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Llevaba en su mano una copa de vino, sus ojos viajaron hasta encontrar a sus compañeros, pues se encontraba en una gran fiesta de lujo, pues era el cumpleaños de Julián.
Se sentó mientras escucha hablar a sus compañeros.
Io le quitó la copa y bebió, mostró su desagrado.
—¡No se cómo puedes beber eso!— pronunció el de cabellos rosas.
___ apareció frente a el junto a una lata de cerveza, y se sentó entre medio de él y Io.
—Mira Io, he traído algo más rico— anunció mientras le compartía.
—Es demasiado suave — anunció Isaak con un vaso con vodka.
—Me gusta tu camisa — declaró la azabache mientras le sonreía al de cabellos lilas.
Pues sonrió, talvez la joven estaba algo ebria ya que su camisa era totalmente blanca, o era una indirecta.
La miro atentamente, pues ella le sonreía de manera burlesca, pues la conocía, hacia varios meses que no la veía, pero entro ellos habían compartido algo más.
Ella apoyo su cabeza en su hombro, Siren paso sus brazos por su cuello, mientras acariciaba su brazo.
Io no para de hablar a su lado, pues ya había tomado varias latitas de cerveza.
Los dedos de Sorrento se movieron hasta colarse entre el sostén de la azabache, espero su negación, pero no obtuvo nada, ella hablaba tranquilamente con Kraken, siguió con sus dedos traviesos hasta tocar el su pezón.
Agradecía que ___ tuviera un cabello largo, pues le tapaba su mano, sin dejar rastro de lo que hacían.
Su dedo acaricio suavemente su botón, en un movimiento circular, pellizco de manera suave y lo tironeo.
Ella lo miró, sus ojos estaban llenos de deseos, sus ganas de besarla cada vez de hacían más grandes.
Ni sabían cuánto tiempo llevaban así.
Thetis apareció sonriendo, pues ella iba de un lado al otro, se sentó a la izquierda de Sorrento y se reía de lo que el chileno decía, estaba ebria.
—¿Por qué no van al baño aquel?— preguntó la rubia luego de unos minutos, pues sabia que se traían entre manos.
A Sorrento le pareció una excelente idea.
—¿Pero si se dan cuenta? — preguntó ___.
—Noo, Io mira como esta..., ve __ y luego tú — anunció la rubia mientras lo apuntaba con un dedo.
En ese momento motivada por Thetis, la azabache se levanto hasta dirigirse al dónde la rubia le había dicho.
El de cabellos lilas espero un minuto, se levanto tranquila y se quedo parado por unos segundos, bebió del vaso de Isaak, mala idea, pues sentir el vodka recorrer su garganta no fue nada agradable.
