Capítulo III

1.2K 178 35
                                    

Mitsuki soltó un suspiro, que tristeza por el pelirrojo.

La mujer rubia tomó el picaporte, sin embargo no lo giró. Simplemente se quedo en silencio unos segundos, y se largó del lugar sin querer escuchar más.

 Simplemente se quedo en silencio unos segundos, y se largó del lugar sin querer escuchar más

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.

-Kirishima... ¿te sentirás cómodo si dormimos los dos juntos?-preguntó el rubio.

-Bakugou, no pensaría que me puedes hacer algo, eres tú. Y a pesar de que eres explosivo y sigues tus impulsos... No te creo capaz de hacerme algo que me afecte, menos con lo que te conté-expresó con una sonrisa Eijirou-...Realmente, aunque todos te vean como un monstruo, yo no te veo así.

Bakugou dejó de respirar y sus mejillas se tornaron carmesí, su rostro mostraba una expresión de sorpresa y su mirada se fue hacia bajo.

Kirishima le acarició el cabello, sonriendole, sabía que a Katsuki nunca le decían cosas así.

-...¡No me trates como si me hubieras hecho sentir bien!-exclamó tomando la mano de Eijirou y alejándola de él, Eijirou solo rió-...No hagas eso de nuevo, solamente... anda y colocate pijama, pelos de mierda.

El pelirrojo asintió con la cabeza sonriendo.

Se sintió bien.

-Eh... Bakugou, creo que olvidé mi mochila...-expresó con preocupación-Creí que la había traído...

-¿Enserio no te habías dado cuenta?-preguntó incrédulo el rubio.

-¡De verdad no me di cuenta!

Bakugou suspiró, después de todo ni él se había percatado.

-Bueno, en ese caso te presto de mi ropa y lis...-Katsuki fue interrumpido.

-¡N-No!, la puedo ir a buscar, no quiero ser una molestia Bakugou...

-Si tienes que ir a esa casa a buscar la mochila, prefiero que no vayas-insistió el rubio.

-Te dije que no te quiero dar pena, que sientas compasión o algo así. Puedo ir a buscar-...

-Vamos los dos.

Kirishima sintió un cosquilleo suave en su cuerpo luego de esa frase, vió el rostro del rubio y este tenía un sonrojo notable.

¿Bakugou tenía calor?

-Gracias Bakugou, pero... ¿tienes calor?, tus mejillas están algo rosadas...

-¡Callate imbécil!

Katsuki maldecía que se sintiera así-y que su cuerpo y gestos lo mostrasen-, ya que sus emociones solo apuntaban a un sentimiento, y no quería sentirlo.

Ambos chicos bajaron las escaleras en silencio, esperando encontrarse con la madre del rubio, sin embargo la mujer se encontraba en su habitación junto al padre del chico durmiendo en su cama

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.

Ambos chicos bajaron las escaleras en silencio, esperando encontrarse con la madre del rubio, sin embargo la mujer se encontraba en su habitación junto al padre del chico durmiendo en su cama.

Cruzaron sus miradas con determinación, era hora de ir a la casa de Eijirou.

La vista de Bakugou se encontraba alterada por los golpes de su corazón-aunque no sabía muy bien el porque sus latidos eran tan rápidos-, y la de Kirishima solo reflejaba miedo y nerviosismo, no quería que al entrar a su casa su madre estuviera allí, podía pasar cualquier cosa, tenía miedo del como lo miraría Katsuki.

No quería ser visto en menos.

El rubio soltó un suspiro y apartó su mirada de la del contrario, camino unos pasos hacia la puerta, giró el picaporte, abrió la puerta y ambos salieron de la casa.

Al salir, Eijirou sabía lo que podía pasar, tenía miedo, estaba sudando, quizás Bakugou se alejaría, ¿por qué?, no sabe ni porque piensa eso, solo es su inseguridad, ese miedo que siempre ha tenido.

Quizás lo dejaría o quizás solo el rubio lo utiliza.

Pero... ¿por qué piensa eso?, ¿por qué no lo haría?, ¿qué debería hacer?, ¿Bakugou le tiene pena?

Sin darse cuenta Eijirou ya estaba llorando ante esos pensamientos.

Katsuki volteó a ver al pelirrojo. De inmediato notó el miedo y la tristeza que había en su rostro. Caminó hacía donde se encontraba Kirishima, este lo miró nervioso, apretando sus puños con fuerza.

Bakugou sabía como se sentía, o mas bien, podía empatizar e imaginar el como se sentía su amigo.


-Hey, no te veré de forma distinta nunca, idiota-Bakugou entrelazó sus manos y sus dedos-, si estoy acá contigo es porque eres mi amigo, eso no cambiará nunca, no me importa lo que hayas pasado, siempre te querré y estaré ahí para ti... Y... No me hagas decir estas cosas, gran tonto...

-Bakug...

-Callate idiota, puedes contar conmigo. Eso es lo que quiero decir... ahg... Vamos.

Kirishima sonrió con lágrimas en los ojos, y su corazón empezó a sentir algo bastante extraño, si bien antes ya sentía algo por el rubio, ahora se intensificó mucho más.

Mιradaѕ || KιrιBaĸυWhere stories live. Discover now