Cinco

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Quité de una patada a Obito y me puse de pie rápidamente.

—Claro que no interrumpe nada -dije mirando como Obito se levantaba a dolorido.

—M-maldito Kakashi -me maldice entre un quejido.

—Veo que estaban ocupados -sonríe de lado.

—No lo creo -dije tratando de sonreír, misión fallida.

—¿Que hace aquí maestro? -pregunta Obito.

—Solo iba de pasada nada mas, pero tú ¿que haces aquí? -ahora Minato interroga.

—E-eh y-yo...¡oh! Mire la hora me tengo que ir ¡Adiós! -dijo apresurado Obito, salió de la habitación como rayo.

La habitación se quedó en silencio, no sabía que pensaba Minato.

—La verdad yo...-cuando estaba a punto de explicar el cuerpo grande de Minato se abalanzó sobre mi y me acorraló en la cama.

—¿Tu que? Vas a decirme que estabas apunto de besar a Obito ¿no? -dice muy cerca de mi rostro.

—No, que asco -replico —él solo...-y me volvió a interrumpir pero esta vez con un beso.

Sus labios se movían como expertos sobre los míos. Apenas seguía ese beso desesperado.

—Mina...-su lengua entró en mi boca haciendo que todo mi cuerpo perdiera uso de la razón. Su toque tibio comenzó aturdir mi cabeza.

Su cuerpo se frotó contra el mío, y no evite gemir entre el beso. Sus besos húmedos bajaron por mi cuello haciéndome estremecer. Mi parte baja comenzó a reaccionar y una notable erección se formó bajo mis pantalones.

—Que lindo -habló ronco, su mano bajo por todo mi pecho hasta tomar mi erección aún sobre mi ropa.

—Ugh -mordí mi labio para no sacar sonidos vergonzosos.

Eso no le gustó para nada a mi maestro, volvió a besar mi boca y jaló mi labio con fuerza, el sabor metálico lleno mi boca.

—N-no -jadeo.

—Shh, hoy harás lo que yo quiera ¿si? -mis ojos se comenzaron a cristalizar tanto por el dolor como el placer. Ya no pensaba bien y como le mencioné a mi maestro "puede pedirme lo que sea"  esas fueron mis palabras y como hombre debo cumplir mi palabra.

—S-si...-dije. Busque el toque de sus labios y él no me rechazo.

Nos volvimos a besar esta vez metí mis manos debajo de su ropa para acariciar  su espalda, sus manos también jugaron con el elástico de mi pantalón. Nos separamos para tomar aire y en proceso comencé a despojarme de mis prendas hasta quedar en ropa interior, la mirada de mi maestro no se apartaba de mi cuerpo haciendo que me sonrojara.

—Eres realmente hermoso, Kakashi -dice besando mi mejilla para luego bajar a mi cuello, su lengua pasaba por mi clavícula, suspiros placenteros comenzaron a surgir.

La ropa de mi maestro también quedó en el olvido, quedando de la mismo forma que yo. Tomó entre sus labios uno de mis pezones haciéndome un manojo de gemidos. Nunca pensé que llegaría este día. El día en que se cumplía mi fantasía más oscura.

Sus manos sostuvieron con firmeza mi cadera y comenzó a frotar nuestras erecciones, de mis labios bajo un hilo de saliva, todo mi cuerpo temblaba por una nueva y exquisita sensación.

—Ya...no aguanto -murmure casi sin aliento.

—Yo tampoco -jadea entre mis labios.

De un tirón bajo mi ropa interior dejándome completamente expuesto a sus ojos. Se relamió los labios mientras besaba por debajo de mi ombligo.

—Te are un desastre -murmura mientras me gira. En ese momento la terrible vergüenza golpea mis adentros.  Levanta mi trasero dejándolo alzado. Mis piernas tiemblan por ese acto.

—¡Ah! -no evite gritar al sentir su lengua pasar por todo mi abertura, todo en mi se calentó y quería morir por la vergüenza de estar tan expuesto. Apreté las sábanas y oculte mi rostro en la almohada.

Su lengua paseo por todo mi trasero. Cuando ingreso en mi agujero sentí como me corría mientras jadea sin parar.

—Lindo -escuche a mi espalda.

—D-donde estas viendo cuando dices eso -reclamé gimiendo. Sentí un ardor en uno de mis glúteos, me dio una nalgada —h-hey... -y otra nalgada se presentó. No evite murmurar una maldición.

Cerré mis ojos con fuerza al sentir uno de sus dedos entrar, lo movió en círculos y daba pequeñas embestidas. Luego de unos minutos tres de sus dedos se movían con rapidez abriéndose paso. Sentí como llegaba profundo y tocó algo en mi que hizo por un momento ver estrellas.

—Lo encontré -susurró. Siguió golpeando ese lugar tan celestial que si no se detenía me volvería loco.

Si con sus dedos me hacía sentir bien no me imagino que se sentirá su miembro dentro de mi.

—Y-ya...lo quiero...lo quiero dentro de mi -suplique gimiendo.

Saco sus dedos y sentí algo caliente trazar mi entrada. Gemí con fuerza al sentir la punta rozar.

—¿Lo quieres? -pregunta.

—Si...si...si por favor.

No dejo asimilarlo cuando entró de golpe, mis ojos de abrieron y un grito se ahogo en mi garganta, comencé a buscar aire. Y mis mejillas comenzaron a bajar gruesas lágrimas. Joder si dolió.

—Lo siento, pero dolería más si me tardo -susurró mientras besaba mi espalda y daba caricias a mi cadera.

—Es...ta bien -dije entre dientes.

Minato se pasó casi cinco minutos dándome caricias y susurrando lindas palabras, el dolor bajo y comenzó a moverse suavemente, quería ver su rostro pero no quería arruinar el momento.

Pronto las suaves embestidas no fueron suficientes para calmar el calor, sus manos se aferraban con fuerza y sus movimientos eran rápidos dando en un solo punto, ese punto que me hacía perder la cabeza.

—Minato -gemí su nombre —te amo -balbuceo bajo.

Sus embestidas seguían rápidas y tomó mi pene para masturbarme, sabía que pronto acabaría, ambos lo haríamos.

Unas estocadas más y me vine en su mano y manche un poco mi rostro, Minato se vino dentro de mi, y no preocupe ya que soy hombre.

Mi respiración se comenzó a calmar, Minato salió de mi y sentí como su esperma bajaba por mis muslos, gemí al sentirme vacío.

Me acosté sobre mi estómago y Minato emito mi acción. Quería acurrucarme en su pecho pero me negué, no quería ser desesperado.

La luz del sol se comenzó asomar por la ventana, estaba tan cansado y no me sorprendí que al cerrar mis ojos me quedara dormido.


Al despertar Minato ya no estaba y en su lugar había una nota.

"Puedes faltar por hoy. Descansa iré a verte cuando termine el entrenamiento"

Minato.

Solo eran unas cuantas letras pero eso no evitó que mi corazón se sintiera cálido, se que estaba mal amar a alguien de la cual no estés seguro que te ame.

Si salía lastimado la culpa sería mía. Y tendría que vivir con eso.









Continuara...


Capítulo 8 y se acaba :3

Se mi novioTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang