Capítulo IV

1.1K 170 42
                                    

Se miraron.

-¿Es aquí?-preguntó Bakugou.

-Si...

-Me la imaginaba más tenebrosa, si te soy sincero.

Ambos chicos caminaron hacia la puerta, al llegar Eijirou pegó la oreja en la madera para poder escuchar si su madre estaba dentro.

Se escuchaban gemidos.

Ella estaba dentro.

-No es necesario que me digas que está dentro, escucho los gemidos desde acá-dijo el rubio, a lo que Kirishima volteó a verlo-¿Qué haremos?, ya te dije que te puedo prestar de mi ro-...

-No, voy a entrar, tengo llaves.

-querrás decir que vamos a entrar, los dos.

-¿Seguro que quieres entrar?

-Si, idiota.

-Bien, pero esperame en la puerta.

-Tsk...

Eijirou sacó su llave y abrió la puerta con mucha delicadeza, para que no se oyera nada, no sabía donde estaba su mochila, pero lo más seguro es que estaba en la cocina ya que antes de ir a la casa Bakugou se había hecho un sándwich.

Kirishima no quería subir las escaleras se escucharía el sonido de estas y su mamá se enojaría de sobremanera.

Simplemente no se la quería cruzar.

Bakugou en lo único que pensaba era en como proteger a Eijirou, si su mamá se atrevía a gritarle o hacerle algo, la golpearía sin importarle si era mujer.

Kirishima fue hacía la cocina con sumo cuidado, en busca de su mochila que estaba en el suelo y abierta, lo más seguro es que su madre hubiera sacado su dinero como algunas veces lo hacía.

La tomó con cuidado, suspiró.

-Ya la encontré-susurró Eijirou yendo hacia la puerta en donde estaba Bakugou.

-Vámonos rápido, no quiero seguir escuchando sus gemidos-dijo caminando hacia afuera.

Era desagradable saber lo que había hecho esa mujer y que ahora este disfrutando su maldita vida. Katsuki sentía asco por esa persona.

Eijirou cerró la puerta con sumo cuidado, sin hacer el menor ruido. Volteó a ver los ojos del contrario y estos se encontraban en el suelo.

-¿Te pasa algo Bakugou?

-Solo pensaba-respondió quitando los ojos del suelo, volteando hacia Kirishima-...En como tu mamá podía ser tan mala persona.

Eijirou no sabía que decir, no le afectó lo que dijo Katsuki, pero tampoco le provocó algo más que solo un aumento de desilusión hacia su madre.

Eijirou no sabía que decir, no le afectó lo que dijo Katsuki, pero tampoco le provocó algo más que solo un aumento de desilusión hacia su madre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Tienes todo en tu mochila?-preguntó Bakugou, sacando las llaves de su bolsillo para abrir la puerta de su casa.

-Si, tengo mi pijama y ropa para algunos días.

"La ropa de Kirishima", pensó el rubio con un rubor en su rostro.

-Anda a cambiarte de ropa al baño, yo te voy a esperar arriba-dijo abriendo la puerta, evitando la mirada del pelirrojo.

Kirishima se le quedó viendo, la cara de Bakugou había cambiado, era como si estuviera evitandolo, pero no precisamente de enojo o porque no se llevaran bien. Su cara y sus gestos no eran los de siempre y sus mejillas se habían enrojecido.

Quizás Mina tenía razón.

Al entrar a la casa no se escuchaba ningún ruido a excepción de ronquidos por parte de sus padres. Ambos estaban exhaustos por la hora que marcaba el reloj.

2:00 am.

Katsuki subió las escaleras hasta llegar a su habitación, mientras el pelirrojo se cambiaba de ropa en el baño.

Se sentó sobre su cama cansado. Era muy tarde y justo ahora solo pensaba en el pelirrojo.

El aroma de su amigo.

Olía a fideos y a una caja a la vez, era extraño, pero aún así sus mejillas se calentaban al sentir ese aroma peculiar.

Su pecho se apretaba y respirar era difícil con tan solo pensar en él.

Bakugou parecía bastante frío e insensible, lo era por una parte, pero también existía esa parte dulce, la cuál solo la había visto Eijirou. El pelirrrojo era la única persona con la que podía ser él mismo, le gustaba que fuera así, no necesitaba nada ni a nadie además de Kirishima.

¿Se había enamorado de su mejor amigo?

Un sonrojo se apodero de su cara al haber pensado en eso.

¿Qué pasaba?

Nunca había sentido algo así antes, por nada ni por nadie. Pero no podía ser amor, era su mejor amigo y nada más.

"Kirishima y yo", pensó.

Una sonrisita se le escapó por accidente.

-Ya volví-dijo Eijirou abriendo la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Ya volví-dijo Eijirou abriendo la puerta. Venía vestido con un boxer y una polera, algo simple, pero realmente serio para el corazón de Katsuki.

-U-Uh...-pronunció agachando su mirada.

¿Tendría que dormir con él, así?

Mιradaѕ || KιrιBaĸυDonde viven las historias. Descúbrelo ahora