Capitulo 61

5.4K 325 11
                                    

Cuantas veces no me dije, que saldría lastimada, que él no era para mí, que no tenía que meterme en ese paquete
pero no yo quise arriesgarme, no me importaba si algún momento esto no funcionaba por lo menos viviría algo
hermoso, estúpido, estúpido y más estúpido.

- Señorita...- escucho a Petter.

- Hola, voy de salida.

- Lleva parada viendo la basura un rato, se siente bien?.- me llevo la mano a la nariz, reflejo aun sangraba.

- Sí, estoy bien, voy a la avenida estaba botando la basura.

- El señor no me aviso que la llevara, ni él ha salido.

- Entonces significa que tú no me llevas y él mucho menos, voy agarrar un taxi.

- La avenida queda lejos, es de noche, podría pasarle algo y no me lo perdonaría y el señor menos.

- Eres un buen amigo Petter, siempre cubriendo a tu amigo y jefe, si me pasa algo te aseguro que tu señor estaría feliz.

- Peleó con él, eso explica su mal humor.

- Su mal humor no es por mí pero el mío si es por él.

- A veces no se mide cuando esta de malas, dice cosas que luego se arrepiente está conociendo su lado
difícil.

- No, conocí su verdadera cara, lo que piensa, lo que siente y el poder que tiene su familia en él, no debería
asombrarme sabía que los ricos son así porque pensé que él sería diferente?.

- Señorita la llevo a casa. - me mira con lastima eso sino lo soporto.

- No, tu jefe o amigo te puede necesitar yo estoy bien, un consejo no dejes que por ser tu amigo y el aprecio que le tienes tus sueños los dejes en segundo plano al final a ellos sólo les importa... ellos y el beneficio que nos puedan sacar.

- No todos son así, Gabriel no es así.

- De hecho creo que sí, yo soy prueba de ello, no le has contado de tus planes?.

- Si pero está haciendo lo que puede para ayudarme, los papeles son muchos.

- Él es hijo del dueño de un banco, maneja un imperio, un hombre poderoso si él no te ayuda quien puede hacerlo?. Eres su amigo pero su chofer quien está con él a pesar de sus cosas malas, si emprendes dejas de ser su chofer.

- Pero no su amigo.

- No estarás ahí para cada momento que te necesite?, hasta cuando no lo necesitas ahí estas, él puede ayudarte tienes tus ahorros y buenas ideas, él tiene todo para ayudarte y no me salgas con papeleos; no los necesitas y si así fuera el mismo te lo puede prestar como su amigo a menos que no quieras; pero yo que sé, en este momento no se nada.

- Déjame llevarte, por favor.

Me lleva a casa en silencio, sé que me observa por el retrovisor cada quince minutos y no he dejado de sangrar ya empiezo a sentirme débil, no paro de llorar puedo ser más tonta.

- Quiere que la lleve al médico?. No la veo bien.

- El médico no me va quitar lo que tengo, lo ha intentado. Solo necesito descansar.

No puede aguantar más y me quede dormida.


-*-


Todo empezó a darme vueltas, había mucha luz y molestaba, no sabía dónde estaba.

-Pero va estar bien?.

- Petter.

- Hola cómo te sientes?.- me susurraba al sentarse a mi lado.

- Dónde estoy?, me duele un poco la cabeza.

- Estas en el hospital, el médico te puso un suero o algo así y te están haciendo unos exámenes.

- Exámenes que exámenes?, y porque estoy aquí?.

- Te desmayaste en el auto y no parabas de sangrar así que te traje para acá.- luego pienso si el me trajo aquí seguro.

- No le avisaste a tu jefe?.

- No, pensé que no sería buena idea por losmomentos.- por los momentos?.

- Me voy, solo fue un sangrado.

- El doctor no considera que fuera algo sin importancia, estabas muy pálida.

- Llévame a casa ahora, voy a estar bien.

Nos interrumpe el médico con esa cara de malas noticias, me recordó a la cara de mi cardiólogo cuando nos dijo a mi
madre y a mí lo que tenía eso que tenía 16 años cuando eso.

- Petter te molesta si me traes algo de tomar? por favor, agua aunque sea tengo sed - le digo antes de que el
médico se le ocurra hablar ante él.

Petter sale dejándonos solos.Veo la cara del pobre médico podría tener mi edad.

- Buenas noches soy el doctor Ortiz, quiero hacerle unas preguntas.- lo miro y lo voy a sacar de su tortura.

- Soy Lucia, soy doctora y no es necesario el interrogatorio, ni que me indique los paraclínicos mucho menos mandarme al cardiólogo, se lo que
tengo y estoy en tratamiento.

- Tal vez debería ir con su médico porque...

- El tratamiento ya no está haciendo efecto - le interrumpo - todo es complicado, le dijo algo a él?.

- No, quería hablar con usted primero, su novio se veía bastante preocupado.

- No es mi novio, es un amigo y cuando llegue quisiera que le dijera que me puedo ir y que me dio indicaciones.

-Permiso - entra Petter - te traje agua, bien doctor como esta?.- nos miramos y no sé qué puede decirle.

- Bien ya mejor, sólo debe descansar.

- Listo hora de irse, gracias doctor por todo y seguiré sus indicaciones, ahora...- empiezo a quitarme la vía.

- Ey para!, está loca.- me dice Petter.

- Ahora si vas a tratarme de usted?, vamos Petter soy médico sé cómo quitarme una vía.

- Si pero, dios que terca.

- Lo soy - me término de quitar la vía, y salgo con Petter detrás mío. Escucho su celular y veo su rostro - tu jefe te llama verdad?,- no contesta.

- Nada que no se arregle después.

- Ve Petter yo puedo agarrar un bus de aquí o el tren, no lo hagas esperar y menos con su mal humor.

- Saliendo del hospital por supuesto que no, Gabriel puede esperar.

Me subo al auto y vamos a casa. Unos minutos más ya estamos al frente del edificio.

- No le vayas a decir nada de esto a Gabriel, no es que le importe pero no se lo digas.

- No lo haré.

- Petter piensa en lo que te dije, no lo digo por rencor o por lo que haya pasado entre nosotros solo veo las
cosas como antes no quería verlas. Sabes me he pregunto varias veces si eres más su chofer o su amigo?, creo que una vez se lo pregunte; aun esperó por la respuesta tal vez deberías preguntárselo.

- Lo pensare. Cuídese.

- Fue un gusto conocerte Petter.

Entro a mi casa y mamá se extraña de verme, le había dicho que me quedaba con Gabo.

- Que te hizo cambiar de opinión? - me dice.

- Gabriel y yo estuvimos hablando de lo nuestro y llegamos a la conclusión que lo mejor era separarnos.

- Le contaste?.

- No mamá, hablamos de otras cosas.

- Porque terminar su relación?, se ven bien juntos.

- Su familia no lo considera así, no soy de su clase por lo tanto no soy... digamos que no encajo- eso hasta me ocasiona risa pero es mejor decirle una verdad a media.

- Eso es estúpido y que dijo el niño Gabriel?.

- Piensa igual que su familia, así que es mejor terminar por lo sano.

- Es un tonto al creer eso.

- Es lo mejor madre, Gabriel necesita alguien que lo acompañe a sus eventos, sus fiestas, viajes y yo no puedo, nuestras prioridades son diferentes hasta pensamos diferentes.

- No buscas excusas para terminar por miedo a lo de tu enfermedad?.

- No, de hecho pensaba contarle todo hoy y que el decidiera pero las cosas cambiaron, no hizo falta.

- Te destrozaron el corazón mi niña?.

- No se puede destrozar algo que ya está destrozado.

- hija...

- Mamá, sólo necesitó asimilar todo esto y voy a estar bien.

- Pues ya no es bienvenido a mi hogar, nadie que desprecie a mi hija es bien recibido y digno de ella.

- Te amo mamá - le beso la frente y me retiro a mi habitación.

Una vez entro en él, me desarmo dejo salir todo lo que llevo por dentro, lloro hasta quedarme sin una lágrima, lloro
por lo estúpida que fui, lloro por dejarme llevar, por creer en él, por pensar que sus besos y sus caricias eran algo más que diversión, por pensar que dios me había mandado a mi príncipe, por pensar que un hombre como él podría fijarse en mí cuando tiene barbe a sus pies.

Odio sentirme así, odio sentir lo que nunca quise sentir, tengo rabia por ser tan débil y estar llorando por un imbécil, ahora entiendo a mis amigas, ahora entiendo tanta cosas, enamorarse es horrible, sentir el corazón en pedazos, como si me rasgara el alma y no poder aliviar este dolor con nada.

Llore recordando cada palabra de Alejo, Marcelo, Gabriel, mi madre, su madre, las de la descerebrada, toda cada cosa vivida hasta el último día, me dije que nunca lloraría por un hombre, no soy de esas mujeres, critique a mis
amigas cada vez que las veía llorar por un idiota y no voy hacer una, llorare todo lo que tenga que llorar, lo superare y viviré, no me tomara dos días pero no va ser toda la vida.

No le daré el gusto, no lo vale, si el decidió creer en las mentiras de su madre, no puedo hacer nada, ellos no lo valen, él no lo vale. Así me quede dormida pensando todolo que iba ser, llorando y dejando mi amor por Gabriel en cada lágrima.

Amarte es un arteWhere stories live. Discover now