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-¡Jeon JungKook!-gritó en su oído.

-¿¡Qué pasa!?-gritó de vuelta, asustado, sentándose de golpe en la cama.

-Hoy tenemos cita con Lucifer-rió al ver el rostro adormilado de JungKook, ligado a la sorpresa por haber sido despertado por un grito.

-Ah...ya-asintió, pero se quedó sentado en la cama, mirando un punto fijo.

YangMi estalló en carcajadas, y JungKook, casi en cámara lenta, volteó a verla, frunciendo el ceño.

-Estás lento hoy, JungKook-dijo entre risas-¿Quieres que te bañe?

El chico la miró fijamente por varios pares de segundos, pero luego asintió.

YangMi aplastó sus labios, tratando de evitar que se dibujara aquella sonrisa que hacía levantar sus comisuras.

Se acercó a él y lo ayudó a levantarse y dirigirse al baño.

-¿Te quitas el boxer tú, o lo hago yo?

JungKook se quedó en silencio, y ella miró su reloj. Aún quedaba tiempo, pero el camino era largo, así que debían apresurarse un poco.

Por ello fue que quitó el boxer de JungKook, y lo metió bajo la ducha.

-Es jodido que después de haberme vestido tenga que mojarme bañándote-bufa, fingiendo molestia, a lo que JungKook se encoge de hombros, recostando su cuerpo en las lozas del baño, djeando que el agua caliente le cayera encima.

YangMi quitó su ropa, para evitar mojarla y se metió a la ducha junto a JungKook, parándose frente a él.

Y otra vez esas miradas. Aquellas que ya anticipaban lo que les precedía.

-¿Si te beso, te despiertas?-preguntó juguetona.

El chico sonrió de medio lado, dando su respuesta definitiva.

Y chocaron sus labios de una buena vez.

Un beso.

Dos besos.

Y se quedaron sin aire, separándose y chocando sus frentes.

-¿Despierto?

-Y complacido-sonrió.

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-¿Falta mucho?-pregunta JungKook, bufando, agachado su cuerpo hasta apoyar su cabeza en el hombro de YangMi.

-Sabes que sí-rió por la desesperación de su acompañante.

Si bien era cierto que la residencia de Lucifer quedaba bastante lejos de su cuartel, debían ir a pie, por lo que el camino resultaría tortuoso, no por cansancio, sino por aburrimiento.

La carretera que conducía a la Residencia Diabólica, como se le llamaba a la casa del Señor del Infierno, estaba completamente vacía, y deshabitada. Sólo habían tierras secas y agrietadas, rodeadas de grandes montañas rocosas, y una que otra planta muerta.

Simplemente aburrido.

-¿Y si te beso?-preguntó coqueto, poniéndose de frente a YangMi, caminando de espaldas.

† ιиfєяиσ † × נєσи נυиg кσσк ×✓Where stories live. Discover now