKook tragó en seco, mirando al omega mayor que él. 

Y es que desde que leyó la carta y les había contado lo que sucedía por la familia Jeon todos le trataban más cuidadosos, como si estuviera enfermo o fuera un niño, le preguntaban constantemente si estaba cómodo o si estaba bien, obviamente estuvo algunos días cabizbajo, lamentándose por la muerte de su madre, llorando alguna que otra vez por las noches, por la tarde o por la mañana, dependiendo del rumbo de sus pensamientos. Y esos días en los que no estuvo anímicamente bien, todos se preocupaban muchísimo más. Bueno, todos menos YuGyeom.

El alfa simplemente cuando podía se acercaba a JungKook y lo trataba normal, como si no hubiera pasado nada, aunque algunas veces le había pillado llorando y YuGyeom se acercaba a él, lo envolvía en sus brazos y en su aroma y entonces el lobo de JungKook sentía que nada más que YuGyeom y él existían. Sintió como su estómago dió un respingo ante aquello y es que llevaba mucho tiempo replanteándose el por qué cada vez que pensaba en YuGyeom se sonrojaba, sentía cosquillas en su estómago y su lobo se ponía ansioso. Según todas las películas románticas infantiles de Jeong, YuGyeom le gustaba, pero no, era imposible, a él no le podía gustar YuGyeom, no, claro que no...

—Buenos días-casualmente YuGyeom entró por la puerta junto con los dos gemelos, sonriendo y riendo por las bobadas de ambos. Sentándose en una de las sillas dando un ligera mirada a todo el lugar.

JungKook se sonrojó y apoyó su frente en la mesa con cuidado, sí, definitivamente le gustaba YuGyeom, ¿qué mierda iba a hacer ahora?

TaeHyung volvió a mirar al omega, frunciendo el ceño al verlo ahí apoyado.

—¿JungKook? ¿Estás bien?-preguntó otra vez, esta vez todos enfocaron su atención al omega, haciendo que éste se sonrojara más. JungKook levantó la cabeza de la mesa, mirando solamente a Tae haciendo toda la fuerza posible para no mirar a YuGyeom, Kook asintió nervioso dando una leve sonrisa.

—¿Seguro?-preguntó Hoseok viendo como el azabache abría los ojos sorprendido, sin saber qué contestar.

—Sí, sí, no hay problema, estoy perfectamente.-dijo atropelladamente y le agradeció a todos los dioses que existieran cuando JeongYun le agarró del brazo queriendo su atención y alejándole de la conversación.

Omega a sueldo. [YugKook, omegaverse]Where stories live. Discover now