ʜᴀᴛᴇ ᴍᴇ (ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ AU)

Final.

Namjoon y Yoongi como los buenos traidores que son me han dejado a mi suerte con Jungkook, afortunadamente el me ignora mientras desesperadamente teclea algo en su celular.

Trato de no prestar atención mientras ruego a que ellos vuelvan, la verdad es que tambien es una excusa, no me he ido porque estar cerca de Jungkook luego de no haberle visto estos días se siente bien.

Quisiera poder decir lo que siento, pero supongo que no tiene caso, el no parece afectado con la situación porque seguramente ya olvido lo que ocurrió, quiero decir, se veía muy contento con aquella chica que lo acompañó por JungSoo el otro día.

Se que no debería sentir celos ni ninguna de esas cosas, tal vez es mejor asi, yo soy un estupido que dejó pasar su oportunidad y el tiene derecho de hacer lo que quiera.

—¡Jungkook! — entonces una suave voz femenina capta mi atención.

Entre todas las personas que hay aquí esperando los fuegos artificiales de San Valentin, aquella chica hace aparición con una bonita sonrisa en su rostro de muñeca, Jungkook le sonríe por igual y considero seriamente la opción de irme esta vez.

La veo llegar hasta el y Jungkook no duda en abrazarla, mi estomago se contrae mientras los veo hablar pero no escucho lo que dicen, sabía que no era buena idea dejarme llevar por mis amigos.

No quiero seguir viendo esto, no quiero verlo con ella, fue estupido creer que el realmente me quería, al final el amor no lo mio, no debí ilusionarme con Jeon, ¿en que pensaba?.

Veo a la chica tomar su mano y no aguanto mas, me doy media vuelta y salgo corriendo de ahí.

Busco mi celular para avisarle a Yoon que me he ido, que no quiero seguir aquí, entonces aquella voz a la cual me acostumbré las ultimas semanas dice mi nombre en un desesperado grito en medio de la noche, no me detengo porque no quiero verlo.

Y el sigue llamandome, ¿por qué?.

¿Por qué...?

Maldigo internamente mi nula habilidad para las persecusiones porque Kook no tarda en alcanzarme y hacerme girar para que lo mire, ambos respiramos agitadamente y las personas que caminan nos observan con curiosidad soltando uno que otro murmullo ya que yo intento soltarme de manera inutil, porque el no tiene la intención de dejar que me marche.

—¿Qué? — me atrevo a hablar a la defensiva cuando su agarre en mi muñeca se intensifica.

—No te portes asi conmigo — me reclama de vuelta, frunciendo el ceño.

—¿Que quieres, Jeon? — intento sonar mas calmado, no quiero armar un alboroto en medio de la calle.

El suspira con un poco de alivio al ver que estoy dispuesto a escucharlo, tal vez sea buena que me diga que esta saliendo con alguien, así me será mas facil odiarlo como me lo pidió esa noche.