35. Brett Talbot.

16.3K 819 118
                                    

OS +18

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

OS +18.

El timbre me distrajo completamente de mi labor de intentar hacer un pastel, los sábados iba a un orfanato a hacerles compañía a los niños. Mañana era sábado y se va a celebrar el aniversario de ese orfanato, a mí me tocó llevar el pastel. Antes estaba familiarizada en hacer pasteles sencillos, pero esta vez quería hacer uno mejor para todos los niños.

Me dirigí hacia la puerta y la abrí topándome con una sorpresa.

—Brett —saludé.

—Hola —dio un asentimiento con la cabeza.

—¿Qué se te ofrece? —pregunté.

Él rasco su cabeza en signo de nerviosismo.

—Venia por algunas cosas que deje aquí —explico.

—Claro, pasa —me hice a un lado y lo dejé pasar.

Antes andaba con Brett, nuestra relación duro un año, terminamos por algunos conflictos de su exnovia, ella no lo superaba y me tenía constantemente amenazada o siguiéndonos a donde fuéramos, así que decidí terminar la relación, ha pasado un mes desde la ruptura.

—Espera —fui a la cocina y puse el molde con la mezcla de pastel adentro del horno.

—¿Para qué es eso? —Brett pregunto atrás de mí viendo el molde.

—Es para el aniversario del orfanato.

—Sigues yendo —susurró para sí mismo. Yo solo asentí.

—Vamos —subí las escaleras con Brett siguiéndome hasta mi cuarto.

—¿Sabes dónde está el collar que traía siempre? —preguntó viendo toda la habitación.

—Déjame ver —me acerque a un mueble con repisas donde tengo los anillos, aretes, collares y pulseras. Me agache un poco para poder buscarlo. Justo cuando lo encontré sentí a Brett pegarse por completo a mí— ¿Qué mierda haces?

—Te ves hermosa con ese vestido —empezó a dar besos por todo mi cuello—. Te extraño mucho.

—Brett, ya ni siquiera andamos —susurré recargando mi cabeza en su hombro, me gustan sus besos en mi cuello.

—Vuelve conmigo —pidió—, sin que se entrometa Nadia.

—No losé, Brett.

—Por favor —rogó.

Me volteé y comencé a besarlo fugazmente, colocando mis brazos alrededor de su cuello llevándome directo a la cama.

Comenzamos a despojarnos de nuestras prendas hasta quedar los dos desnudos. Brett dejo besos en mi cuello y de paso a mis pechos, los cuales masajeo con una sola mano mientras con la otra tocaba mi clítoris. Gemía y le pedía a Brett estar dentro de mí.

—Se mi novia otra vez —demandó.

—Brett —gemí bufando frustrada, pues había dejado de tocarme.

—Se mi novia —demando por segunda vez. Sentí como se acomodaba en mi entrada empezando a empujar, entrando de poco a poco en mí.

—Brett —gemí—, hazlo más rápido.

—No me moveré más hasta que digas que si —sonrió de manera maliciosa bajando el nivel de las penetraciones.

—Sí.

—¿Qué? No te escuche —maldito desgraciado—. Dímelo —toco mi clítoris otra vez.

—¡Quiero ser tu novia! —grite gimiendo.

—Te amo —dijo empezando a moverse más rápido y duro.

La habitación estaba llena de gemidos y jadeos por parte de ambos, junto con nuestros cuerpos sudorosos chocando entre sí.

Hice que Brett cambiara de lugar quedando el abajo y yo arriba, empecé a saltar por un tiempo hasta que me canse.

—Ven aquí —me jalo hacia él juntándome a su pecho y él empezando a dar embestidas más rápidas. Dio unas cuantas nalgadas, me gustaban mucho.

Soy bien masoquista.

Grité fuerte su nombre cuando llegue al orgasmo, Brett dio unas ultimas embestidas hasta que también alcanzo el orgasmo.

—Te amo —le dije pegando mi frente en su pecho tratando de recobrar la respiración.

Brett alzo mi mentón besando mi frente afirmando más el abrazo.

Todo iba relajado hasta que...

¡El pastel, pendeja!

Me pare rápidamente vistiéndome y acomodando bien mi vestido. Baje rápido las escaleras y saque el pastel.

La decepción se hizo presente en mi rostro al ver que la mayoría del pastel estaba quemado. Tendría que hacer otro y ya era un poco tarde. Volteé a ver a Brett y él estaba recargado en el marco de la puerta mirándome, sin camisa.

—Es tu culpa, me distrajiste —me crucé de brazos.

—Yo te ayuda, nena —se acercó y me dio un beso en los labios—. El orfanato no puede quedar sin el pastel —se dio la vuelta e inmediatamente mi mirada bajo a sus nalgas.

Creo que tiene más que yo.

—¡Ya llegué! —el grito me sobresalto mucho que hasta brinque.

Mire en dirección a la puerta.

Mierda.

Liam.

Brett sin playera.

Doble mierda.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Teen Wolf | One ShotsWhere stories live. Discover now