Capítulo II

1.4K 192 140
                                    

Al terminar de comer ambos subieron las escaleras en dirección a la habitación del rubio, sin embargo ninguno de los dos se dirigió una palabra

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al terminar de comer ambos subieron las escaleras en dirección a la habitación del rubio, sin embargo ninguno de los dos se dirigió una palabra.

Al entrar había silencio, pero uno estresante.

El pelirrojo suspiró.

—No fuiste al baño—soltó Eijirou, cerrando la puerta mientras Bakugou se sentaba en su cama y se sacaba los calcetines.

Kirishima lo estaba mirando a los ojos, y su mirada no era feliz como de costumbre, más bien era de cansacio y de enojo.

Katsuki se sentía intimidado, aunque se mostraba tranquilo ante la espesa atmósfera que había.

—¿Qué mierda dices?—preguntó alzando una ceja.

—No me mientas, no fuiste al baño. ¡Bakugou no soy idiota, vi unos cabellos rubios en la puerta de la cocina, y por algún motivo tu no estabas en la mesa justo cuándo yo estaba hablando con mi mamá!

Bakugou era alguien con poca tolerancia, más aún si alguien le grita.

—¿¡Y qué si fui a escuchar como hablabas con tú mamá!?

sus miradas se juntaron, pero las dos solo mostraban furia.

—Lo aceptaste...—Kirishima suspiró con pesadez, con sus manos tomó su cabello y cerró los ojos con furia tratando de calmarse.

Bakugou se le quedó mirando confundido, al punto de vista de él no era tan malo escuchar una conversación.

Aunque no fue cualquier conversación.

—¿Qué le pasa a tú mamá?—preguntó frunciendo el ceño.

Eijirou abrió sus ojos despacio, se sentó junto a Katsuki tratando de no volverse loco por las tantas emociones negativas que estaba conteniendo.

—Bakugou, no lo hagas de nuevoexpresó tratando de tranquilizarse.

—Te hice una pregunta

—¡Y YO TE ESTOY DICIENDO QUE NO LO HAGAS DE NUEVO!—gritó furioso, a lo que Bakugou se quedó perplejo.

El pelirrojo al darse cuenta de que le había gritado al rubio, se sintió culpable, bajó su mirada con vergüenza y pena.

Era un tema delicado.

La habitación se quedó en completo silencio, un silencio frío, distinto al anterior.

—Vete—ordenó Katsuki observando al pelirrojo con frialdad y disgusto.

Ambos se estaban sintiendo mal.

—B-Bakugou... Perdón, solamente...

—¡¿Solamente qué!?—exclamó parándose de su cama y colocandose al frente de Kirishima, a lo que este igual se paró del lugar, aunque sin mirarlo.

Mιradaѕ || KιrιBaĸυWhere stories live. Discover now