Polos Opuestos [Furry/Yaoi]

Trabajo En "Parejas".

«Derrumbándome durante una noche entera»
«Pasaba por alto todos aquellos detalles que me hacían feliz»
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PoV Oziel.
(Point Of View, punto de vista).

Veía aviones y bolas de papeles por todos lados —esquivando algunos de estos con movimientos leves— recibía algunos que ni siquiera estaban dirigidos hacia a mí. Tolerando, intentaba centrarme en seguir tocando la guitarra. ¿Dónde la había conseguido? Larga historia, que ocurrió durante la misma hora.

El curso era todo un chiquero dividido en tres grupos. En un lado había una guerra de papel arrugado, en el otro había una partida de "Uno" que parecía a muerte porque había dinero de por medio, y en la esquina, donde se encontraba el chismógrafo.

Era evidente que ya todos se sentían en confianza, cuando ni siquiera había pasado un día de clases. En el fondo había una buena convivencia, todos se encontraban entre risas, captaba y analizaba aquello pensando si realmente hacía bien en quedarme algo alejado de todo el curso. Me notaba tímido, junto a mi guitarra entre los grupos de donde jugaban cartas y donde hablaban mamadas.

—Amiga, esa relación fue más falsa que lo de Shawn y Camila —Recitó Megan, leyendo por instagram lo que había dicho alguien mientras seguía hablando con el zorro del grupo.

—AMIKAA, si la tipa al final quedó como la selena cuando terminó con el Justin, ese que cantaba beibi, que luego de eso cantó sorri y ahora está cantando Yummy—habló otra chica, metiéndose a la conversación —REAAL, ahora adivino que ella ahora después de unos días se irá donde hay pura putería y zorrismo.

—Esa relación, más tóxica no podía ser —agregó, un lobo que se unió a la charla.

—Chale, ¿Vieron el mame de la canción de Yummy? Yo creo que él estaba con Selena porque había algo que tenían en común. Ese brillo en ambos ojos como que ya no lo veo.

Con un dolor de cabeza, ya ni sabía de lo que estaban hablando, transcurría todo tan rápido por los tantos sentidos que tenía activados. Esquivando papeles, escuchando de qué hablan mientras veo si alguno termina dando un riñón con las apuestas que ya están comenzando a ser muy altas. Todo eso, sin contar que debo concentrarme en afinar las cuerdas y en tocar las notas correctas.

Con los hombros tensados, respiraba hondo intentando tranquilizarme para ver si podía continuar mis actividades de manera eficaz. Cosa que resulta inútil ya que ni siquiera puedo oír lo que yo mismo puedo tocar.

—Hoy desperté con ganas de besart-... —recité en voz baja intentando tocar las notas correctas, cuando unos segundos después, un papel me llegaba en la cara interrumpiéndome.

Sintiéndome en ridículo, dejé la guitarra a un lado lateral del asiento. Con impotencia, me apoyé en la mesa colocándome nuevamente con los brazos cruzados para ver si podía cerrar los ojos y olvidarme de todo.

—Me miras, como si no existiera —murmuré para mí mismo, completamente estresado exhalando leves montones de fuego azul indefenso. Extrañado, me sentía raro por encontrarme sentimental. No era para nada algo habitual, al contrario, lo odiaba.

Completamente agotado, observaba la situación en el salón. Notando que un panda opaco se encontraba en similares condiciones que las mías, me resultaba algo interesante, ya que un leve brillo brotaba de él por encima de su cabeza. Pareciendo algo mágico, lo miraba detenido.

—¡EL PROFESOR ESTÁ POR LLEGAR! —gritó alguien con fuerza, un coyote que se ubicaba asomándose por fuera de la puerta. Vigilando el pasillo junto a una coneja.