❝ Único ❞

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La alarma del despertador comenzó a sonar, despertando a JungKook, quien se levantó de muy mal humor y con mucha pereza, pobre, sabía que no debió quedarse viendo Naruto hasta las 5 am.

Se dio una rápida ducha con agua fría para poder despertar -algo que no sucedió-, al salir fue a su clóset y tomó el horrendo uniforme de su preparatoria, recién iba iniciando el segundo semestre y él ya quería terminarlo. Cuando estuvo listo se miró al espejo, notó que dos espinillas nuevas le habían salido, "seguro fue por la pizza de ayer" fue lo que pensó, sus ojeras eran más notorias y su cabello se veía un poco más largo, aún así él se veía bien, o eso creía.

Tomó su mochila y aventó sus cuadernos y libros que usaría el día de hoy, tomó unos bolígrafos que posiblemente eran de su hermanita, no le importó mucho, nuevamente se dirigió a su armario y sacó una caja de zapatos, tal vez hoy sería el día en que llevara acabo su plan. Tomó el par de guantes negros un arma corta y las municiones, envolvió las últimas dos en un pañuelo negro para después meterlo a su mochila junto con un silenciador.

Seguro se están preguntando "¿Cómo consiguió eso?" "¿Para qué necesita eso en la preparatoria?". Había encontrado eso en el armario de su padre dentro de una caja que decía "diversión" y más adelante verán el porqué son necesarias.

Una vez listo tomó su celular, auriculares y colgó su mochila en su hombro izquierdo, bajó al primer piso, encontrándose a su padre en la sala.

-¿Estás listo?-preguntó bebiendo un poco de su café.

-Sí...mi madre ya sabe que nos iremos ya.-

-Bien, el auto está abierto, adelantate en seguida voy.-

El pelinegro solo asintió para después salir de casa y subir al auto de su padre, vivía a solo 2 calles del colegio pero aún así su padre insistía en llevarlo por las mañanas y así poder convivir un poco más con su pequeño. El recorrido fue rápido pero durante ese corto tiempo él y su padre habían charlado un poco sobre el anime que había visto durante la noche y parte de la madrugada, estaba agradecido de que su familia no fuera como los chicos de su colegio y que respetaran sus gustos y que en ocasiones sus padres y hermana vieran un anime juntos.

Se despidió de su padre y bajó del auto, se quedó mirando un tiempo la entrada y la caseta por donde lo obligaban a pasar para que los guardias lo revisaran. Se sintió triunfante al ver que el guardia aún no llegaba y que no le podrían encontrar nada. Entró como cualquier otro día "normal", solo que esta vez no puso su huella en el detector para comprobar su asistencia, se dirigió a su aula, no hablaba con muchos y sus amigos llegarían tarde como para esperarlos, además de que eran de diferentes carreras.

Cuando entró al aula no le sorprendió que el único que estuviera ahí fuera el "depresivo" del grupo, lo encontró con los ojos cerrados y con sus auriculares puestos, se quedó parado en el lumbral de la puerta solo para poder admirarlo un poco más, mentiría si dijera que no sentía nada hacia el pálido.

Varias veces le había dirigido la palabra para los trabajos, algunas veces para pedir apuntes, otras porque por ser los antisociales nunca tenían equipo y los profesores les obligaban a trabajar juntos, la última vez fue porque Jeon había olvidado su sudadera en el aula y Min se la había devuelto.

Cuando salió de su trance se dirigió hacia su lugar, el pupitre del fondo ubicado en la esquina contraria a la de Min, cubrió su cabeza con el gorro de su sudadera y se puso los auriculares para poder leer a gusto el manga de Boku no hero; lo que no sabía era que alguien se encontraba observándolo.

Cuando el reloj marcó las 7:00 am, la campanilla sonó, dando inicio a la primer clase, lo que hizo que los alumnos comenzaran a entrar a sus aulas y estas comenzaran a llenarse poco a poco.

Pumped up kicks.  [Kookgi]Where stories live. Discover now