2. Lo Inesperado

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Llegué al lugar donde me había puesto la vez pasada.

El sol hacía ver el ambiente vivo. El horizonte denotaba la tranquilidad que hacía falta en mi existencia. Las plantas hacían lucir lo vivo y lo misterioso del ambiente armonioso pero a la vez extraño y desconocido por mis cinco sentidos. El olor que se sentía era agradable a mis fosas nasales, ese olor a tierra húmeda y percibía confusión, debido a las constantes situaciones que se me presentaban. La desorientación y falta de comprensión de parte de mi mamá me tenía envuelta a lo que tanto temía. Si hablo de lo que el destino nos prepara y que parece inevitable e irrevocable. Buscamos respuestas cuando en realidad necesitamos pensar muy bien en un lugar tranquilo o a veces dejarnos llevar de lo que nuestro corazón dice y que casi siempre no ponemos atención y nos volvemos tan cerrados. Por eso es que vengo a este lugar. Los pájaros cantaban con emoción. Emoción que no percibía totalmente.

En ese preciso momento ya me estaba desprendiendo de lo que yo sentía.

No sabía exactamente si era rabia o decepción o quizás remordimiento por no haber golpeado a la chica sin cerebro que hizo de mi día un sentimiento que no lograba comprender bien. Mis pensamientos comenzaban a adueñarse de mí y me puse a pensar en que necesitaba a alguien para desahogarme. Revisé mi celular y decidí llamar a los chicos que había conocido en la secundaria. Sabía que sabrían comprenderme y así lo hice.

Quedaron de venir en pocos minutos que para mí se hicieron una eternidad.

Narra Kim

Ya estaba en el lugar y a lo lejos donde el sol se oculta al anochecer pude observar a una chica con los mismos rasgos de Trini. Su piel brillaba ante las radiaciones del sol con luminosidad dominante. Lo que me pareció algo digno de admirar y más precioso que estar en un campo lleno de margaritas y plantas posadas en un césped con un verde tierno.

Determinada y con convicción me acerqué a la chica. Parece que no se ha dado cuenta de mi presencia.

Mientras más me acerco me convenzo de que es Trini. Aunque esté de espaldas. Lo único que podía identificar es su camisa y su tez pálida.

Esta es una coincidencia o parte del destino. Ahora podré explicarle a Trini lo que en realidad pasa por mi cabeza y espero me comprenda. No es que me comprenda a mí misma, ya que siempre he pensado tener la razón, no obstante con esta chica aunque la conozco muy poco logré reconocerme a mí y a mis acciones.

Con cada paso que doy siento más los nervios en mí.

El temor a que no me deje decirle porque lo hice y pedirle disculpas por mi actitud que no fué agradable se hacía presente a través de cada movimiento que daba.

¿Qué me pasa?¿Por qué me importa tanto lo que Trini piense de mí?¿Será que me estoy enamorando de?... No puede ser.

Mientras mi mente intentaba aclarar cada punto y poner cada pieza del rompecabezas miraba a una Trini solitaria que muy en el fondo sufre.

A unos pasos de la chica intenté calmar mis nervios y hablarle.

Narra Trini

Sentía una presencia de alguien muy cerca de mí.

Cuando volteé miré a Kimberly con sus ojos a punto de llorar.

Quiso acercarse lo cual no le permití. Lo que había hecho sin conocerme no es algo para querer lanzarse a los brazos de ella. Aunque les confieso que mis ganas eran de abrazarla sin importar lo que hubiera hecho, pero me aguanté y no lo hice o al menos por ahora.

No Es Para MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora