Merlí. Nada Será Como Antes

No Puedo Vivir Sin Ti

El final del curso estaba llegando y con ello la época de exámenes, los peripatéticos estaban concentrados en sacar el curso con la mejor nota posible, para a la hora de la selectividad conseguir una nota lo suficientemente alta para acceder a la carrera que les gustaba, porque a esta edad es muy raro encontrarse a gente que tuviera claro cual iba a ser su futuro, ese era el caso de Oliver.

Oliver era un chico al que le gustaba muchísimo ir por libre y no planeaba su futuro, hasta el momento le había ido bastante bien pero ahora tenía que tomar una decisión, sabía que no podía dejar su futuro al aire y estos dos cursos iban a marcar su vida.

Oliver estaba sentado en el balcón de su casa sin saber qué hacer, acababa de llegar a un sitio nuevo, donde había conocido a gente nueva que le había acogido y le trataban como uno más, intentaba huir de su pasado y pensaba que eso iba a ser fácil pero al llegar a Barcelona se dio cuenta de que eso no era así, le había venido muy bien empezar de cero pero derrepente todo volvía, los recuerdos se amontonaban en su cabeza y volvía a la misma rutina de siempre. El de Sabadell parecía un chico muy alegre y que no tenía ningún tipo de problema pero como se suele decir las apariencias engañan y simplemente hay personas que no cuentan que estan mal o finjen una sonrisa ante los demás para evitar pregunta o no preocupar a los de su alrededor.

Otro tema era la relación con su familia, desde que paso "aquello" (así era como lo llamaban sus padres) ninguno volvió a ser el mismo de antes, su madre había cambiado totalmente, había dejado el trabajo y ya no tenía esa sonrisa en la cara que tantas alegrías les daba cuando eran pequeños, ahora parecía un alma en pena y casi ni hablaba. Luego estaba su padre, que había intentado tirar adelante él solo, la decisión de mudarse a Barcelona fue suya, Oliver no puso ninguna pega y accedió en cuanto su padre se lo propuso pensó que cambiar de ciudad iba a ayudarle a poder superó por fin, dejar todo esos recuerdos atrás y empezar a crear nuevos.

Mientras pensaba en todo esto el chico miraba al cielo, ese día estaba nublado y no podía ver el sol, parecía que el tiempo se había puesto de acuerdo con su estado de ánimo al fondo podía ver los grandes edificios del centro de Barcelona, por el cual todavía le costaba orientarse, no vivía muy lejos del centro, a apenas 5 minutos en coche y 15 andando, sus amigos algunos vivían en el centro, otros un poco a las afueras y otros, como Mònica, en la zona alta. Repasó cómo esa semana ya había conseguido habituarse a su nueva vida y hasta tenía planes para ese finde semana con sus compañeros de clase.

Por otra parte Bruno estaba en su casa, estaba pasando unos apuntes de Historia, le encantaba estudiar historia y le parecían muy interesante saber cosas del pasado, desde hacía tiempo llegó a la conclusión de que es necesario conocer y tener presente el pasado para no volver a cometer los mismos errores, su interés por esta asignatura llegó en segundo de la ESO hasta entonces no le había llamado nunca la atención. Mientras tanto su abuela practicaba para una obra que iba a estrenar al día siguiente, normalmente los viernes la Calduch solía ir al teatro para practicar ahí pero ese viernes prefirió quedarse en casa, estaba con faringitis y quería recuperar la voz como fuera para estar al cien por cien el día del esteno.

Derrepente le sonó el móvil y al ver de quien era el mensaje de llevo una sorpresa.

"Pol: Hola Bruno, quieres que quedemos esta tarde?"

Bruno se quedó paralizado, no habían hablado desde la fiesta y parecía que se evitaban, y así, de la nada, le dice de quedar. Se lo pensó unos segundos y al final decidió que no le vendría mal tomar un poco el aire y además tenía ganas de aclarar las cosas de una vez.