Gracias A Ti.

Capítulo tercero

Pasó la siguiente semana aún en reposo, ya estaba en casa y aunque ya se sentía mejor los castaños insistieron bastante en que no debía levantarse de la cama, ¡incluso el gato le impedía levantarse!, lo cual le parecía ridículo, dejaban a Sorata vigilándolo durante el día,  hasta que llegaba Hiyori de la escuela, entonces ella se hacía cargo de todo hasta que por la tarde llegaba el mayor. La única  manera en que podía levantarse y caminar era cuando debía ir al sanitario, solamente. Incluso Kirishima había movido el horno de microondas y lo acomodó en su habitación, antes de dejar solo a Yokozawa le dejaban comida y agua suficiente para toda la mañana, y si algo necesitaba calentarse lo metía en el microondas, aquella semana se le hizo eterna.
Para los castaños aquello era menor, y estaba bien, querían dejarlo más tiempo reposando pero sabían que Yokozawa no se los permitiría más, así que ahora pensaban en la manera de sacarlo de trabajar puesto que el hombre ya hacía planes para volver al trabajo.

Se encontraban cenando los tres ese fin de semana, en el que por fin Yokozawa pudo poner un pie fuera de la cama.

---mamá, ¿iremos de compras mañana?

---si Hiyo, después del desayuno.

---¿ah si? ¿Irán de compras? ¿Porqué yo no sé nada de eso?--- preguntó Kirishima un poco resentido.

--- me parece que dijiste que tenías una reunión con un autor, Hiyo y yo simplemente no quisimos molestarte.--- respondió Yokozawa con calma dándose cuenta del estado de ánimo del castaño.

---¿y qué parte de lo que hace  mi familia se supone que es una molestia?--- preguntó de nuevo aún más serio.

---mamá tiene una cita conmigo papá, tú lo ves siempre en el trabajo pero yo no, es tiempo de calidad madre e hija... Podríamos decir...--- respondió Hiyo evasiva, pero aquello no hizo más que sorprender a Kirishima.

--- te olvidas hija mía que Yokozawa no ha estado trabajando estas semanas y que yo lo he visto tan pocas veces como tú, y además Yokozawa ya no trabajará, así que tú lo verás más de lo que yo y me parece injusto que...

---¿¡quién dijo que yo no trabajaría más?!--- preguntó interrumpiendo las palabras del castaño, pues el ojiazul ya tenía planeado volver a su trabajo el Lunes por la mañana.

---yo lo he dicho, no quiero que trabajes más, yo puedo con los gastos de la casa.

---yo iré a trabajar el  Lunes, te guste o no, porque no necesito tu permiso para hacerlo.

---Yokozawa entiende, no quiero que tengas otro accidente.

---eso no sucederá de nuevo.--- estaba comenzando a alterarse, lo que más le molestaba era que lo tuvieran como a un prisionero, sin tomar en cuenta lo que él quería hacer.

---por supuesto que no sucederá porque no correré el riesgo y para evitarlo te quedarás en casa.

---no, ¡eso no! No puedes tenerme aquí encerrado.

---es por tu bien y por el de nuestro hijo. Comprende. Ya he hablado con Isaka y está de acuerdo.

---¿¡qué tú qué?! ¡¿Cómo pudiste hacer algo así!?---

---¡protegeré a mi familia! Por eso lo hice, no soportaría perderte a ti o a nuestro hijo.

Hiyo jamás los había visto discutir, no sabía que hacer y se levantó a prisa de la mesa, preparó sus cosas para irse a dormir y los dejó solos. Ambos adultos la vieron marcharse, ninguno la detuvo y ninguno dijo más hasta que ella se hubo ido.

---iré a trabajar el Lunes te guste o no, no puedes retenerme aquí y esperar que nada me pase.

Kirishima no respondió, estaba molesto, Hiyori había terminado de cenar pero ellos no, así que terminaron de cenar en silencio lo poco que les quedaba, Yokozawa le sirvió más té al castaño y levantó la mesa, dirigiéndose a la cocina para lavar los platos sucios, Kirishima se sentó en la sala bufando aún, tomó un libro cualquiera y comenzó a leer pero su mente estaba tan distraída que paso al menos media hora sin que hubiera leído nada.
Sin que se diera cuenta Yokozawa había salido de bañarse, ni siquiera notó cuando entró para tomar un baño.