- 𝑵𝒖𝒆𝒗𝒆 -

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El sol entró en la habitación haciendo que la luz despertara a Camila. Se frotó los ojos mirando al techo. Se abrazó a la almohada tratando de encontrar la fuerza para levantarse. Los recuerdos de la noche anterior aparecieron haciendo que Camila parpadeara varias veces. 

Crea coraje levantándose y siguiendo directamente al baño. 

Después de arreglarse, baja para hacer su comida. Sólo encuentra a Demi dando vuelta una caja que está debajo de la mesa.

- Buenos días Demi. - Se acerca a su hermana. - ¿Esa es la caja de correo? - 

- Buenos días Mila . Sí, es esta caja y parece que hay una carta para ti. - 

Ella extiende la carta en la dirección de la chica esperando que ella la tome. Medio sin entender, sostiene el sobre en sus manos buscando el remitente.

- Supongo que alguien quería agradecer mejor la cena de ayer. - dice Demi yéndose con la caja en sus manos. Camila lee el nombre de Lauren en la carta temblando ligeramente. Pero ¿qué es lo que quiere con esa carta? 

Quería quemar la carta o cortarla en varios pedazos, pero algo la hizo abrirla. 

Abrió el sobre que cubría la parte principal de la carta y comenzó a leerla. 

Querida Camilla, escribo esta carta borrando mi culpa por haberte hecho ver esa deplorable escena frente a tu casa la noche en que nos presentaron. Sé que te hice llorar, y eso no es nada honorable. He pasado parte de mi vida sacándole sonrisas a las mujeres, pero las lágrimas que salían de tus ojos me hicieron sentir como una mierda. Prometo que esa escena y ninguna otra de ese tipo se repetirá delante de ti. Perdóname por favor. 

Con amor y culpabilidad, Lauren Jauregui. 

Camila aprieta la carta en sus manos totalmente inexpresiva. Por lo que entendió, fue que ese tipo de escena no se repetirá delante de suyo, sino por detrás, a escondidas. Camila no esperaba amor, ni romance ni nada de eso. Pero ella esperaba fidelidad. No quería ser el hazme reír o el chiste del todos.  

Enojada, arrojó la carta a la primera papelera que vio. 

Se sentó a la mesa y comenzó a desayunar. Lo intentó, intentó olvidar los ojos verdes de Lauren, pero la estaban persiguiendo en su mente. 

Camila se enteró por Andressa que su padre fue a resolver cosas sobre la alianza entre las manadas. Cosas de interés para Camilla también.

Después del desayuno, decidió leer un poco para distraerse. En la mitad del libro, una escena de amor. La joven se vio rechazando la literatura evitando pensamientos indeseables. 

En la sala de estar, Elisa sacudió los muebles tarareando una canción muy querida por Camila.

Camila tarareó junto con Elisa alejando los muebles para ayudarla. Elisa aunque señaló que no era necesario, dejó que Camila la ayudara. Después de todo, le encantaba escucharla cantar.

Camila estaba bailando un vals en la sala de estar con el plumero en sus manos imitando un micrófono. Esa canción que siempre escuchaba de su madre antes de acostarse. Era una canción creada por su abuela, una reliquia guardada por ella. El final era su parte favorita.

Camila dejó de bailar al dejar caer una lágrima de sus ojos. El plumero huyó de sus manos en el momento en que las puso en su corazón.

Elisa, preocupada, sentó a Camila en el sofá para tomar un vaso de agua.

Extrañaba mucho a su madre, siempre lo hizo. Camila perdió a su madre en el momento en que más la quería. En ese momento, ella solo tenía 7 años.

Después de beber un poco de agua, corrió al jardín. Quería estar cerca de la única cosa que la hacía sentirse acogida por su difunta madre, las rosas.

xXx

Lauren abrió los ojos, estirándose somnolienta. Se quedó mirando el techo, recordando la noche anterior. Se levantó rápidamente para hacer su higiene matutina.

Una vez lista, bajó con la esperanza de no encontrar a su padre en casa.

- Buenos días Srta. Lauren. - Normani que estaba limpiando los muebles, la saluda sonriente.

Lauren le dio una sonrisa de mal gusto y continuó hacia el comedor. 

Encontró a su madre y hermana, suspiró aliviada. Odiaría que su padre comentara algo sobre la carta en la mesa. 

- Buenos días familia. - Dijo sentadose - ¿Qué tenemos de bueno hoy? Espero que haya jugo de naranja. - 

- Después de tu mal humor de ayer, pensé que te emborracharías y no aparecerías hasta el día de tu compromiso. - Dinah declaro. - Buenos días hermanita. Tu jugo de naranja está ahí. - 

Lauren miró a Dinah con los ojos entrecerrados. Lo gracioso de todo esto, es que Lauren al llegar ayer en ese estado, no pensó en nada más que en disculparse con Camila y dormir. En otras ocasiones, habría hecho tal y como su propia hermana había dicho. 

- Basta Dinah. - Clara se quejó. - Buenos días Lauren. - Tienes que arreglar tu traje para el compromiso del domingo hija. Dinah y yo vamos a ir a la modista hoy, y tu también tienes que ir. - 

- Esta bien. - Ella toma un sorbo de su jugo favorito. - Si es así, apareceré allí. Pero todavía queda tiempo. - 

Clara no insistió. Terminó su café y arrastró a su hija menor al centro del pueblo.

Lauren volvió a pensar en la nariz roja de Camila y en su expresión facial al verla con Keane, maldijo bajito concluyendo apresuradamente su café.

En su mente, ella ya sabía lo que necesitaba para olvidar a Camila. En su forma lobo, corrió entre los árboles yendo hacia la casa de Keane. Últimamente ha sido su mejor pasatiempo, su mejor distracción. 

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Prometida a Alpha - Camren G!P  [Traducción]Where stories live. Discover now