capítulo xxiii

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El cuerpo de la muchacha estaba totalmente sudado debido a la alta fiebre que tenía en aquel momento. Respiraba con dificultad, sus labios comenzaban a tener un tono azulado que comenzaba a alarmar al muchacho que la tenía entre brazos.

La arropaba contra su cuerpo, cubriendo su cuerpo totalmente débil con la chaqueta que usualmente usaba. Chrono había sugerido ir directamente al médico que atendía especialmente a los yakuza, con la idea de que, si la llevaban a un hospital, iban a llamar la atención del lugar con solo su presencia. También con la idea de que la familia de Suni se enterase de el lazo que tenía con ellos y provoque más problemas de lo que ya había.

Chisaki por más que le moleste el contacto físico, se rehusó a que el peliplatinado lleve a la muchacha en sus brazos. Por momentos, veía su rostro transformarse en una mueca de dolor. Observando aquel liquido rojo en pequeñas manchas secas en su rostro y algún que otro golpe que comenzaba a dejar su marca en un moretón.

Lamentaba aquello, aunque no quisiera decirlo, lamentaba que ella estuviese en una situación como esta. Cuando simplemente hizo lo que pudo para darle una mano.

—Chisaki —habla de pronto la muchacha mientras fruncía el ceño por un gran dolor de cabeza.

La lluvia había comenzado a caer por la ciudad, dejando escuchar las pequeñas gotas que chocaban contra el automóvil y dejándolas caer lentamente por el ventanal.

El nombrado simplemente atiende a su llamado, quién simplemente niega dándole la orden que no hable hasta llegar al lugar. Chrono solamente se mantiene a su lado, atento al camino a recorrer.

—¿Te gusta la lluvia? —pregunta ella ignorando sus palabras.

Desde los brazos del muchacho, miraba con detenimiento como las pequeñas gotas emprendían una carrera de quién llegaba más rápido al borde del ventanal para luego perderse en el final. La calidez de aquel lugar la relajaba aunque tenía demasiadas preguntas pero no la suficiente fuerzas como para hacerlo ahora.

El de orbes mieles simplemente mantiene el silencio. Como siempre, aquel silencio inexpresivo y sin respuestas que dejaba un gran espacio en blanco entre ellos.

La azabache simplemente mantiene la mirada allí. Por más que tenga dudas, estaba agradecida de saber que estaba totalmente a salvo. Sin embargo, también sabía que este podía ser el último momento junto a él. De seguro ya no querría saber de ella porque le causaba problemas, capaz él tome la decisión de alejarse por cuenta propia o, mejor dicho, deshacerse de ella como tenía que haberlo hecho de un principio.

Pero no, no quería entrar en aquellos pensamientos que rondaban por su cabeza ahora. Por más que se sentía fuera de lugar, como si comenzara a abandonar cada parte de su cuerpo debido al liquido que le habían inyectado. Ella estaba agradecida con estar allí, con él.

Con una sonrisa, simplemente deja salir unas pocas palabras: —A mi también me gusta.

*・゚* ephemeral *・゚*

—¿Cuánto tiempo va a estar? —Chrono habla con el médico que había llevado consigo a la muchacha.

Overhaul solamente escuchaba la conversación que ambos tenían en completo silencio. Había momentos en que hacia caso omiso a sus palabras y se centraba en sus propios pensamientos. Podía haber muerto, pero llegó justo en el momento. Por un instante, creyó con todos sus sentidos que ya era demasiado tarde. Que cuando él llegue a la escena, solamente esté su cuerpo totalmente inerte.

Aquello lo toma de imprevisto, nunca había tenido aquella sensación de abandono en su pecho después de que sus padres desaparecieran por completo de su vida. Dejándolo solo, solamente reconoce que lo sintió con el viejo Pops pero nunca con alguien más hasta que llegó la azabache a su vida.

𝑬𝑷𝑯𝑬𝑴𝑬𝑹𝑨𝑳 ─── º❍。 overhaul/chisaki kaiWhere stories live. Discover now