5.La Mirada

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Vladimir Spiknof, su familia hablaba mucho de él sobre su intelecto y que es una lástima que haya sido reclutado en el ejército, alguien con tantas posibilidades de crecimiento económico y social, pero cuando tocaron esa puerta y un general explicaba porque el tenía que ser reclutado si se negaba y reprochaba los fusilarían, pero él no quería morir, no le quedó de otra más que aceptar y viajar al otro lado de su país.
Ya estaban llegando a Moscú y una empleada del avión lo despertó. Un poco malhumorado se despertó y cuando tenían que salir él se bajó, tenía una mirada traspasante, se quedó mirando un poco la zona tratando de buscar un mapa para ubicarse, desde lo lejos miró a la pareja de ancianos que vió en el avión y les iba a pedir direcciones pero los señores estaban hablando con una señorita muy bonita, ella lo miró y él le devolvió la mirada y notó que ella se sonrojaba y mejor decidió irse, afuera estuvo caminado por la carretera porque no tenía dinero, o más bien si tenía pero no lo quería malgastar en un taxi, lo que tenía era lo justo para un traje y no morir de hambre en tres días así que tenía que buscar trabajo rápido, en el camino no se molestó en pensar porque estaba muy fatigado pero algo en la mente le aturdió: "Estará viva mi mamá... Hace mucho que no la veo, la extraño, extraño su deliciosa comida y como preparaba la sopa, y su cariño, el calor de sus brazos, y sus labios besandome en la mejilla" , recordaba a la perfección donde vivía pero tenía que caminar mucho.
Vladimir llegó a una antigua casa porque también perteneció a sus abuelos pero estaba en perfecto estado, subió las escaleras una por una y tocó la puerta...
-¿si? - dijo una vocecilla a través de una rendija- ¿quién es?
-Soy Vladimir Spiknof hijo de Martha Riab
-¡Hijo mío! Por fin regresaste, ¿cómo te escapaste?
-no me escapé madre yo pedí que me dejaran salir y eso hicieron.
Entonces se hizo un silencio y Martha lo dejó entrar y en la sala había una caliente chimenea, galletas y un poco de té.
-cuéntame ¿cómo saliste exactamente de ahí?
-no quiero hablar de eso, estoy muy cansado...
-pero no te duermas ahí -lo llevó a un cuarto con una cama algo polvosa-aquí puedes dormir, solo le hace falta un poco de limpieza.
-esta perfecto mamá, ya extrañaba una cama así porque en el ejército solo hay camas duras, ni con el tiempo se hacen cómodas- notó que hablaba como soldado pero lo dejó de hacer aunque le costó un poco- buenas noches mamá.
Martha salió del cuarto y dejó sólo a Vladimir, quien se durmió de inmediato.
Al día siguiente fue con su madre a una tienda de ropa para buscar un traje porque lo necesitaría en una entrevista de trabajo. Compraron una negra y una corbata azul, se despidió de su madre y entró en una empresa llamada "para el niño" se estaba buscando empleado para hacer cuentas de los bancos y demás cosas. Entró con un curriculum muy grande a diferencia de los otros, entonces lo llamaron para la entrevista.
-Buenas tardes
-muy buenas tardes
-y bien cuénteme sobre su experiencia laboral
-no... No tengo experiencia laboral solo he estado en el ejército por el reclutamiento
-muy interesante, entonces dígame ¿qué puede hacer usted?
Vladimir le explicó toda su historia...
-bien, entonces... - Dijo el entrevistador mirando unos papeles--lo llamaremos en dos días para decirle si lo necesitamos...
Vladimir salió un poco satisfecho, pero decidió quedarse un rato en recepción y pasó el entrevistador con otro empleado y le oyó decir "fué militar entonces debe de ser educado y sigue órdenes..." eso lo llenó de alegría porque el señor lo decía como una ventaja, pero no quería hacerse la idea que lo contratara.
En casa de su madre le contó todo sobre su entrevista ella le contestó con un "más bien que te contraten" Vladimir caminó un poco tenso a su habitación y empezó a pensar en la mujer que vió en el aeropuerto pensando en su cara, una hermosa cara y en sus ojos imaginandose una tarde con ella en el parque mirándose uno al otro, pero luego se dijo a sí mismo "¿que me pasa, porque pienso esto? Sé que nunca la voy a volver a ver y nadie me va a amar voy a morir sólo, tengo treinta años, ¿quien va a querer un hombre de treinta años? ¡Nadie!"
Entonces se durmió un poco triste...y su último pensamiento fué en su trabajo, deseando que sea contratado.

Amor ruso "Nacidos Para Amar 1"Where stories live. Discover now