Teen Wolf | One Shots

9. Derek Hale.

 —Cariño, ya llegué —entre por la puerta de nuestra casa. Esperé alguna respuesta, pero solo obtuve silencio—. ¿Derek?

Caminé hacia nuestro cuarto y me encontré una escena muy conmovedora.

Derek estaba acostado boca arriba en la cama, con los ojos cerrados y con nuestro precioso bebé arriba de él, también acostado.

Quien habría imaginado ver a Derek Hale, el sujeto más gruñón que hay, ser una ternura.

Me acerqué y lo zarandeó un poco.

—Der —hable cariñosamente y le acaricie el cabello—. Despierta, amor.

Der se removió y abrió sus ojos.

—¿Cómo te fue? —dijo con la voz ronca, empezó a tallas sus ojos con la mano izquierda.

—Genial —alcé a mi bebé y me lo acorruqué en mi pecho mientras besaba su cabecita—. ¿Te divertiste?

—Me encanta cuidar de mi hijo —bostezó—, pero es bastante agotador jugar con él.

—Y eso que eres un hombre lobo— reí.

Se paró de la cama y se acercó a mí, me abrazó tomándome de la cintura sin aplastar al bebé.

—Va a venir Lydia a jugar con él —informé y él asintió con la cabeza.

—¿Y si tenemos otro? —preguntó de la nada.

—¿Qué? Apenas puedes con uno y quieres otro —definitivamente no más bebés por los próximos meses.

—Mentiras —negó con la cabeza.

—Si tú lo dices —suspiré—. Tengo que recoger todo este tiradero.

Todo el piso estaba infestado de juguetes y algunos pañales limpios estaban esparcidos en la cama.

Parece fiesta de bebés.

—No te preocupes, tú descansa —besó mi frente—. Soy bueno limpiando.

—Si Der, claro que sí —palmee su pecho.

Me fui a la sala escuchando sus quejas, me senté en el sofá, todavía con mi hijo en brazos y encendí la tele.

Hora de relajarme.