CAP 14 BESO ROBADO

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Había sido el día más horrible y estresante para las dos pequeñas rubias Romanova. Después de merendar Elizabeth le había contado a Nat el pequeño encuentro que había tenido con Sarah en la cocina para después recibirla en su habitación con la excusa de que iba a recoger las bandeja de platos sucios.

FLASHBACK

-Cariño, escúchame. Lo que sucedió en la cocina... -Se acercó hasta la cama con evidente preocupación, ambas rubias la miraron con unos ojos enrojecidos y decepcionados que le atravesaron el corazón.

-No, Sarah. Fuiste bastante clara con Elizabeth. Sólo déjanos tranquilas no vinimos aquí para perturbar la vida de los demás con nuestra incomoda presencia, de igual forma nos iremos pronto y no volveremos a pizar un pie en California. -Nat colocó la taza de té en la bandeja, dándole a entender que podía llevarse las cosas.

-Niñas... Yo las amo, tanto como amo a mis hijos. Quiero lo mejor para ustedes y lo mejor para ellos también... Fue un terrible... -Nat la volvió a interrumpir, parándose apresurada de la cama, yendo hasta la puerta y abrirla para que saliera de su habitación.

-Un terrible error, lo sabemos. Nos alejaremos de tus hijos si eso te tranquiliza. Ya puedes retirarte... -Nat tomó aire y la vio caminar con la cabeza gacha hasta ella.

-Nat espera, déjala hablar. -Lizz fue hasta Sarah y la detuvo por los hombros dándole apoyo.

-No, nadie nunca volverá hacernos sentir que somos poca cosa. No importa si no tenemos familia, Lizz. Te tengo a ti y tú a mi para pelear con quien sea. -Le aclaró furiosa, aguantándose las ganas de llorar... Natalie pudo esperar aquello de cualquier persona menos de Sarah, la única mujer a la que podía ver como una figura materna.

-Seré paciente, se que están molestas y que esto fue un mal entendido. Yo sólo espero que me perdonen y me den la oportunidad de explicarles... Las amo, niñas. -Sarah derramó varías lágrimas de tristeza que no pudo contener más, sintiendo los brazos de Lizz confortarla para después pasar junto a Nat quien no dudo en azotar la puerta tras de ella.

-Fuiste muy dura... -Lizz le susurró a su hermana quien la ignoró y se encerró en el baño, dejándola sola a mitad de su habitación.

FIN DEL FLASHBACK

La noche había caído y Natalie no volvió a saber nada de Sarah o Elizabeth durante todo el día... A pesar de que su fiebre bajo, su irritación y el dolor en su cuerpo permanecía... Era la tercera vez que vomitaba durante el día, por lo que había decidido tomar una última ducha para poder echarse nuevamente bajo las mantas calientitas de su cama. Se sentía agotada, débil, con un profundo vacío dentro de su estómago y con una respiración entre cortada que punzaba en su interior.

La rubia había tomado una pequeña cosmetiquera en la que solía guardar todos los medicamentos que antes le habían recetado para tomar una píldora que le ayudaría con la pequeña punzada que se había incrustado en su corazón desde la mañana. A pesar de que se miró a sí misma irreconocible frente al espejo, realmente no le importó, se amarró el cabello en un moño alto y revuelto, se colocó nuevamente su enorme abrigo y abandonó finalmente el baño.

-Solo quiero ir a casa... -Susurró con melancolía, levantándo el rostro para ver en dirección a la puerta, encontrándose con una nueva taza de té humeante sobre el buró de su habitación, estaba segura que María se la había llevado.

Aquella mujer de ojos miel se había estado encargando de que no le faltara alimento. Era como la 5ta taza durante el día que le llevaba y aunque dijeran que el líquido natural le haría bien a su estómago no hacía más que revolverselo, por lo que a la 3ra taza optó por no tomar más y tirarlo por la coladera.

🍷IN THE SHALLOW🍷Where stories live. Discover now