—¡Hey! ¡Val! —escuché el grito de Brett atrás de mí, volteé a verlo con una sonrisa— ¿Si vamos a salir esta noche? ¿O tu hermano no te va a dejar como la vez pasada?
—Esta vez sí saldremos Brett, Stiles no va a estar para fastidiarnos.
—Eso suena bien —tomo mi cintura mientras que yo pase mis brazos alrededor de su cuello y nos dimos un beso lento y largo.
A mi hermano le molesta un poco que yo tenga una relación con Brett, porque al principio no tuvieron una buena conexión, además dice que se ve que tiene el ego por las nubes.
De la nada sentimos un pequeño empujón.
—Stiles me encargo que cuidara de ti —Liam me señalo— y que los separara cuando se besaran.
—¿Desde cuándo le haces caso a Stiles? —pregunto Brett de forma burlona.
—Desde que tu estas involucrado.
—¿Cuándo se llevarán bien? —pregunté cruzándome de brazos.
—Nunca —dijeron al unísono.
Yo solo rodé los ojos y le di un beso en los labios a Brett y uno en la mejilla a Liam largándome de ahí para ir a clases.
[...]
Pase toda la tarde con Brett. Fuimos al cine, a comer pizza y estuvimos paseando de aquí para allá. Con Brett me siento muy bien, él es como el primer amor que he tenido, con ninguno me he sentido como cuando estoy con él. Supongo porque antes con mis parejas no teníamos mucha madurez.
—Llegamos —anuncio cuando estábamos frente a la puerta de mi casa, el Jeep de Stiles estaba estacionado por lo que seguramente esté escuchando todo desde la ventana o la puerta— Espero y tu hermano no te mate.
—Casi siempre es al revés, él te tiene que matar a ti —lo apunte, me dio una mirada como de ¿es enserio? —. Tienes razón, es más probable que tú lo mates a él —reí.
—Me gusta mucho cuando te ríes —tomo mi cintura—, te ves hermosa —enternecida deje una caricia en su mejilla—. ¿Sabes? Deaton dijo que algunas personas están destinadas a estar juntas, que son almas gemelas —me brindo una sonrisa mientras yo escuchaba, atenta a todo lo que decía— y siento que tú eres eso, mi alma gemela.
Sonreí con las mejillas sonrojadas por lo que dijo, lo tomé de la nuca atrayéndolo hacia mi besando sus dulces labios.
—Voy a protegerte —aseguró—, nunca te voy a dejar sola, te lo prometo.
—Te amo mucho Brett —lo abracé—, no sé qué haría sin ti.
—Te amo.
Nos besamos una última vez antes de que se fuera, abrí la puerta de la entrada viendo al metiche de Stiles. Deje mis cosas en el sillón esperando a que me regañara por no avisarle que iba a salir con Brett.
—Me equivoqué, pensé que Brett solo se interesaba a sí mismo o que te iba a engañar.
Me tomo por sorpresa lo que dijo.
—Me gusta que hayas encontrado un hombre que te respete —no contuve mi emoción y salte a sus brazos abrazándolo fuertemente.
—Gracias —susurré.
[...]
Los meses pasaron, mi hermano se fue a cumplir su sueño después de que casi lo pierdo. Mi relación con Brett va mejor que nunca, aunque ha andado tenso últimamente, bueno toda la manada.
Los cazadores están intentando matarnos, me aterra que algo le pase a alguien por su culpa y no poder hacer nada. Antes Chris me había propuesto que fuera una cazadora como su hija Allison, me negué en ese entonces, porque no quería ser parte de ellos, especialmente que me daba miedo Gerard y Kate.
Pero ahora eso me hubiera servido para saber defenderme y defender a la manada.
—Brett —lo llamé—, ten cuidado por favor.
—Lo tendré, amor —agarró mis mejillas juntando sus labios con los míos. Dejo un beso en mi frente para después irse.
—Te amo.
[...]
Estoy preocupada, Liam dijo algo de túneles y que Brett estaba en peligro, no entendí que paso ya que se cortó la llamada.
No podía esperar más por lo que agarre un saco y mis llaves saliendo de la casa.
Estuve caminando como 10 minutos hasta que escuche un aullido, apresure mi paso y llegue a un lugar que estaba lleno de gente rodeando algo, me acerque sintiendo como el corazón se salía de mi pecho, entre más me acerco siento como mis manos y piernas tiemblan.
Sollocé poniendo una mano en mi boca, caí de rodillas cuando mis piernas ya no pudieron sostenerme.
—¡Brett! —grité sollozando, sentí como mi garganta se desgarraba— ¡Lori! ¡Abran los ojos!
Seguí llorando e intenté moverlos, no podían estar muertos.
—No me dejes sola, por favor —recargue mi frente en su cabeza—. Lo prometiste, ¡lo prometiste! – grite pegando mis puños en el suelo.
Sentí como me jalaban hacia atrás y recargaban mi cabeza en su pecho.
—Tenemos que salir de aquí —dijo Liam, vi como más camionetas llegaban con cazadores.
—No —me negué—, quiero estar con él.
—Vamos —me cargo, grite y patalee para que me dejara, él solo me ignoro y continúo corriendo.
[...]
Temblaba, no sé si de frio, de nervios o si de ambos. Liam me trajo a su casa diciendo que no me dejaría sola para que hiciera una tontería.
—Ten —me tendió una taza de té.
—Gracias —susurré para después darle un trago.
Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que él lo rompió.
—Brett me dijo que te dijera algo —lo mire con atención, se tomó un momento para continuar—. Dijo que te ama mucho, que eres su mayor tesoro y que lamenta no cumplir su promesa.
Dejé la taza de té en la mesa y rompí en llanto, sentí los brazos de Liam rodearme.
—Lamento no haberlo protegido, Val —lloró—. De verdad lo lamento.
Y así nos quedamos toda la noche, llorando y apoyándonos.
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