Viaje 4/4

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Narra Gael

Me metí a bañar en lo que Verónica seguía durmiendo, era temprano pero es que luego ella tarda en despertar, me estaba secando y cuando salí observe que Verónica estaba teniendo pesadillas, intento despertarla pero no sirve
- Pequeña. - muevo un poco su cuerpo - Despierta, es solo una pesadilla

Ella se despierta y se talla el ojo sin hacerlo con delicadeza, alejo su mano para que no lo haga, a pesar de que se ve tierna, quiero comerla a besos ahora pero me detiene lo que dice
- ¿Qué hora es? - bosteza

¿No se acuerda de su sueño? ¿Qué habrá soñado?
- Son las 7:00, ¿Te vas a bañar? - le pregunto mientras le beso la frente

- Si, solo unos minutos en el baño harán que me despierte y unos besos tuyos también me despertarán. - vuelve a bostezar pero con una sonrisa

Es tan tierna mi novia, antes que lo noté le tomo una foto y eso hace que me haga puchero por tomarle foto tal y como esta puesto que en la noche le hice el amor a mi princesa así que ahora mismo está desnuda pero su cuerpo pequeño es tapado por la sábana. Verónica se metió a bañar con toda la flojera del mundo, termine de acomodar algunas cosas del cuarto, ya estábamos listos, solo faltaba que Verónica acomodara sus cosas de higiene personal a la maleta.
- Preciosa recuerda que es desayunar y luego bajar el equipaje. - le digo mientras me pongo un suéter

- Lo se, ya lo sé, solo porque a veces se me olvida las cosas no es mi culpa. - me mira haciendo un puchero chistoso pero al final logra hacer que me disculpé - Vamos a desayunar que tengo tanta hambre y después no comeremos bien

Fuimos a desayunar, el hotel nos había incluido el desayuno y la verdad es que estaba rico, tanto que Verónica se acababa todo a pesar de saber que se mareaba tan fácil y que no le gustaba desayunar, terminamos de arreglar lo que nos faltaba y bajamos dónde estaba ya la gran mayoría, ella tomo la pastilla para el mareo, había algo raro en ella cuando quise abrir su maleta, algo me oculta pero dejare que ella me diga a su tiempo
- Vamos a caminar, iremos a dónde el bus nos recogerá y de allí iremos a la feria que les platique. - hablo la maestra sonriente

Agradezco internamente a la maestra puesto que ella me dejó venir a escondidas, en el viaje mi pequeña no se durmió con el escándalo pero ella también les siguió a escondidas, iba cantando y muy feliz por eso no les dije nada, la primera parada fue la de Cristo Rey, con una vista increíble, le tome varias fotos a mi pequeña hasta vimos como un chico le propuso ser su novia a una chica de otra clase
- Que romántico. - lo dice emocionada - Lo nuestro no es tanto como los cuentos o novelas, me gusta como son las novelas pero a veces ya sabes lo que pasará por ser tan cliché así que me gusta más sorpresas, algo inesperado. - me sonríe

Se que no le gusta mucho el cliché porque ella misma ya se imagina el final, le gusta los libros o películas que la tomen por sorpresa pero a veces también mejor se queda con lo que ya se esperaba, en sus historias de borrador he leído poco pero ella casi no pone lo cliché, lo pone ya cuando no sabe que escribir. Al llegar a la feria le compré un vestido y ella se compró unos zapatos, estuvimos viendo muchas cosas pero ella quería guardar para cuando llegáramos a las fresas hasta que vio un suéter de gato, pagamos la mitad cada uno, le dije que mandaría a ponerle unas orejas de gato para que se viera mejor y ella accedió. Regresamos al lugar de encuentro pues se acercaba la hora de irnos
- Tengo hambre. - me dice Verónica

- Lo se pero no podemos irnos, ya mero nos vamos al autobús. - le digo tranquilo

- Esta bien. - ella suspira algo frustrada

Se que en la tarde es cuando come más que en la mañana y que su hora de comer es a la 1 en adelante, al subir al bus observo que mira unas fotos en su grupo familiar, ella marca rápidamente y yo me limito a escuchar lo que ella dice
- Gracias mamá. Hola abuela, felicidades, que cumplas muchos años más, te llevo un regalo, pequeño y al abuelo le llevare unas fresas, aja, bueno, nos vemos al rato o mañana. - siguió hablando hasta que colgó

Ella me dice que dormirá para calmar su hambre, estaba acostada en mi hombro ya casi babeando, le tomo foto sin que se de cuenta, observo unas bolsas en su lado, por un momento las observo y quiero agarrarlas pero me contengo hasta que intento agarrarlas
- ¿Que haces amor? - me dice semidespierta  - ¿Ya llegamos?

- Aún no, nos falta media hora de camino y al parecer comeremos tarde como el primer día que fuimos de viaje. - dice el chico que esta en frente de nosotros

Al llegar a las fresas la mayoría bajo, Verónica comió unas fresas con crema y algo de chocolate derrito para poder aguantar el hambre, llevo cajeta y unas dos canastas de fresas para su familia 
- ¿En que piensas Gael? Te veo algo distraído. - me dice después de subir al autobús 

- Es que en la mañana tenias una pesadilla, ¿No te acuerdas que soñaste? - le digo preocupado, ella solo se encoge de hombros y yo suspiro - Bien, solo espero que eso no te pase seguido en mi ausencia,  te veías mal pequeña, me preocupe

- Lamento preocuparte pero a veces no me acuerdo del sueño que tengo, a veces si pero son momentos borrosos. - me mira triste

- Pronto volveremos a lo cotidiano, verte solo una vez a la semana, en las mañanas a escondidas, quiero estar todos los días contigo. - le digo sincero a lo que ella se sonroja

- Podemos... Hablar sobre algo de mi pasado, es que no se si quieras seguir conmigo cuando te enteres de lo que he hecho antes. - me mira triste y no me gusta verla así - Quiero que te enteres por mi a que alguien más te lo diga y me termines dejando, no quiero que te alejes, no quiero que te vayas de mi lado. Te quiero tanto Gael que si no saco esto no podre decir lo que sigue de un te quiero...

No la dejo continuar y le agarro sus mejillas para que me mire a los ojos para que sepa que soy sincero que también quiero que vea mis más sinceros sentimientos

- Pequeña, lo que me importa es tu yo actual, lo que hayas hecho en el pasado esta hecho y no lo vas a cambiar, yo también he hecho cosas que pueden o no superar lo que me digas, le dije a tu papá que nos veríamos un día después de tu viaje, le pedí permiso y accedió, lo pedí así porque se que llegaras cansada y querrás descansar del viaje pero después hablaremos de lo que tu quieras, entendido. - al finalizar le di un gran beso en sus sabrosos labios que estaban algo rotos por el frio pero no me importo

Hilo rojoWhere stories live. Discover now