Dos Tratos, Un Ganador

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Vox, junto a Molly quien no tenía prácticamente nada de control de si misma. Henroin, preparando una revolver para amenazar al demonio de la tecnología. Se percató que su escondite apenas tenía tecnología moderna, tenía ventaja.

—Deja a mi hija y te prometo matar te rápidamente—amenazó el padre, que, en secreto y sin que lo notará el demonio frente suyo, llamó a su hijo y unos guardias para que lo ayudarán con Vox.

—Oh creeme, tus guardias no te ayudarán para nada—empezaron a hablar Molly y Vox sincronizadamente, Vox tenía completo control de ella y la controlaba a su gusto.

—¡¿Qué le hiciste a mi hija?!—Henroin ya no sabía si disparar, por temor a que si le disparaba a Vox, usara a Molly como escudo.

—Solo la mejoré, ya no tiene miedo de hacer algo o decir algo—proseguian hablando ambos al únison. Abrió la puerta de la oficina, por la que se vió a Valentino y a Velvet entrar como dueños del lugar.

—¿Cómo entraron?—dijo Henroin, preguntándose cómo habían logrado pasar a sus mafiosos.

—Un mago no revela sus secretos~—bromeó Valentino, con una sonrisa que se hizo presente junto con una voz confiada y segura, como si los hubiera matado a todos.

—Sip, Valentino les dio vales para que fueran a sus estudios a divertirse—dijo con alegría en su voz, sin saber que el misterio se murió.

—¿Y qué le hicieron a mi hijo?—dijo deseando con furia que les diera SIDA a todos.

—¿Él?, solo le dimos un poco de cloroformo y ya está~pero ahora sí, a lo que vinimos~—dijo Valentino y volteó a ver a Vox, para que él y Molly le siguieran.

—Verás, yo, Molly, quiero irme de tu mafia y buscar a mi hermano, no me importa lo que opines—decía la joven araña. Aún que Vox y Molly hablaban a la vez, este sólo le ayudaba a decir lo que opinaba la chica.

—¿Cómo se que no es un engaño de la tele parlante? —insinuó Henroin mientras trataba de ver a quien podía herir sin lastimar a Molly.

—Yo solo la ayudo a decir lo que piensa, es todo—expresaron los dos al mismo tiempo mientras que sonreían como locos.

—... —sabía en el fondo que si trataba algo, Vox usaría a Molly como protección, que si bien parecía que no le importaba mucho, aún era su hija amada—Bien....vete Molly, pero si me entero de que terminas en los estudios de este tipo o en ese hotel donde está tu hermano, te vas a arrepentir.

—Oh, no te preocupes, sólo quiero ir con mi hermano, no me importa ir al cielo si no va él primero—Molly tomó el dinero del trato que hizo con Valentino y pasaron a retirarse junto con Velvet y el mencionado.

Molly y las tres V dejaron la oficina de Henroin y también su escondíte, afuera solo quedaba la sangre y dos cadáveres de los que vigilaban la entrada del lugar.

—La puedes dejar ir ya—dijo Valentino recuperado su dinero y con sus drogas, sólo faltaba encontrar a Angel Dust.

—¿Seguro? Puede sernos útil y más si buscas una buena estrella—mencionô Vox remarcando que Molly tenía el mismo tipo de cuerpo que Angel y que, al ser chica, podría ser hasta mejor para Valentino.

—Lo había pensado, más mi estrella es irrempl-—volteó a ver a Velvet y lo único pudo ver fué una bomba rosa con la mecha prendida y con un cráneo grabado en esta—¡¡¡VELVET!!!—sin pensarlo dos veces, Valentino tomó del brazo a Velvet y la alejó de la bomba.

—¿Qué fue eso?—no se había enterado de que pasó, hasta que nuevamente, fue detenída de decir avanzando por su amigo Vox, de otra bomba que explotó cerca.

Una Amistad Peculiar {HAZBIN HOTEL}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora