8. Zakariah

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VERSIÓN BORRADOR ( EN LA VERSIÓN A LA VENTA HAY ALGUNOS CAMBIOS, ESCENAS EXTENDIDAS, EPÍLOGO Y UN EXTRA)


En medio de aquella reunión me encuentro disperso, cosa extraña, no permito que nada interfiera en mi trabajo, pero Desa siempre ha sido la excepción a todas mis reglas. Sonrío sin poder contenerme al evocar el fin de semana.

Todas esas horas a su lado fueron tan diferentes, no había en ella necesidad de agradar, lucía tan despistada y a la vez tan viva que, como cuando la conocí, me encontré atento hasta de su respiración. La semana anterior fue extraña, espero que esta sea diferente por el bien de ambos, lo cierto es que me alegró mucho que fuera hoy de nuevo a entrenar a ese lugar que si bien no es prestigioso o de esos sitios que sé que ella ahora frecuenta, se adaptó sin problemas. No puedo quitar de mi cabeza la excitación que me produjo verla mover sus puños como Melanie le enseñaba y la sonrisa de satisfacción que de sus labios brotaba. Pero cuando hoy al dejarla me dio aquella respuesta vacía sentí como si el castillo de naipes se viniera abajo.

No sé qué esperaba que me dijera... Que iba a retomar sus estudios, que tomaría algún curso, que iría a gastar su tiempo en algo más productivo, no lo sé, pero ya no puedo esconder que me irrita el hecho de que pase los días así. Incluso tengo esta dolorosa certeza de que irá algunos días al gimnasio y luego encontrará un pretexto para no hacerlo. La percibo a la deriva, inconstante, perdida.

Ya no insistió con el tema de un hijo, con sinceridad lo esperaba el fin de semana, pero nunca lo mencionó, en realidad su actitud también fue algo que me mantuvo en vilo, de pronto se quedaba perdida en sus pensamientos olvidándose de su alrededor, no se maquilló salvo lo necesario y no insistió en ir a ningún sitio de moda, no se vistió como solía; con esmero y con sumo cuidado, sino que parecía más esa chica de hace un año.

En el cine, sé que no supo ni de qué fue la cinta, que algo ocupaba su cabeza y también sé que no era yo, como suele notarse. Lo cierto es que albergaba la esperanza de que fuese algún proyecto, algo que se le hubiese ocurrido, que ese letargo en el que se mantiene estuviese acabando. Me resisto a pensar que Desa es esto, que su vida se reducirá a lo que este año ha sido. Simplemente me encoleriza y agobia porque por mucho que tengamos esto que tenemos ahora, no sé si podamos avanzar.

No me doy cuenta de que me preguntan algo hasta que Kyroh hace un sonido con su boca llamando mi atención, todos me miran. Mi hermano, desconcertado, me repite lo dicho y me involucro en ello sin remedio.

...

—¿Se puede saber por qué casi perdemos la licitación, Zakariah? —pregunta mi hermano, en mi oficina. Me acerco a unos planos y los leo sin mirarlo.

—Pero no la perdimos —replico corrigiendo algo que me salta.

—¿Todo bien con Desa? —inquiere. Ahora sí lo encaro, serio. No le importa, se cruza de brazos y aguarda.

—Es mi matrimonio, no tengo por qué hablar de eso contigo —zanjo esperando lo que ahora dirá. Niega sonriendo.

—Entonces acerté. Te domina —asegura.

—Kyroh, ve a revisar el presupuesto que les daremos. No debe tener ni un error —ordeno y regreso a lo mío.

—No es para ti, una mujer así no es para ti. Tú necesitas más que una cara bonita, necesitas alguien con cerebro. Fuiste un imbécil al perder a Rowe, ella es una mujer —revira con simpleza, pero logra que me hierva la sangre. Aprieto los puños, colérico. No soporto que hable de mi vida como si supiera qué es lo mejor. Con Rowe jamás hubiesen funcionado las cosas, ambos estábamos demasiado rotos de la misma forma como para poder algún día tener algo bueno. No puedo negar que pensé estar enamorado mucho tiempo de ella, pero al crecer eso se fue perdiendo. Yo le presenté a Mike y aunque no buscaba hacerla de cupido, supe en el mismo momento en el que se conocieron que ahí surgió algo, tal como a mí me ocurrió con Desa.

Más de ti • LIBRO I, BILOGÍA MÁSWhere stories live. Discover now