cinco: primera interacción

1.9K 262 60
                                    

Chenle aún confundido y desorientado volvió a su cama para retomar el sueño, aquello que había visto fue muy... extraño, demasiado. No entendía que carajos era, pero rápidamente lo relacionó con lo que dijeron Mark y Jaemin en la cena.

Decidió no pensar más en eso y se arropó con sus sabanas amarillas para poder retomar el sueño.

A la mañana siguiente se despertó gracias a la luz que entraba por el ventanal, además de todo el ruido que hacía Kunhang. Frotó sus ojos con sus manitas y bostezó, aún estaba cansado y tenía los ojos inchados. Sin muchas ganas se levantó de la cama, lo hacía solamente porque tenía hambre y debía alimentarse para no morir.

- Buenos días.- Saludó a su papá, el cual estaba en la cocina haciendo el desayuno.

- Buenos días mi niño, ayúdame a servir la mesa, por favor.- respondió aún concentrado con lo que estaba haciendo.

El omega colocó varios platos y cubiertos en la mesa, ayudó a servir la comida y cuando todo estuvo listo llamó su familia para poder comer todos juntos.

- ¿Cómo te sientes hoy, cariño?- le preguntó su padre alfa.

- Mejor.- respondió probando su comida.

- Si vuelves sentirte mal, no dudes en avisarnos, y si es necesario volveremos a Seúl.- Dijo Kun. Le preocupaba mucho el bienestar de su hijo, y se notaba en sus ojos.

- No.- respondió cortante apretando el cubierto que sostenía en su mano.- No vamos a volver a Seúl.

- Bebé, se que no quieres, pero si vuelve a suceder algo como ayer tendremos que volver, lo más importante es tu salud.- Kun miró a Chenle y le acarició su mano por encima de la mesa, con un instinto protector.

- Está bien.- se limitó a decir y rápidamente quitó su mano libre, continuó comiendo y decidió no tomarle más atención a lo sucedido.

Toda la familia pudo notar como el comportamiento del más pequeño de la casa había cambiado drásticamente, seguro seguía afectado por lo que sucedio en casa de los Nakamoto.

Chenle suspiró pesadamente y se lanzó a su cama, no tenía nada con que distraerse. Tomo su celular e intentó divagar en las redes sociales, pero no pudo debido a que la señal era muy pobre en esa zona del pueblo. Maldijo en voz baja y miró al techo.

Tenía que hacer algo, no podía quedarse todo el dia estancado y pensando en lo que pasó ayer, debía mantener su mente distraída de eso.

Se levanto de la cama y de su maleta sacó un cambio de ropa, no podía estar todo el día en pijamas. Se puso las otras prendas y se sintió dispuesto a salir de casa.

-¿A donde vas, cariño?- le pregunto Kun al verlo bajar por las escaleras.

- Voy al patio.- respondió secamentte y salio al patio trasero.

Era un patio grande, tenía un columpio un tanto oxidado y un almacen viejo, también habían unos muebles como para beber té y cosas así.

Chenle se sentó en el columpio, pero al balancearse pudo escuchar un fuerte e irritable rechinar que provenía del mismo. De inmediato paró, el ruido que transmitía era muy molesto, estaba decepcionado, quería poder divertirse por un rato. Vio el almacén y una idea se le vino a la mente, quizá allí adentró haya un poco de aceite para engrasar el columpio. Se levantó del mismo y caminó hasta el almacén.

Al entrar al pequeño cobertizo notó como la mayoría de herramientas y otros objetos estaban cubiertos por una gruesa capa de polvo.

Buscó en los gabinetes, estantes y demás, pero no pudo encontrar aceite para el columpio, tal vez le pueda decir a su padre para ir al pueblo y comprar un poco.

vanilla; chensung; omegaverseWhere stories live. Discover now