Capítulo 5

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DE LO MÁS PROFUNDO
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El chico de diecisiete años, se preparaba para irse a descansar. Bebía una manzanilla y comía una tostada recargado en la estufa de vitrocerámica. Se había pasado la cena, por pasar el tiempo con Jane. Su padre estaba al frente lavando los platos, antes de dormir.

-¿Qué tal tu día?

-Bien, eso creo.

-Hijo, parece que voy a necesitar ayuda, no puedo solo con una mansión.

-Te puedo ayudar, cuando me necesites.

-Prefiero pedir a alguien más a los señores Vanderdud, tú te cansarás muy rápido.

-Si estás seguro, está bien. De hecho mañana quiero conocer la ciudad.

-¿Pero podrás ir solo?

-No te preocupes, estaré sano y salvo.

-De acuerdo, confío en ti.

Leonard guardó el último plato, agarró la toalla de mano, y se secó.

-Buenas noches, Killian.

-Descansa pa'.

Killian dio el último mordisco a la tostada. Los segundos del reloj en la pared pasaban sin esperar a nadie mientras masticaba, presintió que alguien se acercaba a la manija de las puertas marrones. Solo faltaba uno en la mansión. Se detuvo en frente de la puerta.

De golpe la abrió Carrie. Extrañamente, su camiseta de mangas cortas tenía tierra en ciertas partes, como si hubiera arrasado con ella. Tragó el bocado.

-¿Estás bien? -se puso a un costado para que pudiera pasar-.

-¡De maravilla, me tropecé y caí!

- ¡Wao! ¿Te divertiste?

Ella mostró una ligera risa.

-Calla -caminó hasta el sofá y se recostó en él- Estoy agotada ¿Eavan ya está durmiendo?

Killian se mordió el labio inferior, y dejó su taza en la mesita de enfrente.

-Creo que sí.

Hubieron unos momentos de silencio, como para que pudiera ordenar sus ideas. Aunque la inseguridad, se presentó.

-Carrie... puedo pedirte... -cerró su puño- Perdón no quiero causar lástima.

- Puedes contarme, te escucho.

Se movió para que Killian pudiera sentarse. Estaba dispuesta a escuchar sus problemas no solo como amiga, sino como algo más especial para ella. En cambio, en la situación del zorro parte de suya quería decirle todo, la otra no pretendía darle problemas a Eavan. ¿Y qué pasaría después? Tal vez ya no sería todo como antes.

-Debo tomar una decisión, y no creo que sea capaz -entonó melancolía-. Y no creo que pueda.

Dijo calmada -¿A qué te refieres?

Carrie quería calmarlo de una vez no podía seguir sin hacer nada, se veía tan temeroso.

-Tengo un poco de miedo, si termina mal.

Carrie acarició el cabello de Killian, acercándose más a él, este último la abrazó, y ella rodeó su cabeza y espalda lentamente como una enredadera. El menor desmayó la cabecita en el seno, tenía la mirada perdida. Aquel gesto le permitió tener tranquilidad, después de percibir ese calorcito de protección, entre sus brazos. Y escuchó la voz de Carrie con un tono suave:

Sabor Agridulce ⭐ - 𝐟𝐮𝐫𝐫𝐲Where stories live. Discover now