CAP 48 MOMENTOS

2.2K 108 51
                                    

Después de una larga tarde fuera de la cabaña, la recién pareja de prometidos había regresado casi al caer la noche. La visita al médico no había sido una de sus mejores experiencias hasta ahora, la doctora les había llamado la atención por haber sido tan irresponsables sabiendo que Natalie aún se encontraba recuperándose de una cirugía a corazón abierto y que quedar embarazada justo en estos momentos no sería beneficioso para su estado de salud. A pesar de eso los felicitó por su recién compromiso y les hizo a ambos una extenuante entrevistas para buscar el mejor método anticonceptivo para ambos, debido a que se rehusaban a utilizar preservativos.

La doctora le dio unas pastillas a Nat para prevenir una posible fecundación por el acto sexual consumado sin protección, le recetó algunos analgésicos que no afectaran a su tratamiento por su situación cardíaca y finalmente le colocó un implante anticonceptivo en el brazo que la mantendría libre de bebés por un largo tiempo, al menos hasta que decidieran embarazarse.

Esa misma noche al regresar a casa, después de haber tenido una deliciosa cena juntos y haber acordado no hacer él amor solo por esa noche, Chris decidió hacer una lista de recordatorios, anotando como número uno y más importante la fecha en la que debía llegar el periodo de Nat, después anotó la fecha en la que le colocaron el implante en el brazo, anotó le fecha en la que deberían ir a revisión médica con una ginecóloga en la ciudad para que Nat pudiese llevar su seguimiento de forma más segura y permanente y finalmente anotó la fecha en la que comenzarían a ver los preparativos para la boda con la organizadora, no tenían prisa alguna, pero querían tener todo el apoyo para que aquel día fuese increíblemente especial para ambos.

Después de haber charlado un poco de todo y nada, arroparon a Dodger en su cama para después ellos hacer lo mismo, yendo a dormir, no sin antes haberse llenado de besos hasta caer rendidos sobre las suaves y acolchadas mantas de la cama. Tenían muchos planes para los pocos días que aún les quedaba en aquel apacible lugar, entre ellos estaba la idea de bajar al lago para nadar, a pesar de que el clima no se había prestado del todo para disfrutar de aquella temporada del año.

Las horas pasaron en completo tranquilidad hasta que los lloriqueos de Dodger por la lluvia levantaron a Chris, quien se separó de la calidez del cuerpo de su chica para ir hasta el bebé llorón para acariciarlo, aún no amanecería y la lluvia caía endemoniadamente contra las ventanas de la habitación.

-Duérmete amigo... -Chris bostezó mientras le rascaba la panza y veía de reojo a Nat girar para quedar rescostada boca arriba, estirando su mano como si lo estuviese buscando entre sueños.

-La señorita allá arriba se va enfadar si no me encuentra en la cama... Se bueno con papá... -Chris siguió sobando su panza, le puso un peluche entre las patas, lo cubrió bien y lo dejó más tranquilo mientras mordisqueaba las orejas de aquel muñeco de felpa.

Rogers miró a su chica con adoración sobre la cama, disfrutando de la vista tan sexy que su pijama corrida y estirada de dos piezas le estaba obsequiando. Así que sin pensárselo tanto sonrió animado, se quitó el chándal que estaba usando de pijama para quedar en bóxer y así meterse bajo la manta, justo del lado de Nat para acomodarse a su costado y poder abrazarla mientras tomaba uno de sus pechos de almohada. Chris se pegó a ella lo más que pudo, acomodó su pierna entre las suyas, reposó su cabeza por debajo de su cuello para disfrutar del delicioso olor de su piel mientras refregaba sus mejillas sobre el borde voluptuoso de sus senos blancos y colaba su mano izquierda por debajo de su delgada pijama.

El rubio deslizó sus dedos lentamente por su vientre hasta acunar su seno izquierdo con su palma y acariciar la punta de su pezón con su pulgar, jugando con el mientras mecía su dedo de izquierda a derecha, recibiendo como respuesta un ronroneo tierno de su parte y sus brazos delgados y cálidos que rascaron su espalda y acunaron su cabeza con adoración, cayendo finalmente dormidos entre sus pequeñas caricias juguetonas.

🍷IN THE SHALLOW🍷Where stories live. Discover now