Carta 2: "La revelación de un terrible miedo"

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Sábado 11 de Enero, 2020. 

Extracto de la escritura espontánea de ayer por la madrugada (10 de Enero, Copiado de mi libreta de escritura espontánea): 

"Hasta hace un momento no estaba consciente del miedo que sentía. En estos momentos tengo una nube de confusión sobre mi cabeza y ni siquiera se muy bien como comenzar o como acabar. Cuando escribo, generalmente se de lo que voy a escribir. Escribo por computadora y si me equivoco puedo volver a comenzar, si la redacción está horrible puedo borrar todo con un solo clic. Es distinto aquí..., solo papel, una lapicera y música. ¡Esto está lleno de errores de redacción!, es como si todo lo que sabía sobre la escritura ya no lo recordase más, como si esta fuese la primera vez que me sentase de madrugada a escribir. Tu no lo sabes, pero he tenido que parar de escribir más de 10 veces. (Aquí vamos otra vez).

A estas alturas, se lo que quiero hacer con esta libreta, lo supe desde que la tuve en mis manos pero pensé que cambiaría de opinión. Escritura espontánea. Eso es exactamente lo que quiero hacer. Escribir sin parar y sin prisas, escribir sin leer o volver atrás, escribir sin un orden establecido y escribir con el último suspiro. Quiero depositar mis desvelos, mis preguntas de madrugada y mis llantos nocturnos. Tal como ahora.

La verdad es que..., muero de miedo y tristeza. Tengo miedo a crecer desde que ya no fui considerada niña por la sociedad. 11 o 12 años. Tengo un... terror horrible a crecer. No es ese miedo normalizado a tener arrugas o a ser llamada "abuela". Es ese restringido acceso al placer de la felicidad. Es ese: "La navidad es solo para niños", "¿Por qué juegas así si es solo para niños?". Es el "Te emocionas como una niña pequeña", "Es solo una puesta de sol, ¿Por qué lloras con algo tan normal?", Es el: "Madura de una vez", "¿Por qué bailas por la calle?", "Aun eres mamitis", Y el: "No estás en edad para hacer eso". Es la normalidad de ver adultos aburridos, amargados y malhumorados lo que hace que repudie el hecho de ser una. Yo no creo que un adulto no pueda bailar por la calle, que no pueda correr por el campo, que no pueda emocionarse por un nuevo sabor de helado o reír a carcajadas leyendo un libro, no lo veo así. Y yo..., soy tan sensible ante la naturaleza, el arte, el existir..., que no puedo imaginar una vida en donde me vean como una loca si se me da por correr gritando en medio de la nada, o por acostarme y revolcarme en la arena. Puede parecer absurdo, pero no recuerdo haberle temido tanto a algo. El ser humano se limita tanto a si mismo. Se limita a volver a sus orígenes, a la esencia de la vida, a lo más puro de ella. No quiero, no quiero, no quiero." 

Hablando con las floresWhere stories live. Discover now