El ramen que JungKook había comprado empezaba a enfriarse y él aún no le había dado ningún bocado. Su vista estaba clavada en un punto fijo de la tienda de conveniencia pero aún así no paraba de repetir lo que aquella chica le había dicho.
Ambos chicos se sentaron frente a frente mientras JiHyun se quitaba el saco que llevaba puesto y lo dejaba en el respaldo de su silla.
—¿Tú eras amigo de TaeHyung?— preguntó la rubia y JungKook no sabía que decir, no iba a decirle que vivía con el espíritu de su amigo, sería perturbador y loco al mismo tiempo.
—Eramos conocidos— respondió JungKook asintiendo tratando de convencerse a él mismo de lo que había dicho—, hace unos meses me enteré que tuvo un accidente y falleció, siento mucho su pérdida, era un buen chico.
JiHyun le sonrió débilmente y mordió su labio inferior con fuerza.
—Él no iba a sentir nada por mi.
JungKook alzó la mirada frunciendo el ceño y JiHyun jugó con sus dedos nerviosa mirando hacía otro lado. No se sentía cómodo escuchando como una chica que hace diez minutos había conocido, le contase cosas tan privadas. Sin embargo, se quedó espectante a qué siguiera hablando.
—Su madrastra creyó que era su tipo ideal cuando él ni siquiera sentía nada más que amistad por mi, y lo entendía.— JiHyun de la angustia comenzó a quitarse el esmalte de uñas— Terminé siendo como su marioneta y la última vez que lo ví, fue cuando me gritó que lo dejase en paz, que yo nunca sería más que eso.
El corazón de JungKook se estrujó al escuchar eso y tragó saliva mientras veía concentrado las manos de la chica, específicamente un anillo dorado en su dedo anular.
—Oh... seguro te preguntas por qué tengo este anillo— el menor sentía algo incómoda la conversación, sentía fuertes tirones del lazo haciendo que frunciese el ceño y aún no se explicaba por qué de estos.— su madrastra al enterarse de eso, me obligó a que comprase estos anillos pero TaeHyung jamás lo aceptó, es más, ni siquiera pude encontrarlo por ninguna parte. Tengo el otro anillo, por cierto.
JungKook parecía sentir un rechazo casa vez más grande de la madrastra de TaeHyung, era imposible que luego de haberlo maltratado, intentara manipular su vida en todo sentido.
—¿Llegaste a sentir algo por TaeHyung después de tanto rechazo por su parte?— preguntó JungKook y sintió como la pregunta incómodo más a la rubia así que solo miró hacía otro lado sintiéndose mal por JiHyun.
—Si.— contestó— Y es extraño por qué éramos amigos antes. Nuestra relación era bonita pero su madrastra lo arruinó todo, supongo que después de ser rechazada por primera vez, mí intención de conquistarlo era más intenta cada día, pero TaeHyung no quería nada conmigo y lo entendía, porque me sentí a fuerzas el enamorarme de él de alguna forma, su madrastra nada más me quería cerca de él por las empresas de entretenimiento de mí familia.
—Sólo quería dinero.— dijo JungKook frunciendo el ceño y JiHyun asintió algo apenada.
Vió como JiHyun quitó su anillo y lo dejó sobre la mesa, mientras abría otra caja y tomaba nuevamente el anillo colocándolo allí mismo.
—No sé que hacer con ellos, no quiero tirarlos pero tampoco conservarlos, mucho menos venderlos porque siento que es lo único que me mantiene unida a TaeHyung, apesar de todo.— la mano de JiHyun empujó la caja en dirección a JungKook y este tragó saliva.
—Y-yo...
—¿Puedes quedartelos?— preguntó— Si algún día te casas úsalos si quieres. No he encontrado a algún amigo o conocido luego de su muerte, y no me siento cómoda con ellos, por favor.
JungKook tragó saliva y costosamente asintió mientras tomaba la caja mirándola por todos lados.
—Gracias por escucharme, JungKook.— dijo JiHyun y el menor asintió algo incómodo— supongo que debía desahogarme con alguien y te encontré a ti. Un gusto conocerte, JungKook.
—E-el gusto fue mío— respondió el menor mientras veía salir por la tienda a la chica de cabellos rubios y perderla de vista.— El gusto fue mío...
El menor tiró la caja de ramen en la basura y tomó su bicicleta para emprender viaje nuevamente a su departamento. En todo el viaje un sentimiento extraño se coló por su estómago pero lo alejó de su sistema, eran demasiados sentimientos encontrados.
Dejó estacionada su bicicleta una vez que llegó y subió las escaleras abriendo la puerta principal de su hogar, suponía que eran las diez de la noche ya que anochecía bastante temprano últimamente. La sala principal estaba a oscuras, así que miró entre las penumbras a un bulto entre unas sábanas y supo que era TaeHyung por la forma en la que dormía.
Dejó las llaves de su departamento sobre la barra y se sentó frente a TaeHyung mirándolo mientras sentía un tirón suave y cálido.
—Siento mucho no haber cumplido la promesa, me siento un mal amigo— susurró JungKook y suspiró—, no me creerías que hablé con dos personas importantes de tu vida. Me gustaría hablar de ellas contigo luego, pero sé que te incomodaría hablar de una específicamente, así que solo hablaré de tu madre cuando despiertes.
El menor dejó caer su mano sobre el cabello del peliazul y lo comenzó a acariciar mientras una pequeña sonrisa se asomaba por la comisura de sus labios.
—¿Cómo pudieron hacerte eso?— preguntó el menor mientras corría los cabellos del rostro de TaeHyung— Manipular tu vida y maltratarte, hicieron que te alejases de personas que querías demasiado y de tus amigos, eras feliz, TaeHyung.
Un suspiro entrecortado salió de los labios de JungKook y por primera vez sentía la empatía en todo su esplendor por alguien, se había puesto en los zapatos de TaeHyung y se sentía horrible como desgarrador.
—No sé cómo desifrar como me siento ahora.— el menor rió sin humor y apretó sus labios mientras tragaba saliva— ¿Qué pasa si no puedo devolverte la sonrisa como lo prometí?
JungKook dejó de acariciar el pelo de TaeHyung y juntó sus manos mirando al suelo para luego alzar la mirada más angustiado que antes.
—Me pones en una situación difícil— dijo el menor mordiéndose los labios mirando hacía un costado y sintió un malestar en su estómago por decir eso— Te odio, TaeHyung.
Entonces el menor se quedó allí, sentado al lado de un TaeHyung plácidamente dormido. Sin hacer otro ruido mientras sentía sus ojos acumular lágrimas pero no las dejó caer de ninguna forma.
Por qué no le gustaba sentirse así, así de vulnerable por él.
¡Buenas!
Este es un capítulo clave para la historia de JungKook y TaeHyung así que recuerden este capítulo.
Espero que lo hayan disfrutado.
Se despide Cami.
𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©
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𝗢𝗛! 𝗛𝗼𝗹𝘆 𝗛𝗲𝗮𝘃𝗲𝗻 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ
FanfictionGanadora de los #TaeKookAwards2020 JungKook era el encargado de pasar a almas al cielo. Bueno, quizás ese término suene espeluznante pero no lo es desde la perspectiva del menor. Sin embargo, un día conoce a una de las almas llamado TaeHyung, un chi...