🌵🍼 Guía para Padres Primerizos 🍼🌵

15: Epílogo

Se encontraban corriendo de un lugar a otro terminando de arreglar unos últimos detalles para la fiesta de Jeno. 

Hoy era el cumpleaños su cumpleaños y su bonito novio había organizado una pequeña fiesta con ayuda de sus amigos.

-Creo que ya terminamos –Observaron todo el lugar buscando que nada faltase–.

-No falta nada para que Jeno llegué –Jaemin se dirigió a las escaleras– Iré a terminar de cambiar a Youngsoo.

Subió hacia la habitación de su hijo con una sonrisa adornando su lindo rostro, los años habían pasado relativamente muy rápido para su gusto y ahora su pequeño hijo contaba con 5 años de edad. No se arrepentía de nada con tal de ver la hermosa sonrisa de Jeno y su hijo todas las mañanas al despertar.

-¿En dónde se encuentra mi pequeño ángel? –Preguntó mirando en dirección a su hijo, quien se encontraba escondido tras una frazada–.

-No esta en estos momentos –Escuchó una pequeña risilla por parte del menor–.

-Oh, es realmente una pena –Lamento siguiéndole el juego– Si no está ya no podrá comer pastel.

-¡Boo! –Salió de su escondite "asustando" a su padre en el proceso– Era una broma papi, aquí estoy.

-¡Mi niño! Pensé que no estabas –Rió tomando la ropa de su hijo– Tenemos que terminar de arreglarte Soo, papá Jeno no tarda en llegar.

-¿Y después comeré mucho pastel?.

-La cantidad que mi pequeño desee comer.

-Esta bien, hay que ponerme bonito para papá Nono y que pueda comer mucho pastel.

Lo miró divertido, asintiendo ante sus tiernas ideas y se apresuró a cambiarle. 

Sin duda no se arrepentía de nada.

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Al terminar de cambiarse bajo de nuevo a la sala, esta vez con el menor quien fue corriendo hacia uno de sus tíos.

-¡Tío sol! –Corrió directo hacia Donghyuck con clara emoción–.

-¡Mi sobrino favorito! –Este lo recibió gustoso con los brazos abiertos, cargándolo– ¿Cómo ha estado el niño más hermoso del planeta?.

-He estado muy bien, gané otra estrella dorada en el colegio –Respondió orgulloso de si mismo–.

-¡Ese es mi niño! Demostrando que es el mejor –Halago también orgulloso del niño– Después podemos ir por un helado con tío Makku, ¿Qué dices?.

-¡Sí! Y pediremos todos los sabores del mundo.

-Todos los que tu quieras.

Continúo siendo mimando y jugando con su tío, soltando un par de carcajadas por las ocurrencias del mayor. 

Fueron interrumpidos cuando otro de sus tíos habló.

-¿No vendrás a saludar al tío Lele? –Hizo un puchero fingiendo estar dolido– Te había traído un regalo, pero como prefieres al tío Hyuck...

El menor abrió los ojos y pidió ser bajado, corriendo hacía su tío Lele pidiéndole a este que se agache, obedeció y una sonrisa se plasmo en su rostro cuando el menor acaricio y dejo un beso en su mejilla.

-No no –Negó con un surco entre sus cejas– Yo los prefiero a todos, todos 

-Aww –Todos corearon enternecidos por la actitud del menor–.