03. Be your own anchor

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C a p í t u l o   t r e s
SÉ TU PROPIA ANCLA

—Entonces, ¿crees que Scott pueda encontrar algún olor después de tanto tiempo? —pregunté a Stiles, quien se encontraba manejando camino a la casa del señor Tate. A decir verdad, los analgésicos no habían ayudado para nada y aun no me sentía lo suficientemente bien como para subir a la motocicleta de Scott.

     —De verdad lo espero, no es nada seguro pero quizá... oye, uhm, ¿te encuentras bien? —cuestionó mirándome de reojo un par de veces.

     —Sí, ¿por qué lo preguntas? —mentí, con un intento de sonrisa.

     —No te ves muy bien —dijo con seriedad.

     —Lo estoy, de verdad... no es... n-no es nada —aclaré un poco mi garganta. Estaba empezando a sudar frío.

     —¿Estás segura? —insistió.

     —¿Estás segura? —insistió

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     —S-sí, sí... —cerré la boca de inmediato, ya que pude sentir mi estómago revolverse en ese momento. Después de un momento de tortura, no pude soportarlo más —. Stiles, por favor detén el auto... —musité con dificultad mientras me deshacía del cinturón de seguridad.

     En tan solo un abrir y cerrar de ojos, el chico se orilló y detuvo el auto. Apenas y tuve tiempo de bajar. De un momento a otro, todo lo que comí durante el día, había terminado sobre unos arbustos.

     Luego de vaciar por completo mi estómago y casi dejar parte de mis órganos también, tomé un gran respiro y subí de nuevo al asiento de copiloto. Tomé un poco de agua de una botella que llevaba en mi mochila y escupí sobre el asfalto para limpiar mi boca de cualquier residuo de sabor amargo que hubiese quedado, antes de cerrar la puerta de mi lado y abrochar mi cinturón de seguridad.

     —Noelle, sí sabes que eso es lo opuesto a estar bien, ¿cierto? —dejó salir Stiles mientras me observaba perplejo, antes de poner en marcha de nuevo el jeep.

     —Sólo me siento un poco enferma, eso es todo —tomé un trago de agua —. Cuando llegue a casa le diré a Alex y veremos que puedo tomar para el malestar, ¿de acuerdo? —agregué tan solo un poco fastidiada mientras trataba de recobrar el aire por completo.

     —De acuerdo —le vi asentir y el resto del camino nos mantuvimos en silencio.


.     .     .


Al llegar donde el señor Tate, nos escabullimos hasta la parte trasera de la propiedad y entramos a una de las habitaciones de la casa a través de una maldita puerta que evidentemente necesitaba ser aceitada. Gracias al cielo, era la habitación que solía pertenecer a sus hijas. Pronto, Stiles y yo comenzamos a tomar objetos para dárselos a Scott y que éste pudiese olfatearlos.

ENTER THE VOID // Teen Wolf [03]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora