capítulo xviii

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Luego de aquello, tanto Chisaki como Suni decidieron tener un tiempo a solas. Sin embargo, algo que no cuadraba en su mente era la siguiente pregunta: ¿qué eran ellos?

La azabache golpeaba las teclas del instrumento siguiendo la partitura que se encontraba apoyada en el atril de este. Leyendo y moviendo sus manos automáticamente, sin perder el ritmo pero al mismo tiempo, intentando mantenerse hundida en sus pensamientos. Todo aquello se esfuma cuando toca la nota equivocada, siempre en la misma parte y cinco veces seguidas desde que empezó. Suelta un quejido mientras que hundía su cabeza entre su brazos apoyados sobre el instrumento, sintiéndose frustrada.

Cerrando sus ojos con fuerza, aquella pregunta vuelve a invadir su mente. Ambos actuaban como si tuvieran más que una amistad, ella creía eso pero sabía que al castaño no le importa en absoluto el tipo de vínculo que tienen ambos. Ella nunca sintió atracción por alguien, era la primera vez en toda su vida y siempre se mantenía indiferente con ese tema, pero Chisaki invadía prácticamente parte de su cabeza.

No estaba enamorada, sentía atracción.

Levantándose de su lugar, tomando sus pertenencias. Sale de su hogar para encaminarse a quién sabe donde, tenía una idea fija pero no sabía el camino de ida y mucho menos de vuelta. Por lo que, aprovechando de que aún era de día y así evitando problemas, intenta recordar el recorrido.

Sin saber si realmente lo iba a hacer bien o si terminaría en cualquier lugar menos en la casa de los yakuzas.

*・゚* ephemeral *・゚*

Soltando un suspiro de triunfo, se encontraba frente a la casa de fachada japonesa. Totalmente protegida por dónde la veas, sin poder ver más allá de los muros que se interponen ante tu vista.

Se acerca a la puerta y rápidamente una persona se acerca a ella, mirándola de arriba y abajo como si intentara reconocerla. Sin embargo, luego de mirarla de una forma tan... ¿amargada? La deja pasar sin ni siquiera decir algo. Ella simplemente hace una reverencia y entra al lugar sintiéndose totalmente privilegiada.

—Gracias, gracias —habla mientras se adentraba al lugar de espaldas y sonreía de manera agradable al hombre que tenía cara de pocos amigos.

Tan rápido entra, tan rápido la toman de sorpresa.

—¿Qué haces aquí? —Un escalofrío recorre su cuerpo dejando sus cabellos de punta y voltea en dirección a la voz que había hablado.

Se encuentra con el platinado mirándola desde la casa mientras encarnaba una de sus cejas.

—¡Ah, moshi moshi! —exclama totalmente nerviosa pero con una sonrisa mientras se acercaba a él dando pequeños saltos—. Me has descubierto.

—¿Overhaul te ha llamado?

—No, he venido por cuenta propia. Me perdí varias veces pero me alegra haber llegado hasta aquí —respondió mientras tomaba sus manos por detrás.

—Si él no te ha llamado, no creo que necesite verte, Suni.

—¡Eh, Chrono-san! —exclama arrastrando sus palabras—. Chisaki no va a molestarse, ¡deveras! Pero si es lo contrario, me iré por cuenta propia. ¡Lo prometo! —exclama mientras juntaba sus manos en forma de plegaria y chocaba su frente contra ellas.

El platinado solamente suelta un suspiro y coloca su máscara ocultando su rostro totalmente irritado. Ella no le molestaba pero si a Overhaul no le agradaba su visita, el regañado iba a ser él.

—Sígueme.

—¡Ah, eres el mejor! ¡Hari! —exclama la muchacha feliz mientras se posiciona a su lado y comenzaba a contarle cosas sin sentido.

𝑬𝑷𝑯𝑬𝑴𝑬𝑹𝑨𝑳 ─── º❍。 overhaul/chisaki kaiWhere stories live. Discover now