Carta 3: The Power of Imagination

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Martes 14 de Enero, 2020

¿Creen que deba vivir en el presente? (Estoy hablando en plural porque me imagino que estoy sentada en un campo de flores silvestres. Deben ser al menos unas 200 flores. Ustedes son preciosas, ¿He?)

He escuchado mucho sobre aprovechar el presente, vivir cada momento con intensidad sin desperdiciar un detalle. Y como se han de imaginar, siento el miedo de un futuro cercano, muy cercano para mi gusto.
¿Cómo puedo vivir en el presente y disfrutarlo si nunca lo he hecho? He incluso, cuando he disfrutado los pequeños momentos, hay algo que irrumpe tiempo después y se ofusca todo lo maravilloso que viví. A estas alturas debería saber quién es la culpable. O tal vez..., no debería buscar culpables.

Mi madre, poseedora de una imaginación exuberante y vívida, me comenzó a enseñar a leer a los 2 años. Finalmente aprendí a los 3, y para cuando cumplí los 4 comencé a leer mis primeros cuentos clásicos de princesas, patos feos, y casas de caramelo. A los 5 años, me incliné por los libros científicos, los matemáticos, y los de toda la vida: El príncipe y el mendigo, el niño que enloqueció de amor y Papaíto piernas largas, por nombrar algunos (Por cierto, estos dos últimos me encantaban). Cuando cumplí 6 años comencé a escribir mis primeros cuentos y desde ese entonces..., los mundos paralelos al mío fueron la opción más acertada para mantener firme la imaginación que poco a poco se hacía más clara. Mundos muy parecidos al mío, nunca perfectos, pero siempre cercanos a mis ideales. Si tuviera que describirlos con una sola frase, sería: Locus Amoenus. Siempre extrañé esos lugares como si hubiese estado ahí en algún momento de mi vida, como si ya hubiese caminado por esos prados verdes y hubiese visto el amanecer en esos acantilados. La psicóloga me dijo que yo no extraña esos lugares, si no añoraba estar en ellos. Supongo que tenía razón, aunque..., para ese entonces, cuando visitaba algún lugar hermoso, nunca me llenaba como en mi imaginación. En mi imaginación, todo era mucho mejor.

Crecí sumergida en esos mundos y evadía constantemente la realidad, aun cuando mi familia y cercanos son y siempre han sido personas maravillosas. En esos mundos podía ser quien yo quisiese, y cada vez que debía enfrentar algo en la vida real, siempre recurría a mi imaginación. A posibles realidades que no estaban pasando pero que yo pensaba que tal vez..., si movemos esta pieza..., o si hacemos esto... ¿Entienden?
Veía el presente dentro de una burbuja. Estaba ahí, pero no lo estaba realmente. ¿Cómo vivir el presente sin preocuparme por lo que pasó, pasará o por lo que ni siquiera pasó o pasará?

La culpable no es mamá, ni la literatura, ni mi familia, ni yo. No hay culpables y jamás lo habrá. La imaginación es un tremendo privilegio y un arma poderosa cuando se usa con moderación, sé porqué lo digo. Hace algunos días atrás, estaba realmente angustiada. Quería aprovechar todos los momentos y vivirlos de manera real, pero no sabía cómo. ¿Cómo se vive en el presente, qué hay que hacer, existe una forma concreta de hacerlo?
Lorena (Mamá) me dijo que vivir en el presente es estar consciente de lo que está pasando a tu alrededor. Es no preocuparse por nada y disfrutar plenamente lo que estás haciendo justo en el instante. Me atrevería a explicarlo con mis propias palabras. Creo entender que vivir en el presente, es percibir lo que está pasando a tu alrededor sin dejar que pensamientos externos lleguen a tu mente. Ni del pasado, ni del futuro, ni de lo inexistente.

¿Amigas mías, me dan un minuto?...
Afuera está lloviendo fuertemente, tengo bastante frío y las gotas de lluvia suenan increíble sobre el suelo de nuestro balcón. Acabo de cerrar los ojos, suspirar, sonreír y ni siquiera cruzó por mi mente el que tendría que escribir todo esto aquí. ¡Acabo de hacerlo y me gustó mucho!


Con amor y dolor en el cuello (Por tronarme los huesos muy seguido), Cris.

PD: Mañana iré a Osorno y Purranque con Lorena y tengo lindas expectativas.

PD2: De ahora en adelante, prometo que mis cartas expresarán lo que realmente soy. No mi miedo, si no mi esencia. Ya que un miedo no define quien eres ni como te desenvuelves por la vida.

PD3: Se me olvidó decir que he comido cerezas, sandía, he fotografiado nubes, he saltado y dado vueltas en el aire y he reído mucho. Todo, lo he vivido de manera real.

PD4: La reina de mis lecturas dijo una vez: "Los jóvenes de hoy pasan todo el tiempo hablando, trabajando, preocupándose por el bienestar y el destino del mundo. Por supuesto, es muy válido y digno, pero la pregunta es ¿acaso eso es divertido?" - Agatha Christie, por supuesto. 

Hablando con las floresWhere stories live. Discover now