ÉL - Un Verano En California [US #1#]

C A P Í T U L O 5

N/A: Recomiendo leer este capítulo escuchando la canción de SIVIK, titulada: High. No es estrictamente necesario pero os ayudará a adentraros más en el contexto.😌

Nuevos personajes que se introducen en este capítulo, pero que además siguen nombrándose a lo largo de la historia:

📖💕

—¡Mover el culo! —Maite sacó medio cuerpo por la ventanilla del asiento trasero y agitó la mano para indicarnos que fuéramos. 

   Ya montados, nos encontrábamos de lo más apiñados. Unos encima de otros. Al fin y al cabo íbamos nueve en un coche de cinco. Por si eso era poco, hablaron sobre que había sido un desastre ya que aún teníamos que recoger a un chico más. Un tal Marc. 

  Le pregunté a mi prima con las cejas unidas, extrañada y me explicó quién era. Sus abuelos eran estadounidenses; sin embargo, se fueron a vivir a Barcelona, de modo que sus padres se criaron allí y que Marc nació en Marbella pero luego volvieron a Santa Mónica. En resumidas cuentas, formaba parte del grupo pero se había ido dos semanas a Marbella. 

  Me tocó sentarme sobre el regazo del pervertido de Jason y eso me hizo plantearme si ir en el coche o pegarme una larga caminata hasta el centro comercial. Otra de las opciones era hacer autostop y esperar a que una persona caritativa parase y aceptase llevarme hasta allí y durante el camino solo podría rezar para que no me dejaste tirada en la cuneta con una vida perdida entre mis brazos. 

  —Conduce tú. Eden se sienta encima de mí —en el momento que Justin dio la palabra con autoridad me quedé petrificada y para ser sinceros, todos lo hicieron. 

  Clavaron sus ojos sobre él con clara confusión en sus miradas. Sophie, que sostenía sobre sus piernas a Hillary, estalló como si fuera una bomba de relojería. Sinceramente, no podía culparla, yo también me habría puesto celosa. 

  —¿¡Me tienes a mí y te vas a ir con esa furcia!? —le asió por el brazo con fuerza pero Justin se zafó con un movimiento brusco de sus dedos. 

  Quería echarme encima de ella y arrancarle los pocos pelos de plástico que tenía en la cabeza, pero sabía que eso era lo que quería… que me crispase y no le iba a dar el gusto, yo tenía más educación que ella. 

  —Tranquilízate. Qué es una persona no un tiburón, no me va a hacer nada —le contestó Justin con cara de pocos amigos. 

  En aquel momento, una sonrisa se dibujó en mi rostro y conseguí que Sophie me viese sonriendo. Tenía la cara roja de la furia y casi podía ver sus oídos con humo.