veinticinco

3.7K 226 6
                                    

Abrí mis ojos y sentí mis labios hinchados. No tenía noción del tiempo que había pasado besándome con Tomás después de ver el amanecer. El estaba tan apenado que me producía más ganas de sentirlo cerca.

Antes de sentarme en la cama, miré a mi alrededor. El sol entraba feliz por la ventana y pude escuchar los gritos de Abril, Tomás y Mauro desde afuera. Supuse que estarían jugando a la pelota, u algo así, y me produjo menos ganas de levantarme.

Sol estaba despierta mirando su celular. Me saludó con la cabeza y yo me reí. La imité y agarré mi móvil.

Genial, aún no había desayunado y ya me habían arruinado el día.

Whatsapp. Ignacio.

"Male, por favor, quiero que hablemos".

Suspiré y mi amiga se acercó hasta mi cama. Se sentó con sus pies cruzados en el pie de esta y yo me acomodé contra la almohada.

–Nacho, ¿otra vez?

Después de tanto años juntos, Sol lo quería casi tanto como yo. Me imaginé por un momento que pasaría si ella se pelearía con H, ¿él seguiría llamándome para pedirme consejos? Negué con mi cabeza.

–Sí, es el segundo mensaje desde que discutimos, un gran paso, ¿no?- Le dije un poco irónica y me miro.

–¿Sobre que discutieron?

–Oh, ya te cuento- Le dije y agarré mi celular para abrir la conversación con él.

–Dice más o menos "sos un idiota, no quiero verte nunca más".

Levanté mi mirada para mirarla.

–Ese fue el primero, después mejora. "Espero que lo que haya pasado en el boliche haya valido la pena"- Me encogí de hombros y ella rió.

–Me da un poco de vergüenza ajena- Le dije riendo.–Así que solo queda el "te extraño", mi "no me molestes mas" y este de hoy- Le mostré el celular.

–Y...¿qué estas pensando?- Me preguntó levantándose.

La seguí por el pasillo hasta la cocina mirando mi teléfono. La verdad es que no lo sabía. No sabía que pensar. De hecho, no me molestaba tanto pensarlo ahora. Ignacio había sido, además, mi mejor amigo desde pequeños. Creo que fue ese el motivo por el que tal mal estuve, y, ahora que lo pienso, sí lo había extrañado un poco.

–No sé, supongo que hablaré con él en cuanto llegue a la ciudad.

–Es una buena idea, no creo que puedas evitarlo toda tu vida- Me dijo y asentí.

Sin pensalo mucho tecleé, "Después de las vacaciones te llamo, beso".

–Ahg, qué estúpida- Exclamé en voz alta. –¿Por qué le puse "beso"?

Sol se rió. Me senté en la mesa a esperar el café de mi amiga, y miré por la ventana. Tomás estaba felizmente en cuero corriendo atrás de una pelota. ¿Qué tan atractivo era?

Después de observarlo unos segundos, lo ví sentarse en la entrada de nuestra cabaña. Mauro se acercó y le bromeo algo sobre que deje de fumar porque no aguantaba más de diez minutos corriendo y yo me reí.

–Te tiene loca, amiga

Yo solo le sonreí.

–Anoche se largó a llorar porque creyó que estaba mal que ponga sus manos debajo de mi remera- Le dije sin mucha importancia y Sol abrió sus ojos como dos platos.

–Wow, wow, ¿que decis que hizo?

–Puso sus manos debajo de mi remera, estaba borracho- Le expliqué.

–No, no. Lo otro

–¿Se puso a llorar?

Ella asistió sorprendida.

–No puedo creerlo, Lucas nunca lloro. ¿Por qué tu wacho hace cosas en diez días que mi novio no hizo en años?

Me reí.

–No lo dejes escapar, Male- Me dijo, seria.

Yo la miré y asentí.

Estaba decidida en no hacerlo.

❣️
bueno hola ahre, estoy pasando por una ruptura amorosa AHRE y leerlas me hace cagar de risa
las amo

cambios | c.r.oWo Geschichten leben. Entdecke jetzt