Capítulo Noveno

1.4K 85 16
                                    

Se hacía un poco tarde, y Kirishima no había encontrado el tiempo de ir y hablar con Isaka, ya que tuvo un problema... Familiar.
Eran las cinco de la tarde cuando entró molesto al área de ventas, buscando a Yokozawa, a quien encontró sentado revisando los papeles de su escritorio.

---¡Yokozawa!

---...¿eh?--- el mencionado levantó la vista encontrando a un castaño molesto, se sorprendió de aquello pero no pudo decir nada más.

---¡te pedí que fueras por Hiyo al colegio! ¡Y ella estuvo esperándote por horas! ¡En que demonios estabas pensando para dejar a la niña sola! ¡Esto ha sido demasiado irresponsable de tu parte! ¡Si no podías hacerlo debiste informarme al menos!--- estaba tan molesto que no se preocupó por no alzar la voz ni por la gente alrededor.

---p-pero yo... Yo te dije...

---¡lo último que recuerdo fue que me dijiste que irías por ella! ¿¡Cómo fue que lo olvidaste?!

---yo te avisé que no podía... Te avisé... Lo hice...--- la mirada del castaño no dejó de ser dura, el menor intentó buscar su teléfono móvil pero estaba tan asustado que sus movimientos eran algo torpes y no consiguió hacerlo.

---¡no! ¡A mí no me avisaste nada! ¡Tengo mucho trabajo pendiente y tú no estás ayudando! ¡Es el colmo que te hayas olvidado de Hiyo!

---yo no...--- no encontraba su móvil, pero al mirar el rostro molesto de Kirishima se asustó más, sus ojos comenzaron a aguarse ante la atónita mirada de los espectadores.--- yo no la olvidé... Yo te avisé antes.. Además, ¿porqué me gritas?--- lloró--- tú jamás me habías gritado antes... No pude ir por ella pero yo te avisé con mucho tiempo de anticipación a su hora de salida... No tienes porque gritarme... ¿Cometí un crimen acaso para que me trates así? ¿Es imperdonable acaso? ¿Me lo merezco?--- su humor había tenido un cambio tan radical que Kirishima se vió sorprendido a sí mismo, al igual que el resto de los ahí presentes que miraban al castaño de mala manera mientras que Yokozawa se había soltado a llorar sin reparo alguno recargado sobre el escritorio, Kirishima no supo que hacer, ahora se sentía culpable de sus acciones.

Hiyori salió del elevador en dirección al área de ventas en busca de su mamá, se encontraba muy feliz hasta que vió la escena frente a sus ojos, Yokozawa lloraba a mares mientras su padre se encontraba de pie a su lado, se acercó preocupada y tocó uno de los brazos de Takafumi, éste al darse cuenta de la presencia de la niña intentó ocultar sus lágrimas, sin embargo la pequeña ya se había dado cuenta.

---¡mami! ¿Qué pasa? ¿Te duele algo?--- su mirada era de preocupación pero no obtuvo respuesta alguna, por lo que la pequeña se giró a ver a su padre--- ¡papá! ¡Mami seguramente no se siente bien! ¡Tenemos que hacer algo!

El mayor miró a su hija pero luego desvío la vista hacia otro lado, la pequeña se enfocó en Yokozawa después, quién había limpiado sus  lágrimas.

---estoy bien Hiyo, no te preocupes--- respondió.

---pero mamá, estabas llorando...---

---ya estoy bien... Solo ha sido... Que me ha dolido un poco...--- a pesar de su respuesta una lágrima más resbaló por sus mejillas, pero se esforzó por verse bien frente a la niña esbozando una pequeña sonrisa, aunque Hiyo seguía algo preocupada--- tal vez deba tomarme un pequeño descanso, ¿me acompañas por una bebida?

---no, yo iré por ella mami, tú espera aquí --- diciendo esto la pequeña se alejó de los adultos en busca de una máquina expendedora.

Kirishima buscó una silla y la colocó cerca del menor para posteriormente sentarse.

Gracias A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora