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El día resplandecía en los campos de entrenamientos, siempre era bueno observar a los nuevos expirantes.
Kanon sentado observaba entrenar al pupilo de Mu, un niño muy dotado para la telequinesis pero bastante energético para sus gustó.
En aquel momento apareció la amazona de águila junto a su nueva aprendis, una fémina de cabellos azabaches y piel bronceada.
Observo con interés al par mientras hablaban con Mu, la nueva expirante se sentó en el mismo sintió dónde se encontraba.
—Hola — anunció de manera amable.
El contestó a su saludo con su voz casi audible, un tanto incómodo por ser ajeno de aquellas conversaciones y entrenamiento se levanto para irse.
[…]
Kanon sufría internamente nunca creyó estar en aquella situación su paciencia era muy diminuta, si bien había instruido a los marinas, pero ellos eran adolescentes.
El niño lo miraba curioso mientras el otro corría en círculos mientras gritaba.
Un niño sumiso y el otro un descontrol ¿Shion había pasado por lo mismo con el y Saga? Se preguntó el gemelo.
—Basta Liko — anunció tratando de tomarlo de los hombros.
El pequeño grito más fuerte haciéndole doler sus tímpanos.
—¿Necesitas ayuda?.
Escucho la voz de una mujer, al mirarla la pudo identificar era la aspirante de Marín.
El gemelo menor asintió rápidamente.
La joven se acercó al niño que seguía corriendo en círculos y tomo sus manos, Géminis observo como ella hablaba con el pequeño y este le sonreía ¿Qué magia había hecho?.
—Gracias …
—Nallely — declaró la femenina mientras estrechaba su mano con Kanon.
—Soy…
—Kanon— completó ella.
—Ya me conoces— declaró el Géminis sonriendo.
La azabache el ver su sonrisa su mejillas ardieron, estaba nerviosa.
Para Kanon fue algo nuevo coquetear y no poder saber su reacción ante aquella máscara, pero el escuchar su pequeña risa supo que estaba nerviosa.
Ella se había ido rápidamente con escusas baratas, para el gemelo fue solo es principio de desencadenado de sentimientos que se apoderaron de el.
No podía explicar cómo cada entrenamiento que compartían ya sea para sus discípulos o para ellos, había algo que lo cautivaba, no sabía se era su voz, su forma fría ante una pelea, o su timidez ante halago suyo talvez era todo aquel conjunto.
Kanon ya ni sabía cuánto meses pasaron desde aquella vez, solo buscaba su compañía.
Nallely se había sentado a observar y regaño al niño travieso que con sus palabras hacía lo que le pidiera.
—¿Cómo haces eso?.
—¿Qué cosa?— anunció confusa.
—Que Liko te obedezca sin la necesidad de gritar o castigarlo … Tienes magia.
—¡Al maestro le gusta Nallely!— grito Liko mientras que Din por lo bajo repetía lo mismo.
—Basta niños— expresó la azabache mientras movía sus manos— Tú Din no haces esto — expresó con cierto enojó mientras apoyaba sus manos en su cintura.
La fémina pidió la opinión de Kanon pero este no la había escuchado en ningún momento, suspiró con fastidió y se volvió a sentar.
[…]
Habían pasado unas horas de lo ocurrido con los niños.
—¿Por qué no me apoyaste cuando regañé a Liko y Din?.
—Porque ellos tienen razón— expresó mirándola.
Nallely se sintió totalmente avergonzada.
—¿Razón?
—Me gustas— declaró.
El de cabellos azules se acercó lentamente a ella y tocó sus hombros y con sus manos ascendió hasta su rostro.
—¿Puedo?— preguntó.
—Si — afirmó en un susurró.
El quitó su máscara y la contempló, su rostro bronceado, sus labios y sus ojos color avellana. Se perdió en aquellos luceros.
La azabache tomo de cuello atrayéndolo hasta poder besarlo suavemente deleitándose con sus labios.
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No sabes cuánto lo siento me había olvidado que había hecho este pedido, ayer volviendo entrar a Wattpad después de meses, recordé que lo habías hecho, perdón por la tardanza.
