♠︎ RONNY ♠︎ ||George Weasley ||

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.・゜゜・ EL MAPA DEL.・゜゜・
MERODEADOR

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Permíteme recordarte lo hermosa que eres... A veces parece que lo olvidas.
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|| 1990 ||

La Scamander se dejó caer con cansancio sobre el sofá de la sala común, mientras su varita caía a la alfombra escarlata en la que los gemelos estaban sentados. Llevaban cuatro días intentando aprender el hechizo "Revelio" Que según ellos les aseguraba la victoria con ese pergamino. Ronny llegó a creer que quizás simplemente era lo que parecía y que no había nada oculto, aunque cuando vió las palabra "El señor Lunático..." Regresó a creer que quizás si había algo ahí.

—Vamos Ronny, ya casí. —Apoyó George desde el piso.

El otro gemelo siguió viendo el libro sobre la mesa, era tarde, y sus párpados comenzaban a pesar ante la evidente falta de descanso. Llevaban toda la tarde intentando aprender el hechizo mencionado por la muchacha, aunque la única que parecía acercarse a lograrlo era la rubia.

—Lo estoy intentando. —Responde la pecosa levantando su cabeza para ver al pelirrojo.

—Si... Yo ya me iré a dormir. —Menciona Fred estirandose sobre su lugar.

—¿Qué? No, estámos juntos en esto. —La voz de la Scamander sonó cansada, sin ánimos de pelear, pero aún así dispuesta a dar la lucha.

— Tenemos el fin de semana, Artemis. —Indica el gemelo levantándose de la alfombra para estirarse nuevamente.

—Y si no lo logramos este fin de semana, se acabó. —Indica el otro gemelo viendo a su hermano asentir con la cabeza.

—Entonces se ha decidido, hasta al rato. —Se despide con la mano  regalándole una sonrisa a ambos, antes de finalmente soltar un bostezo.

—¿Qué hora es? —Cuestionó la Scamander.

—Pasado de media noche. —Responde George viendo a su hermano alejarse por las escaleras— En un rato voy para allá. —Y seguramente lo haría, pero antes esperaría a que su amiga se fuera a dormir.

—Nos abandonó. —Comentó la rubia.

—Ahora creo que exageras. Deberíamos dormir también, vamos. —Sugiere el muchacho levantándose de un brinco para acercarse a su amiga.

—No me iré de aquí sin aprender ese encantamiento. —Declara  Ronny mirando a su amigo.

—Quizás podemos pedirle ayuda a McGonagall. —La Scamander se levantó del sofá negando repetidas veces.

—No, ni lo pienses. Puedo hacerlo, solo necesito un poco más de práctica. —Anuncia recogiendo su varita del piso.

George negó rendido antes de sentarse en el sofá donde segundos atrás su amiga había estado. La rubia por otra parte, movió con seguridad la varita y con un suspiro cansado, apuntó hacia el pergamino que tantos problemas le había causado.

— Eres muy persistente esposa mía. —Comenta sonriendo hacia ella, quien decide no contestar y simplemente siguió con lo suyo. George creyó que no había imagen más hermosa que ver a la rubia morder su labio inferior mientras estaba concentrada.