Estoy vivo Kim Namjoon.

🌱;Idiota.

eres demasiado joven para que el mundo te rompa

— Kim Taehyung.

Namjoon aún no podía creer que Jin había despertado.

Lo deseo con tantas fuerzas, pero, ahora que había despertado no quería verlo a la cara.

¿Quien se imaginaria que estaba apunto de desconectar a su amor?

Pero, al final todos estaban bien, Jin estaba siendo revisado mientras Jungkook y Namjoon estaban sentados en las pequeñas mesas de la cafetería de ese hospital.

Habían pasado algunas horas y no daban ninguna noticia, ambos chicos estaban empezando a odiar aquel hospital.

Una voz agitada y algo asustada se escuchó por las bocinas.

— Familiares del paciente SeokJin, favor de venir urgente al piso 7.

Namjoon y Jungkook se levantaron tan rápido que casi tiran sus sillas, pero no pasó.

— ¿Que habrá pasado hyung?

Pregunto Jungkook con sus ojos algo llorosos.

— No te preocupes, ojos bonitos.

Le di aquel apodo para cuando se sintiera triste y hacerlo sonreír un poco, esta vez ni funcionó.

— Está bien, ya despertó. —Asegure con una sonrisa mientras lo miraba.

Ni yo estaba seguro de nada.

Cuando el elevador por fin llegó al piso que mencionaron, bajamos de allí y caminamos rápido hacia la habitación que había sido trasladado Jin.

— ¡Ah! por fin llega, su esposo no quiere despertar.

De nuevo sentí como mis latidos bajaban.

— ¿¡Cómo que no quiere despertar!?

Aquel niño de ojos bonitos acababa de gritar con tanto enojo que incluso me asustó.

— Cálmate...—Acaricié su espalda y este solo bajo la mirada.

—Dejen explicarles... comenzó a decir que quería ver a su esposo y comenzó a hacerse el dormido y dijo que no despertaría hasta escuchar la voz de su esposo.

— Ah... ese Jin...— Reí levemente y entre a la habitación con Jungkook detrás de mí.

Cuando entramos Jin estaba con un puchero y los ojos fuertemente cerrados, como un bebé caprichoso.

— Oye Jin, ¿dónde estás?

Jin dió un pequeño salto y se levantó de la cama tropezando.

— Te extrañe mucho Namjoonie.

Me envolvió en sus cálidos brazos como si fuera su bebé.

El celular de Jungkook comenzó a sonar, este salió de la habitación y fue a contestar.

— Tengo que contarte muchas cosas...la mayoría son malas. —Mumuré algo avergonzado.

— Bien, cuéntame —Nos sentamos en la camilla y comenzamos a hablar.

Le conté todo, desde el principio hasta el final, claro, se enojo bastante conmigo por las citas que tuve, pero nunca tuve algo más allá que solo algún beso, también se puso algo triste por los padres de Jungkook pero yo lo ayude a superarlo y solo a veces llora en las noches en silencio pero yo iba a consolarlo.

— Lo siento Jinnie — Pedí perdón con una mirada de tristeza.

— Eres un idiota, ¡claro que te perdono!— sonrió y me tomo del cuello de mi camisa, me jaló hacia el y me besó.

Ah, cuánto extrañaba esto.